Cuba: la isla cárcel.

Cuba fue hallada en 1492 por el mismísimo Cristobal Colón, descubridor de las Américas.  Por centurias fue una colonia del Imperio Español y sufrió el expolio y latrocinio de sus riquezas en favor de Madrid. Con la Guerra de Cuba de 1898, España perdió sus últimas colonias y la isla fue anexionada por los Estados Unidos.

En 1902 se independizó de Washington. Por entonces, era la tercera economía del continente, una potencia azucarera que exportaba a todo el mundo. Los inicios políticos del nuevo estado fueron convulsos. De 1952 a 1959 gobernó el dictador Fulgencio Batista. Muchos negocios cubanos estaban entonces en manos de gringos.

En 1959 triunfó la revolución marxista en el país de la mano de los guerrilleros Ernesto Che Guevara y Fidel Castro, a la postre autócrata de la isla por medio siglo. Fidel nacionalizó las empresas norteamericanas que operaban allí, y en represalia EEUU sometió a la patria a un bloqueo comercial que perdura aún hoy.

La utopía comunista se convirtió en infierno. Hoy Cuba es un estado totalitario y miserable donde las mujeres se prostituyen para sobrevivir. Es un estado policial donde la mitad de la población vigila a la otra media, una isla cárcel de la que es casi imposible escapar aunque muchos, desesperados, intenten llegar a Florida en balsa.

Fidel ha logrado éxitos en la sanidad pública y la alimentación infantil, pero eso no es excusa para violar derechos humanos. En el campo de la cultura, la perla del Caribe ha dado grandes nombres a la humanidad: José Martí, José Lezama Lima, Alejo Carpentier, Guillermo Cabrera Infante, Celia Cruz

Todo es atrasado allí. Es como si hubieran paralizado el tiempo y se hubieran quedado atrapados en los años 50. Mientras, los cubanos bailan salsa y beben ron para olvidar. No sabemos qué planea para el futuro el actual dictador Raúl Castro pero el sufriente pueblo ya no aguanta más. Está desesperado por ser libre.

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