¿Sabías que un judío converso valenciano financió el viaje de Cristóbal Colón a América?

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La historia de la Conquista de América podría haber sido muy distinta. Tanto es así que el Nuevo Mundo podría haber sido descubierto perfectamente por Portugal o por Francia. El navegante Cristóbal Colón ofreció el proyecto de viajar a las Indias en primera instancia al rey Juan II de Portugal, quien tras consultar con sus expertos en cosmografía finalmente desestimó financiar la empresa, lo que supuso un error histórico.

Castilla era el plan B. Colón acudió a la reina Isabel de Castilla y a Fernando II, rey de Aragón, Valencia y Mallorca, es decir, los Reyes Católicos. Ellos rechazaron financiar a Colón, básicamente por falta de dinero. La Reconquista aún no había acabado; eran ya muchísimos años de guerra y el Reino moro de Granada aún resistía. La reina había empeñado sus joyas para sufragar la guerra porque las arcas estaban vacías.

Tras presentar el proyecto a la reina Isabel en 1486 y 1491, su expedición fue desestimada, en parte por las elevadas exigencias económicas del navegante. Así es que Cristóbal Colón pensó en el plan C: Francia. Fue entonces cuando cambió el transcurso de la historia con la intervención de un valenciano, Lluís de Santángel (¿?-Valencia, 1498), un judío converso muy acaudalado que prestaba dinero a la corona.

Lluís de Santángel, escribano de ración, actuó como protector de Colón y se ofreció a la reina para financiar la empresa con dinero de su propia fortuna personal. La suma ascendió a 1.140.000 maravedíes. El resto ya es historia: el 12 de Octubre de 1492 la Santa María, la Pinta y la Niña arribaban al Nuevo Mundo. América acababa de descubrirse y la gloria iba a ser para Castilla. El prestamista valenciano recuperó su dinero.

Pese a sus impecables servicios a la monarquía, muchos quisieron deshacerse de él por ser judío converso. El rey Fernando de Aragón le consideraba fundamental y asumió su protección frente a la Inquisición. En 1497 Santángel obtuvo de Isabel y Fernando un privilegio excepcional: estatutos de limpieza de sangre.  Así, y pese a sus orígenes, ni él ni sus descendientes podrían ser llevados en adelante a los tribunales del Santo Oficio.

San Cristóbal y Nieves: el país más pequeño de América.

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San Cristóbal y Nieves se llama así por pura casualidad. Nieves fue bautizada originalmente San Martín y San Cristóbal se llamaba San Yago. Tal fue la decisión del explorador Cristóbal Colón. Por una confusión, se intercambiaron estos nombres con los de otras islas cercanas y para no liar más la cosa, no se corrigió el error.

Estas islas fueron pobladas originariamente por los arawak y por los caribe pero durante siglos se las disputaron los colonos españoles, franceses y británicos. Finalmente el Reino Unido se quedó con esta colonia. En 1967 pasó a ser, junto con Anguila, un estado libre asociado y la independencia plena llegó en el año 1983.

La Federación de San Cristóbal y Nieves es la unión de dos islas en el Caribe. Se trata del estado soberano más pequeño de toda América, tanto en tamaño (261 km) como en población (40.000 habitantes). En 1998 hubo un referéndum en Nieves para separarse de San Cristóbal pero al final la cosa no fructificó y siguen juntos.

Por siglos San Cristóbal y Nieves vivió del azúcar que cultivaban los esclavos africanos. Hoy este país de Liliput es un paraíso turístico y especialmente, fiscal. Miles de empresas extranjeras están radicadas allí para no pagar impuestos. Pese a ello la riqueza no repercute en la población, la cual es, en su gran mayoría, pobre.

Este reino -cuyo trono ostenta Isabel II de Inglaterra- es una sociedad en la que destaca la población de raza negra, pero en la que también hay blancos y mulatos. Hay una mayoría de anglicanos, aunque también destaca la presencia católica. El inglés es la lengua oficial aunque en el día a día el pueblo llano prefiere usar el criollo.

