Bougainville: la Revolución de los Cocos.

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Bougainville es la isla más grande del archipiélago de las Islas Salomón. Descubierta en 1768 por Louis Antoine de Bougainville, siempre fue usada como moneda de cambio entre potencias extranjeras. Pasó por manos alemanas, australianas, japonesas y actualmente pertenece al Estado de Papúa-Nueva Guinea.

En 1967, bajo mandato australiano, la empresa británica Rio Tinto Zinc abrió en la isla la mina al aire libre más grande del mundo. Mientras la minera ganaba miles de millones de dólares, la gente fue desplazada, reasentada en tierras yermas e indemnizada con cantidades ridículas y se causó un desastre ecológico bestial.

El 1 de septiembre de 1975 se independizó de Australia con el nombre de República Salomón del Norte. Quince días después, Papúa-Nueva Guinea consiguió la independencia, incluyendo formalmente a Salomón del Norte. Fruto de un pacto, Papúa se anexionó Salomón del Norte, a cambio de autonomía política.

Pese a las protestas masivas, la empresa minera seguía perforando a su antojo. Francis Ona, un líder local, formó el Ejército Revolucionario de Bougainville, una guerrilla que sin ayuda ni financiación de nadie, y con primitivísimas armas de fabricación casera, venció al ejercito papuano en las frondosas selvas de la ínsula.

De 1990 a 1997 Papúa y Australia sometieron a la isla a un férreo bloqueo. Sin medicinas ni recursos, los locales agudizaron el ingenio: cultivaron huertos para sobrevivir; produjeron electricidad con piezas y motores viejos; y con los cocos se construyeron utensilios, se hicieron funcionar lámparas, se fabricó jabón y hasta gasolina.

La pequeña isla fue estado de facto de 1990 a 1997 y adoptó el nombre nativo de Meekamui. En 1998 Papúa admitió su derrota y Bougainville hará un referéndum de autodeterminación antes de 2020. La Revolución de los Cocos, la primera de tipo ecológico del globo, es todo un milagro; una historia admirable de fe, coraje y honor.

Nicaragua: la lucha antiimperialista.

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La actual República de Nicaragua fue parte del Virreinato de Nueva España (Imperio Español) de 1502 a 1521; de 1821 a 1823 parte de México; de 1823 a 1824 de las Provincias Unidas del Centro de América; de 1824 a 1838 de la República Federal de Centro América. No fue hasta el año 1838 que llegó la independencia plena.

Nicaragua es producto de la herencia de las culturas tolteca, azteca y maya, que configuraron su arte y tradiciones, así como de las culturas española y nahuatl. La sociedad actual es un pupurri de mestizos, blancos, negros e indígenas (estos últimos con sus lenguas propias). El catolicismo se hunde y el protestantismo sube.

Nicaragua es el pueblo más izquierdista de Centroamérica y ha combatido casi desde el principio por sacudirse el imperialismo estadounidense de encima. En la Guerra Nacional (1856-57) se luchó por ser independiente o parte de Estados Unidos. A ello siguieron 30 años de gobiernos conservadores y una revolución liberal.

De 1936 a 1979 la nación fue gobernada por la dictatorial familia Somoza, apoyada por Washington. La Revolución Sandinista (1979-1990) supuso acercarse al marxismo, con la oposición de los contras, guerrilleros anticomunistas. Desde 1990 el conservadurismo y el sandinismo se turnan en el Gobierno mediante las urnas.

Como datos negativos, es una patria agrícola que vive de cultivar café y caña de azúcar, y sus problemas son comunes a los de Centroamérica: pobreza, paro, analfabetismo, corrupción, golpes de estado… Su economía se ha dolarizado para evitar la inestabilidad. Existe una gran diáspora de nicaragüenses en Estados Unidos.

Entre los aspectos positivos destaca la seguridad: allí no se da el fenómeno de las maras, que azota Honduras o El Salvador. Y la Universidad es gratis. Por último, al estar a orillas del Caribe y del Pacífico, Nicaragua tiene previsto construir un canal interoceánico, el cual romperá el monopolio del celebérrimo canal de Panamá.

