El catalanismo es un nacionalismo expansionista, imperialista y racista desde su nacimiento a finales del XIX. Para muestra, un botón. El ideólogo catalán Enric Prat de la Riba en un artículo titulado Greater Catalonia (publicado en La Senyera, 12-1-1907) dijo: «Después de siglos de abatimiento e inconsciencia, sabemos que lo que ser catalanes significa. En un primer momento, este despertar fue provincianismo, fue regionalismo, porque provincia y región es el principado de Cataluña, como región es Mallorca, como región es Valencia. Hoy es ya una intuición de ser suprarregional, ya es nacionalismo, ya es afirmación de la personalidad catalana, ya no acaba en las fronteras de nuestra vieja provincia, sino que va más allá, hasta tocar las palmeras de Murcia y, atravesando el mar, florece en los cielos de Mallorca. No tenemos aún un nombre común (…) Mientras tanto, hagamos como los ingleses con su Greater Britannia, flor de imperio a punto de abrirse: hablemos de la Cataluña grande, que no es sólo el Principado, ni Mallorca, ni el Rosellón, ni Valencia, sino Valencia y Mallorca y el Principado y el Rosellón, todos a la vez. Todos somos unos, todos somos catalanes».
Este mismo ideólogo, Prat de la Riba, había escrito en 1906 una de las obras más referenciadas del catalanismo, La nacionalitat catalana, en la cual defendía que la aspiración de un nacionalismo político es conseguir un estado propio. Ahora bien ¿a qué tipo de nacionalismo hacía referencia Prat de la Riba? ¿A uno pacífico y democrático como el de India o a uno invasivo y agresor como el de Reino Unido? Dejemos que sea el propio autor el que nos lo aclare: «El imperialismo es el modo triunfal de un nacionalismo: del nacionalismo de un gran pueblo. (…) Dominar por la fuerza de la cultura servida y sostenida por la fuerza material, es el imperialismo moderno, el imperialismo integral, el de las grandes razas fuertes de ahora (…) El imperialismo [es] un aspecto del nacionalismo, un momento de la acción nacionalista: el momento que sigue al de plenitud de vida interior, cuando la fuerza interna de la nacionalidad, acumulada, irradia, sale de la madre, anega y fecunda las llanuras de su entorno». El catalanismo ha sido imperialista desde sus inicios; anhela una Gran Cataluña, un Imperio Catalán, camuflado bajo el eufemístico nombre de países catalanes.
Otro gran ideólogo del catalanismo es Antoni Rovira i Virgili, quien en su libro El nacionalismo catalán (1917) explicita la unidad lingüística para lograr la unidad política de los territorios deseados. «Cuando el dominio geográfico de un idioma nacional está netamente delimitado, coincide, en efecto, con el territorio de esta nacionalidad. (…) Unidos por el común origen, por la común historia y por el común lenguaje, los catalanes, los valencianos, los mallorquines y los roselloneses son un mismo pueblo, una nación única. (…). Y hoy, en Cataluña, ya no se dice mucho valencianos y mallorquines, sino catalanes de Valencia y catalanes de Mallorca. (…) Las Islas Baleares son la Cataluña insular, como el Principado y el Reino de Valencia son la Cataluña peninsular, como el departamento francés de los Pirineos es la Cataluña ultrapirenaica. [El catalanismo] es completa y fundamentalmente pancatalanista. (…) La raíz más profunda del pancatalanismo es indudablemente la comunidad del idioma. Porque el idioma es el lazo vivo que une a todos los catalanes de la amplia Cataluña nacional (…). Por la comunidad del idioma se llegará a la futura unidad política».