San Cristóbal y Nieves es hermosa, si te gusta el turismo de sol y playa, aunque tampoco tiene nada especial que justifique visitarla. Su historia tampoco es interesante, ni le han nacido hijos ilustres que le den renombre, ni siquiera es el paraíso fiscal más destacado de la región. Este reino tiene, en realidad, poco que ofrecer.

Caimán: más empresas que habitantes.

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Las Caimán fueron descubiertas por los españoles, pero fue el pirata inglés Francis Drake quien les dio nombre en el siglo XVI. Luego las colonizaron los británicos. En su día formaron parte de la Jamaica británica, pero cuando ésta se independizó en el año 1962, pasaron a ser un territorio de ultramar del Reino Unido.

Jamás unas islas tan pequeñas dieron tanto que hablar. Se trata de un menudo archipiélago formado por tres ínsulas situado al sur de Miami. Es un oasis tropical en medio del Caribe de inconfundible arquitectura colonial inglesa. Su flora y fauna son ricas, y sus cristalinos fondos marinos hacen las delicias de los visitantes.

Pese a su diminuto tamaño, es uno de los más importantes centros financieros del mundo. En este paraíso fiscal no pagan impuestos directos ni sus ciudadanos ni sus empresas. De hecho, es el lugar del planeta Tierra con más empresas por habitante: nada menos que 85.000 negocios registrados por tan sólo 57.000 almas.

No obstante, esto de no pagar impuestos viene de lejos. Fue en 1788 cuando diez barcos británicos procedentes de Jamaica naufragaron junto a las Caimán. Entonces los nativos auxiliaron a los supervivientes. En agradecimiento, el rey Jorge III eximió a la colonia del pago de tributos, privilegio que dura hasta hoy.

También tiene una importante industria turística orientada a atraer a los ricos de Estados Unidos y Canadá: hoteles de lujo, mansiones, campos de golf, playas de ensueño…  Es un sitio ideal para practicar el buceo, la pesca submarina y la vela. Sobra decir que el país tiene una de las rentas per cápita más abultadas del mundo.

La población, casi en su totalidad cristiana, se compone básicamente de gente de ascendencia inglesa y africana, con una considerable mezcla interracial. Aquí se refugiaron piratas, perseguidos por la Inquisición española, náufragos, esclavos… Es gente muy amable y acogedora que parece haber descubierto el secreto de la felicidad.

Guatemala: tierra maya.

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Es ésta una tierra históricamente poblada por los mayas. En el siglo XVI pasó a formar parte del colonial Virreinato de Nueva España. Se independizó del Imperio Español en 1821, luego formó parte de México, Provincias Unidas del Centro de América y la República Federal de Centro América, extinta en el año 1839.

Guatemala es una de las sociedades más conservadoras de América. Las ideas liberales fueron ahogadas por un autoritarismo reaccionario casi desde el principio. Es un país muy polarizado. Los ricos son muy ricos y los pobres muy pobres. Tanto la izquierda como la derecha son radicales. Hay una gran lucha de clases.

A eso se suma las enormes diferencias sociales que existen en el país. La Iglesia Católica, los terratenientes y las multinacionales extranjeras siempre hicieron lo posible por mantener y consagrar esas desigualdades. La United Fruit Company, una empresa americana, llegó a poseer el 50% de las tierras cultivables de todo el país.

Ha habido gobiernos liberales y conservadores, revoluciones y contrarrevoluciones, paramilitares de extrema derecha y de extrema izquierda pero al final siempre queda lo mismo: corrupción, gobiernos títeres al servicio de multinacionales extranjeras, militares golpistas, terratenientes todopoderosos y dictadores de opereta.

Nación pobre y atrasada, Guatemala vive de exportar bananas y café. Es un país tradicionalmente católico, pero el protestantismo va al alza. El español es el idioma oficial, aunque también se habla una veintena de lenguas mayas, el xinca y el garífuna. La sociedad es un pupurri de mestizos, ladinos, mayas, garífunas y criollos.

Mención aparte merece la etnia maya, que constituye más del 50% del total de la población. Pese a ser mayoría, sufre racismo y discriminación, en especial por parte de la élite criolla. De hecho, en la Guerra Civil de Guatemala (1960-66), que dejó 200.000 muertos, ambos bandos aprovecharon para perpetrar un genocidio maya.