¿Sabías que el catalanismo es un movimiento imperialista y racista ya desde sus más tempranos inicios?

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El catalanismo es un nacionalismo expansionista, imperialista y racista desde su nacimiento a finales del XIX. Para muestra, un botón. El ideólogo catalán Enric Prat de la Riba en un artículo titulado Greater Catalonia (publicado en La Senyera, 12-1-1907) dijo: «Después de siglos de abatimiento e inconsciencia, sabemos que lo que ser catalanes significa. En un primer momento, este despertar fue provincianismo, fue regionalismo, porque provincia y región es el principado de Cataluña, como región es Mallorca, como región es Valencia. Hoy es ya una intuición de ser suprarregional, ya es nacionalismo, ya es afirmación de la personalidad catalana, ya no acaba en las fronteras de nuestra vieja provincia, sino que va más allá, hasta tocar  las palmeras de Murcia y, atravesando el mar, florece en los cielos de Mallorca. No tenemos  aún un nombre común (…) Mientras tanto, hagamos como los ingleses con su Greater Britannia, flor de imperio a punto de abrirse: hablemos de la Cataluña grande, que no es sólo el Principado, ni Mallorca, ni el Rosellón, ni Valencia, sino Valencia y Mallorca y el Principado y el Rosellón, todos a la vez. Todos somos unos, todos somos catalanes».

Este mismo ideólogo, Prat de la Riba, había escrito en 1906 una de las obras más referenciadas del catalanismo, La nacionalitat catalana, en la cual defendía que la aspiración de un nacionalismo político es conseguir un estado propio. Ahora bien ¿a qué tipo de nacionalismo hacía referencia Prat de la Riba? ¿A uno pacífico y democrático como el de India o a uno invasivo y agresor como el de Reino Unido? Dejemos que sea el propio autor el que nos lo aclare: «El imperialismo es el modo triunfal de un nacionalismo: del nacionalismo de un gran pueblo. (…) Dominar por la fuerza de la cultura servida y sostenida por la fuerza material, es el imperialismo moderno, el imperialismo integral, el de las grandes razas fuertes de ahora (…) El imperialismo [es] un aspecto del nacionalismo, un momento de la acción nacionalista: el momento que sigue al de plenitud de vida interior, cuando la fuerza interna de la nacionalidad, acumulada, irradia, sale de la madre, anega y fecunda las llanuras de su entorno». El catalanismo ha sido imperialista desde sus inicios; anhela una Gran Cataluña, un Imperio Catalán, camuflado bajo el eufemístico nombre de países catalanes.

Otro gran ideólogo del catalanismo es Antoni Rovira i Virgili, quien en su libro El nacionalismo catalán (1917) explicita la unidad lingüística para lograr la unidad política de los territorios deseados. «Cuando el dominio geográfico de un idioma nacional está netamente delimitado, coincide, en efecto, con el territorio de esta nacionalidad. (…) Unidos por el común origen, por la común historia y por el común lenguaje, los catalanes, los valencianos, los mallorquines y los roselloneses son un mismo pueblo, una nación única. (…). Y hoy, en Cataluña, ya no se dice mucho valencianos y mallorquines, sino catalanes de Valencia y catalanes de Mallorca. (…) Las Islas Baleares son la Cataluña insular, como el Principado y el Reino de Valencia son la Cataluña peninsular, como el departamento francés de los Pirineos es la Cataluña ultrapirenaica. [El catalanismo] es completa y fundamentalmente pancatalanista. (…) La raíz más profunda del pancatalanismo es indudablemente la comunidad del idioma. Porque el idioma es el lazo vivo que une a todos los catalanes de la amplia Cataluña nacional (…). Por la comunidad del idioma se llegará a la futura unidad política».