Ésta es la clave del proyecto catalanista: la lengua. De ahí el empecinamiento de los catalanistas en catalanizar las lenguas aragonesa, balear y valenciana y atribuir a estos idiomas una supuesta catalanidad que realmente no tienen. Este es el Caballo de Troya con el que el imperialismo catalán pretende colonizar las tierras vecinas. Con la excusa de la lengua se llega a afirmar que la paella es «gastronomía catalana» o la Lonja de Valencia «gótico catalán», aunque poco tengan que ver estas cosas con el idioma. Son numerosos los intelectuales del catalanismo que han defendido la existencia de la «raza catalana» como Valentí Almirall, Francesc Pi i Margall, Bartomeu Robert, Pompeu Gener, Josep Torras i Bages, J.Narcís Roca, Miquel dels Sants Oliver, Joan Maragall, Jaume Bofill, Doménec Martí, Josep A. Vandellós, Josep Puig i Cadafalch, Pere Martir Rossell, Carles Pi o Alexandre Cortada entre otros muchos. Los famosos países catalanes no es más que otra forma de referirse a la Gran Cataluña, cuyo nacionalismo odioso, imperialista y racista recuerda mucho a la Gran Serbia de Slobodan Milosevic y la Gran Alemania de Adolf Hitler.
Sep 16, 2014 @ 09:21:44
Llamar: – «es» un movimiento imperialista y racista…. – utilizando textos de hace un siglo. Es quedar bien retratado y es realmente lamentable y deplorable.
Una vez más, propaganda populista para imbéciles que se comen toda la basura anti-catalanista con independentismo-fobia que haga falta.
Pues nada… Que os aproveche.
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Sep 16, 2014 @ 09:56:48
El problema no es que se dijera esto hace un siglo. El problema es que la mentalidad imperialista y racista continúa hoy.
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Sep 16, 2014 @ 09:36:43
Y acusar a todo un pueblo como el catalán, de nazis serbios y hitlerianos des de el argumento de una «paella catalana» de un cocinero pesetero oportunista o el «gótico catalán» de un politicucho con el egoísta afán de ponerse la medallita para ascender en su asquerosa jerarquía de partido…. Mira no se si reirme a carcajada limpia o echarme a llorar por tanta «rencunia» y rabia acumulada contra un pueblo que tan solo busca su propio camino a través de su propia libertad.
Dicho esto,
Estos argumentos, viniendo del que suscribe el articulo, que no es más que otro nacionalista independentista, pero en este caso valenciano, solo me hacen pensar en que mala es la envidia. En nada más.
Saludos cordiales a todos des de Catalunya.
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Sep 16, 2014 @ 09:56:05
No hay nada de envidia. Sólo deseo de que nos dejéis vivir en paz. El nacionalismo valenciano no reclama los países valencianos, ni que el catalán sea una variante del valenciano ni que Salvador Dalí sea valenciano. No somos como vosotros.
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Sep 24, 2014 @ 10:38:20
He aquí el doble rasero, la impunidad intelectual del criterio catalanista. Es decir, el discurso catalanista es el de la libertad. Los demás son opresores, imbéciles… Para tan obtusos criterios, lo mejor es no discutir porque es imposible. Lo que está más que claro, es que Valencia ha tenido una identidad propia desde la Taifa hasta nuestros días (un poco descuidada con la normativa lingüística), la catalana no existe hasta el siglo XIX con su Renaixença. Cuando en el Reyno de Valencia se hablaba romance valenciano a vosotros se os llamaba MARCA HISPÁNICA sin una clara identidad unitaria, Ricard no tenemos envidia, ni mucho menos. No tengo nada en contra de los catalanes, pero sí de los catalanistas que quieren ahogar mi identidad y mi Historia por unas pretensiones materialistas. Creer en una mentira os hace perder a vosotros de vuestra verdadera identidad, así que no os dejéis engañar.
Saludos cordiales a todos desde VALENCIA.
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Jul 19, 2016 @ 11:42:28
Des de Mallorca us diré que formau part entusiàsticament d’un projecte absorcionista i imperialista que es diu Espanya. No sé si això us convé a llarg termini, però pensau-hi una mica. Pel que fa a les races de cans, són comunes a tot el territori, sí aquest territori que negau -Catalunya-. A Mallorca hi ha cans raters, els mateixos que hi ha al País Valencià.
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