México: lo que pudo haber sido y no fue.

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Por aquí han pasado mexicas, mayas, olmecas, toltecas, mixtecas, aztecas…El Imperio Español colonizó este vasto territorio, que pasó a llamarse Virreinato de Nueva España. Se declaró independiente de España en 1821. Nació como un país rico, grande y poblado, y parecía predestinado a convertirse en una gran potencia.

Pero aquel sueño resultó ser tan sólo un espejismo. Las ideas liberales pronto fueron ahogadas por un conservadurismo reaccionario y tras una breve guerra (1846-48), Estados Unidos le arrebató el 55% de su territorio. Desde entonces ha sufrido todo un sinfín de corruptelas, revoluciones, golpes de estado y dictaduras mil.

Los Estados Unidos Mexicanos tienen petróleo, gas y recursos naturales. Su clima y playas envidiables hacen de él un destino turístico de primer orden. Pero su industrialización fue escasa y tardía. Tiene todo para ser próspero, pero está devorado por la pobreza, la corrupción, la idolatría, la violencia y el tráfico de drogas.

Es un pueblo mestizo, aunque con un importante sustrato indígena. Con sus 120 millones de habitantes, es el país con más hispanohablantes del mundo. Y cuenta con cerca de 70 lenguas indígenas reconocidas. Impera un catolicismo fanático y cerril. En torno a 40 millones de mexicanos residen en el sur de los Estados Unidos.

México es un crisol de razas y culturas. Es heredero de un impresionante patrimonio histórico y arquitectónico legado por mil y una naciones precolombinas…  Y es tierra de hijos ilustres como  Pancho Villa, Emiliano Zapata, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Cantinflas, Hugo Sánchez o Frida Kahlo.

En términos generales el mexicano es un pueblo muy nacionalista y orgulloso de sus raíces. Tanto que a veces no se percata de sus errores. Existe un sentimiento de mexicanidad que va más allá de etnias y culturas y el deseo frustrado de reverdecer viejos laureles. México se debate entre ser él mismo o el patio trasero de América.

Canadá: la nación total.

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Los colonos franceses e ingleses se instalaron allí en el siglo XVI. Tras varios conflictos coloniales, los británicos se hicieron con la parte francesa. Tras la independencia estadounidense (1776), muchos americanos leales a Londres se refugiaron en Canadá. En 1812 Washington se la quiso anexionar y fracasó en el intento.

En 1867 Canadá se convirtió en un dominio (una autonomía) dentro del Imperio Británico. Su independencia definitiva llegó en 1931. Aún hoy su lealtad a la Corona es incuestionable. Canadá es una monarquía federal y la reina de Inglaterra es la jefa de estado. Pese a estar en América, su estilo de vida es 100% europeo.

Canadá es una potencia regional.  Es el segundo estado más extenso del planeta, tras Rusia, y también el más septentrional. Lo bañan tres océanos: el Atlántico, el Pacífico y el Ártico. Es una de las tierras más desarrolladas, prósperas y con mayor bienestar del globo y la única donde la inmigración es incentivada por el gobierno.

Es una nación industrial y tecnológica. Y es la única patria autosuficiente del mundo. Canadá es enorme y vive muy poca gente.  Rica en energía nuclear, hidroeléctrica, petróleo, gas, agua y  recursos mil, podría vivir aislada del resto del mundo sin que tuviera necesidad de nada. Exceptuando un clima cálido, tiene de todo.

El inglés y el francés son oficiales a nivel federal. En algunas provincias hay idiomas amerindios también oficiales. Es un país de católicos, protestantes y ateos, una sociedad plural donde, aunque predomina la cultura anglófona, también tienen su espacio los inuit y los francófonos. El Quebec, no obstante, se quiere separar.

Canadá es una de las patrias más frías de la Tierra. De hecho, el hockey sobre hielo es el deporte nacional. A causa de sus gélidas temperaturas, el 80% de la población se concentra en las costas o en la frontera con Estados Unidos. A pesar de su clima, la gente tiende a ser cálida, educada y amable. Sin duda, una gran nación.