Ésta es la clave del proyecto catalanista: la lengua. De ahí el empecinamiento de los catalanistas en catalanizar las lenguas aragonesa, balear y valenciana y atribuir a estos idiomas una supuesta catalanidad que realmente no tienen. Este es el Caballo de Troya con el que el imperialismo catalán pretende colonizar las tierras vecinas. Con la excusa de la lengua se llega a afirmar que la paella es «gastronomía catalana» o la Lonja de Valencia «gótico catalán», aunque poco tengan que ver estas cosas con el idioma. Son numerosos los intelectuales del catalanismo que han defendido la existencia de la «raza catalana» como Valentí Almirall, Francesc Pi i Margall, Bartomeu Robert, Pompeu Gener, Josep Torras i Bages, J.Narcís Roca, Miquel dels Sants Oliver, Joan Maragall, Jaume Bofill, Doménec Martí, Josep A. Vandellós, Josep Puig i Cadafalch, Pere Martir Rossell, Carles Pi o Alexandre Cortada entre otros muchos. Los famosos países catalanes no es más que otra forma de referirse a la Gran Cataluña, cuyo nacionalismo odioso, imperialista y racista recuerda mucho a la Gran Serbia de Slobodan Milosevic y la Gran Alemania de Adolf Hitler.

Paranoia catalanista.

En els ultims temps mos hem anat acostumant cada volta més a contemplar cóm el nacionalisme expansioniste catala confon els seus deliris més esperpentics en la realitat. Lo gros no és ya que, a falta d’historia, se la inventen. El problema és que arriba un moment en que es creuen les seues propies mentires, un moment en que els imperialistes catalans són incapaços de distinguir fantasia de realitat, en una paranoia que voreja l’esquizofrenia i digna d’una tesis doctoral de psiquiatria. Els pancatalanistes estan inundant de mentires els llibres de text, les aules i les ments dels nostres fills i és la nostra obligacio denunciar-ho o de lo contrari, les generacions futures heretaran una historia manipulada que diu Catalunya és el melic de l’Univers i que tot lo valios i precios que hi ha en el planeta Terra és catala.

Estem acostumats ya a la seua predica esoterica dels països catalans. L’aragones, el valencià, el balear i l’algueres són nomes dialectes del catala. El Sigle d’Or de la Llengua Valenciana fon per ad ells un sigle d’or catala. En l’excusa d’una suposta unitat de les llengües arramblen en tot, inclus en allo que no té res a vore en l’idioma. Aixina, la Llonja de Valencia és gotic catala, la paella gastronomia catalana, les Falles una festa catalana, el Mallorca un club de futbol dels països catalans i Joaquim Sorolla el gran pintor de la catalanitat. De moment encara no s’han atrevit a dir Pilota Catalana al nostre deport més autocton pero dona-li temps als nostres amics del bunquer barretina i voras com te diuen que en la prehistoria els diplodocus pegaven chillits en catala i els pterodactils ballaven la sardana.

Hi ha una autentica febra en considerar catalans a tots aquells personages ilustres de l’humanitat. Em recorda molt a la paranoia dels nazis, que asseguraven que tots els genis de l’humanitat eren de raça aria perque era impossible que una raça inferior poguera crear una cultura esplendorosa. Pero quan els mencionaves que hi havia gent brillant en totes les races del món (com ara Buda o Confuci) en seguida ho justificaven trobant un besyayo ari. Sempre hi havia un besyayo ari. Els nazis arribaren a enviar expedicions cientifiques al Tibet per a provar que els alemans eren descendents d’una raça de semideus que habità en l’Atlantida i que en acabant d’afonar-se el seu païs els supervivents es refugiaren en l’Himalaya. Ahir tots els genis tenien un besyayo ari. Hui tots els genis tenen un besyayo catala.

Per aci baix, en la Colonia Autonoma Valenciana, ya estem acostumats a que mos diguen que Ausias March i Ramon Llull eren escritors catalans. O que el Regne d’Arago era la Confederacio Catalano-Aragonesa, o inclus el Regne de Catalunya, segons les versions, que en esta vida hi ha gent en molt d’atreviment. Pero la cosa no acaba ahi. Fa poc hem vist com l’Institut Nova Historia (INH) parlava de “familia real catalana” -per a referir-se als reis d’Arago, Mallorca i Valencia- o “imperi catala” per a parlar del Regne d’Arago i la seua expansio per la Mediterrania o inclus de «descobriment catala d’America» en clara alusio a la fita de Cristofol Colon, que en realitat es deya «Cristofol Colom» i, cóm no, era catala. Realment fa honors al seu nom l’Institut Nova Historia… ¡Recollons! ¡I tan nova!

Aixina és que per al director del INH, el pseudohistoriador Jordi Bilbeny,  America fon «un descobriment catala». Miraculos. Sobretot perque en aquella epoca encara no existia Catalunya sino un grapat heterogeneu i disgregat de comtats que poc tenien a vore uns en atres. ¿Pero i qué? Si per als franquistes “Espanya és eterna”  i «existia ya en l’epoca dels romans» ¿qué importa que Catalunya siga tambe una realitat més alla del temps i de l’espai? Bilbeny assegura que la bandera d’Estats Units està inspirada en la de Catalunya, que l’escritor Miguel de Cervantes era catala, es deya Miquel Servent i va escriure el Quixot en catala i que Lleonart da Vinci era catala i va pintar La Mona Lisa inspirant-se en la moreneta. Un dia d’estos mos diu que Barack Obama és de Salou.

Pero ¿per qué detindre’s ahi, senyor Bilbeny? ¿I si Magallanes no fora Magallanes? ¿I si Magallanes fora Marga Llanés? Un dels millors navegants de l’historia sería dona, i ademes catalana. ¿I si Alberto Herreros fora Albert Ferrer? El maxim anotador de l’historia de la ACB sería un catala, pero encara quedaria per resoldre el misteri insondable de per qué jugà en Estudiantes i Real Madrit en lloc de fer-ho en el Barça. Puge l’aposta: ¿I si Michael Jordan fora Miquel Jordà? ¡No em direu que no té cara de ser del Baix Ampurda! ¿I si George Washington fora Jordi Guasch i Ton? La primera potencia del món hauria segut fundada per un catala i per tant igual dona dir-li Estats Units d’America que Estats Units de Catalunya. De Salses a Guardamar i d’Alaska a Maho.

FONT: Som nº 256. Giner de 2013.

Reino Unido: la fuerza del imperialismo.

El 1 de mayo de 1707 Inglaterra y Escocia firmaron un Acta de Unión para dar paso a un estado que haría temblar al mundo: el Reino Unido. La existencia misma de la nación orbita en torno al papel preponderante de la monarquía ya que Isabel II es la reina de dieciséis estados soberanos en el mundo, incluido éste.

Reino Unido es un estado constituido por cuatro territorios que tienen estatus legal de país (Inglaterra, Gales, Escocia, Irlanda del Norte) además de por numerosas y estratégicas colonias ultramarinas como Gibraltar o Malvinas. Man y las Islas del Canal no pertenecen al Reino Unido pero están vinculadas a la corona.

Por un lado es un auténtico país de países, en el sentido más literal de la palabra. Por otro no deja de ser una Inglaterra ampliada, una plataforma para propulsar el colonialismo inglés por el mundo. Existen fuertes corrientes separatistas en Escocia e Irlanda del Norte, por lo que el Reino Unido puede dejar de estarlo un día.

Reino Unido fue el primer país industrializado del planeta y la primera potencia mundial entre 1815 y 1945. Los británicos ostentan la ominosa marca de haber invadido a nueve de cada diez países del globo. Ahora ya no son un imperio pero sí una potencia a tener muy en cuenta. Es euroescéptica y se apoya en la angloesfera.

El inglés, la Iglesia Anglicana, el sistema anglosajón de medidas, la conducción por la izquierda o la hora del té son algunas de sus señas de identidad. País de poetas y marineros, de científicos, inventores y políticos audaces. Isaac Newton, James Watt, Charles Darwin o Winston Churchill son una  prueba viva de ello.