Paquimé: las casas grandes.

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Dentro del heterogéneo conjunto de pueblos que fue los indios mogollón, destaca el pueblo paquimé. Esta cultura se ubica en torno a la Sierra Madre Occidental de México, en lo que actualmente es el Estado de Chihuahua, junto al río Casas Grandes. De hecho, paquimé  significa precisamente en lengua nahuatl «casas grandes».

Esta patria nace en el año 700, fundamentada en la agricultura y en pequeñas casas de adobe. Ya por entonces enterraba a sus muertos, aunque en posición semiflexionada. Hacia el 900 se desarrolla el comercio de sal, conchas y cobre y aumenta el contacto con los anasazi, mogollón, hohokam y otros nativos de la zona.

Entre 950 y 1060 se desarrolla mucho la cerámica y el comercio de turquesas y otras piedras preciosas. También surge la figura del chamán, a quien se le atribuyen facultades medicinales y mágicas. Entre 1060 y 1205 el área de Casas Grandes pasa a ser un gran centro de producción y su influencia se expande al norte.

Entre 1205 y 1265 esta ciudad-estado vive su esplendor: edificios de 6 ó 7 pisos de altura; grandes torres y muros para proteger el país, palacios con habitaciones de adobe y ventanas en forma de T, mercado, edificios ceremoniales, obras de irrigación, acequias con agua, se construyen pequeñas aldeas junto a la gran urbe…

Pero en el siglo XV esta próspera ciudad-estado fue saqueada y vandalizada. Los paquimé sucumbieron ante el asedio de los pueblos enemigos y se marcharon en un éxodo forzado. A partir de ahí se les pierde la pista. Después de que su ciudad fuera abandonada, pasó a ser ocupada por otros pueblos nativos que se instalaron allí.

Esta cultura hoy extinta no sólo destacó en una arquitectura asombrosa. Los paquimé también jugaban a pelota, al igual que otros pueblos amerindios, y su cerámica de vasijas y ollas de barro es de lo mejorcito del México precolombino. Por otro lado, también practicaban sacrificios humanos en honor a los dioses kachina.

Anasazi: la misteriosa desaparición de un pueblo.

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La cultura anasazi es una civilización perdida llena de interrogantes. Nadie sabe el origen étnico de ese pueblo que desapareció antes de la llegada de los españoles a América, y la ausencia de escritura nos impide conocer su verdadero nombre. «Anasazi» procede del idioma navajo y significa «los antiguos» o «las antiguas gentes».

Los anasazi florecieron en la confluencia de los actuales estados de Utah, Arizona, Nuevo México y Colorado. Fue la más sobresaliente cultura precolombina de Estados Unidos. Su historia se inicia en el siglo I A.C. y perdura hasta el siglo XIII, cuando de súbito desaparece misteriosamente. Como si la tierra se la hubiese tragado.

Los anasazi evolucionaron desde el nomadismo y un primer sedentarismo basado en el cultivo del maíz hasta la construcción de asentamientos urbanos. En torno al año 700 y 900 desarrollaron grandemente la cerámica, excelentes sistemas de irrigación y comenzaron a construir casas con mampostería, entre otros muchos logros.

Entre 900 y 1100 se construyeron edificaciones de varias plantas de altura, y entre 1100 y 1200 se establecieron redes de comunicación regional. Entre los siglos XI y XIII, los anasazi desarrollaron una avanzada sociedad de ordenados poblados agrícolas que albergaban 50.000 almas. Sus actuales herederos son los indios pueblo.

A mitad de siglo XIII, algo causó un éxodo masivo de este pueblo. Los anasazi abandonaron precipitadamente sus hogares, dejando atrás sus propiedades, como si esperasen regresar. Se agruparon en ciudades defendidas por murallas y torres o escondidas en los cañones del Colorado. Medio siglo después, se pierde la pista.