Reino Unido es una maquinaria imperialista que somete a las naciones por la fuerza. Su pujante economía y su poderío naval hacen de ella una gran potencia militar. Su mentalidad triunfante y su devastadora fuerza le aseguran la victoria. Pero también su gigantesca aportación a la ciencia y la cultura hacen avanzar al mundo.

Castilla: la nostalgia del pasado imperial.

El Reino de Castilla nació en el siglo IX y en la Edad Media fue el principal actor de la Reconquista y aniquilamiento de Al-Andalus. En el siglo XV Isabel de Castilla se casó con Fernando de Aragón, lo que supuso unir las coronas, pese a que la fusión de reinos no se produjo hasta la Guerra de Sucesión en el siglo XVIII.

Muchos hitos y personajes que hoy consideramos españoles fueron en realidad castellanos. Desde el descubrimiento de América por Cristobal Colón hasta el siglo de oro de las letras hispanas pasando por Miguel de Cervantes o el Cid. Castilla es la columna vertebral que sostiene a España y a veces se confunde con ella.

Castilla ha hecho España y Castilla la ha deshecho. Por siglos España se configuró como una Castilla ampliada; un estado centralista y uniformizador donde se persiguieron todas las lenguas distintas de la cervantina. Castilla y España eran sinónimos hasta el punto de que todo aquel que hablara otro idioma era un mal español.

Pero a la vez Castilla ha hecho España y España ha deshecho Castilla. Aquella antigua patria era enorme, por eso fue fragmentada en Castilla y León, Castilla La Mancha, La Rioja y Madrid. El nacionalismo pancastellanista aspira a unirlas, niega su identidad a León y exige anexionar Cantabria y el interior del Reino de Valencia.

El país logró un imperio colonial donde nunca se ponía el sol y aún hoy presume de haber dado al mundo una lengua hablada por más de 400 millones. Pero las sempiternas guerras contra Francia e Inglaterra, la corrupción y la mentalidad del castellanohablante, renuente al cambio y contraria al progreso, trajeron la ruina.

Las viejas glorias pasaron y hoy Castilla es una tierra desértica y tercermundista, una desolada llanura llena de matojos donde los niños nacen con la maleta bajo el brazo. Pero sus nativos -orgullosos por naturaleza- viven en el pasado y se siguen comportando con la altanería de quien cree que aún conserva un imperio colonial.

Sudáfrica: la sombra alargada del apartheid.

Sudáfrica es megadiversa. El 80% de la población es de raza negra y habla lenguas bantúes como el zulú. Hay un 13% de blancos, descendientes de británicos y de holandeses, muchos de los segundos hablan el afrikaans. El resto es mestizo.  Aunque el inglés es la lengua común, es el quinto idioma por número de hablantes nativos.

Fue descubierta en 1487 por el marino portugués Bartolomé Díaz. Por siglos fue colonia de los boer primero y de los británicos después, que se disputaron esta tierra para expoliar sus minas de oro y diamantes. En 1961 se independizó del Imperio Británico y erigió un sistema llamado apartheid que avergonzó al mundo entero.

Era un régimen racista donde sólo los blancos podían votar y los negros carecían de derechos. El activista negro Nelson Mandela lideró un movimiento de resistencia pacífica hasta que al fin logró una democracia. Mandela fue presidente entre 1994 y 1995 tras arrasar en las primeras elecciones multirraciales de aquel país.

Nelson, que estuvo 30 años en la cárcel durante el apartheid, no se vengó de los blancos durante su mandato sino que predicó la reconciliación. Pero desde que gobiernan los negros la delincuencia se ha desatado y la economía se ha ido a pique. Se teme que un régimen racista antiblanco se instaure cuando muera Mandela.

Sudáfrica es la nación más desarrollada del continente y el país del mundo que atrae más inmigrantes africanos. Pese a ello es tierra de grandes desigualdades sociales. Algunos negros quieren expropiar sus fincas a los terratenientes blancos y hay separatistas afrikaner que reivindican construir una nación sólo para gente blanca.

La sombra alargada del racismo aún sobrevuela la nación. Hay una gran desconfianza y odio latentes contenidos por la figura colosal del africano más importante del siglo XX. Pero Mandela es anciano ¿qué pasará cuando muera? ¿Se consolidará Sudáfrica como potencia o será incendiada por los conflictos étnicos?

Cuba: la isla cárcel.

Cuba fue hallada en 1492 por el mismísimo Cristobal Colón, descubridor de las Américas.  Por centurias fue una colonia del Imperio Español y sufrió el expolio y latrocinio de sus riquezas en favor de Madrid. Con la Guerra de Cuba de 1898, España perdió sus últimas colonias y la isla fue anexionada por los Estados Unidos.

En 1902 se independizó de Washington. Por entonces, era la tercera economía del continente, una potencia azucarera que exportaba a todo el mundo. Los inicios políticos del nuevo estado fueron convulsos. De 1952 a 1959 gobernó el dictador Fulgencio Batista. Muchos negocios cubanos estaban entonces en manos de gringos.

En 1959 triunfó la revolución marxista en el país de la mano de los guerrilleros Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, a la postre autócrata de la isla por medio siglo. Fidel nacionalizó las empresas norteamericanas que operaban allí, y en represalia EEUU sometió a la patria a un bloqueo comercial que perdura aún hoy.

La utopía comunista se convirtió en infierno. Hoy Cuba es un estado totalitario y miserable donde las mujeres se prostituyen para sobrevivir. Es un estado policial donde la mitad de la población vigila a la otra media, una isla cárcel de la que es casi imposible escapar aunque muchos, desesperados, intenten llegar a Florida en balsa.

Fidel ha logrado éxitos en la sanidad pública y la alimentación infantil, pero eso no es excusa para violar derechos humanos. En el campo de la cultura, la perla del Caribe ha dado grandes nombres a la humanidad: José Martí, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante, Celia Cruz

Todo es atrasado allí. Es como si hubieran paralizado el tiempo y se hubieran quedado atrapados en los años 50. Mientras, los cubanos bailan salsa y beben ron para olvidar. No sabemos qué planea para el futuro el actual dictador Raúl Castro pero el sufriente pueblo ya no aguanta más. Está desesperado por ser libre.

TV3: una televisió al servici de l’Imperi.

Cada quatre anys els valencians assistim a un deja vu que es repetix en puntualitat britànica. Sempre que arriben les eleccions autonòmiques, el Partido Popular (PP) arbora la seua Real Senyera i comença a sancionar a Acció Cultural del País Català (ACPC) pels repetidors illegals de TV3 que té instalats en el nostre regne.

A voltes ocorren coses molt divertides: com impondre una multa i dies després concedir a Acció Cultural una subvenció que supera la quantia de la sanció. En el fondo, és tot una maniobra de pressió per part de la Generalitat Valenciana per a obtindre per part de l’Estat un nou múltiplex per a obtindre més canals afins al règim.

Alguns grupúsculs han clamat en contra del tancament dels repetidors i la prensa més sensacionalista ho ha tildat d’atac contra la llibertat d’expressió. Dic grupúsculs perque la catalana ací no la veu ningú. En giner de 2011 TV3 tingué una quota de pantalla del 0,3% en Valéncia. Canal 9 per contra no es pot vore per allà.

Com explica l’autor José Donís, TV3 s’ha emitit en Valéncia durant més de 25 anys. Canal 9 se va emetre en Catalunya durant un any i set mesos, desde el 19 d’Agost de 2008 fins al 19 de Març de 2010. Abans de que els catalans apagaren la senyal, Canal 9 tenia una audiència de 0,6% allà per un 0,5% de TV3 ací (Febrer 2010).