Una grave sequía o un ataque de un pueblo hostil pudieron causar el éxodo. Los anasazi veneraban divinidades vegetales llamadas kachina, que creían coetáneas a la creación del ser humano. También practicaban el canibalismo: las víctimas eran asesinadas en rituales sangrientos y cocinadas en vasijas de barro antes de ser devoradas.

Texas: el derecho a la secesión.

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Texas fue colonia de España (y en menor medida de Francia) por siglos, y luego perteneció a México, hasta que unos colonos anglosajones  la independizaron en 1836. Es, junto con Hawaii, California y Vermont, uno de los cuatro únicos estados que fueron independientes antes de unirse a Estados Unidos (lo hizo en 1845).

Durante la Guerra Civil Americana (1861-1865) formó parte de los extintos Estados Confederados. En la actualidad es el segundo estado de Estados Unidos en extensión, población y economía y el icono por excelencia de esa América profunda de rancheros y cowboys con la Biblia en una mano y el revólver en la otra.

Texas tiene una fuerte personalidad sureña. Allí las iglesias protestantes tienen mucha fuerza y la población es conservadora, provida y partidaria de la familia tradicional. Los texanos son defensores a ultranza del capitalismo, el derecho a portar armas y la mínima intervención del Estado en la vida diaria de las personas.

Hay mucha gente blanca, anglosajona y protestante contraria a una inmigración masiva y descontrolada procedente de México, vinculada en ocasiones a la delincuencia. Por otro lado, es fácil encontrar latinos tomando comida tex-mex o asiáticos con el sombrero de vaquero. Es una cultura inclusiva. Se habla inglés y español.

Texas vive un milagro económico. Desde junio de 2009 ha creado casi la mitad de los empleos de todo Estados Unidos. Impuestos bajos, poca regulación y una política pro-negocios no hacen sino atraer empresas de California y Nueva York. Cuenta con una gran industria petrolera y gasística, y en Houston se encuentra la NASA.

Texas se siente cada vez más alejada de Washington, discriminada por una administración central que quiere intervenir en sus asuntos internos, sacarle el dinero y que no controla las fronteras con el vecino México. El malestar es creciente entre el pueblo texano y cada vez más gente reclama su derecho a la secesión.

Nazca: el enigma de los geoglifos.

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Nazca es una antigua cultura amerindia que existió al sur de la actual Lima, Perú, entre los años 100 y 800 aproximadamente. En su época de esplendor llegó hasta Pisco por el norte, Arequipa por el sur y Ayachucho por el este. Era una nación militarista que daba importancia a la guerra y heredera de una etnia anterior: los paracas.

Los nazcas eran un pueblo sedentario que vivía de la agricultura, la pesca, la ganadería, la artesanía, la cerámica y el comercio. Se trataba de una teocracia donde los sacerdotes gobernaban y todo giraba en torno a la religión. A diferencia de otras naciones de la época no existía un líder tiránico ni clases sociales distintas.

Era una cultura fúnebre con grandes necrópolis funerarias, viviendas semisubterráneas y templos piramidales. Los muertos eran enterrados en posición fetal envueltos en una tela. Creían en el más allá y realizaban sacrificios humanos. En ocasiones extraían el cerebro del cráneo y utilizaban las cabezas a modo de trofeo.

Los nazca construían poblados con viviendas y muros de adobe y confeccionaban excelentes tejidos. Eran famosos por su fina cerámica, ornamentada con motivos vegetales, animales y humanos de difícil interpretación . También trabajaron el metal y hasta conocían técnicas como la fundición, el labrado, el repujado o la incisión.

Pero si por algo es mundialmente conocida esta extinta nación es por los geoglifos de Nazca. Se trata de líneas formadas con pequeñas piedras que forman figuras geométricas o dibujos de aves, insectos, peces y vegetales de 50 km de largo por 15 de ancho y que sólo pueden ser apreciadas en su totalidad desde una perspectiva aérea.

Estas líneas se han conservado más de dos milenios gracias al clima seco de la región y constituyen un misterio para la arqueología mundial. Podría ser un calendario agrícola, estar relacionadas con las estrellas o incluso con los aliens… Teorías las hay para todos los gustos pero la respuesta todavía sigue siendo un enigma.

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