Pero la qüestió de fondo és que TV3 és una televisió colonial que no respecta les nostres senyes d’identitat i mos engloba en l’entelèquia imperialista dels països catalans. El mapa de l’orage a on TV3 mostra a Valéncia, Balears, Aragó Oriental, Andorra i El Rosselló com si foren parts integrants de Catalunya és senzillament delirant.

Ningú permetria que Marroc instalara repetidors en Ceuta i Melilla per a dir a estos pobles que són marroquins. ¿Per qué hem de consentir que els catalans posen la seua televisió colonial en el nostre territori per a que mos insulten des d’ella? ¿Per qué el PP no defén als valencians i únicament ataca TV3 quan toca votar?

¿Per qué els catalanistes, que van de demòcrates per la vida, no defenen l’instalació de repetidors de TeleMadrid en Catalunya?  ¿Ni denuncien que Canal 9 no es puga sintonisar allà dalt? Este malensomi és un deja vu que torna cada quatre anys. Pero als caradures que el protagonisen mos toca aguantar-los tots els dies.

El mundo está en deuda con Estados Unidos.

Por todos es sabido que hay un antiamericanismo creciente en el mundo. Yo, por contra, pienso que el mundo está en deuda con Estados Unidos (EEUU). Fueron los americanos los que salvaron a Europa de caer en las garras del fascismo, del comunismo o del nazismo. Sin ellos, los dictadores Adolf Hitler y Josip Stalin habrían acabado con las democracias occidentales. Y quizás sean los americanos quienes nos tengan que salvar (otra vez más) del islamofascismo y la Eurabia que vienen.

EEUU históricamente ha colaborado en la liberación de naciones oprimidas: que se lo pregunten a Venezuela, Filipinas, Kuwait, Liberia o Kosovo. No hay un solo continente en el mundo donde los norteamericanos no hayan luchado por la libertad. Como con Israel, el pueblo elegido por Dios. El apoyo de Washington a los israelíes ha hecho que Dios bendiga a EEUU cumpliendo su promesa bíblica: «Bendeciré  a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren, maldeciré»  (Génesis 12:3).

Muchos europeos dicen despectivamente que EEUU no tiene historia. Y es falso. Porque una cosa es ser una nación joven y otra carecer de historia. Aunque EEUU desapareciese de la faz de la Tierra mañana mismo, no podría entenderse el siglo XX sin él. Solamente por la ingente cantidad de dinero que invierte en la ciencia (de lo cual nos beneficiamos todos), por su elevadísimo número de premios Nobel, por el viaje a la Luna o el cine de Hollywood ya han pasado sobradamente a la historia.

Otros muchos antiamericanos se quejan del supuesto imperialismo de los Estados Unidos. Pero todos sabemos que los imperios de España, Francia o Gran Bretaña se comportaron mucho peor. ¿Alguien puede imaginar siquiera lo terrorífico que sería el mundo si la primera superpotencia fuese hoy la Alemania nazi, la Unión Soviética o la China comunista? Muchos critican públicamente a los estadounidenses, pero luego en privado admiten sin ellos el mundo sería mucho peor.

EEUU se ha destacado como una nación receptora de inmigrantes, es más, como un auténtico país de las oportunidades donde si vales, puedes conseguir tus sueños sin que a nadie importe tu raza, nacionalidad o condición social. Un país que ya desde el siglo XVII ha sido un refugio para millones de cristianos que eran perseguidos por la Iglesia Católica en toda Europa. Una patria que ha enviado todo un sinfín de misioneros a predicar el Evangelio por los cuatro rincones de la Tierra.

El mundo está en deuda con los Estados Unidos de América. Y quizás una buena forma de comenzar a agradecer lo mucho de positivo que han hecho sea empezar a enviar millones y millones de misioneros a aquel bendito país. La sociedad norteamericana se está secularizando, descristianizando, ateizando, perdiendo poco a poco su identidad y su espíritu. El pueblo estadounidense nos necesita. Y porque es de bien nacidos ser agradecidos ha llegado el momento de salir en su ayuda.

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