Inglaterra: la nación más poderosa de Europa.

Inglaterra es la nación más poderosa de Europa. La historia de este continente es la de una sucesión infinita de guerras de las que Inglaterra siempre se alza victoriosa. Portugal, España, Francia, Holanda, Alemania, Italia, Escocia, Unión Soviética… todos los imperios han acabado mordiendo el polvo ante la pérfida Albión.

No tiene aliados ni enemigos permanentes. Sólo sus intereses son permanentes.  Los ingleses son unos artistas del «divide y vencerás» y del «esperar y ver». Es una nación capaz de reinventarse a sí misma tantas veces como haga falta, un ejemplo de pragmatismo. No piensa en el interés general sino en el propio, por eso le va bien.

El bravo y nacionalista pueblo inglés es muy celoso de su identidad. Y un rabioso defensor de la soberanía nacional y la libra esterlina frente al proyecto globalizador de la Unión Europea (UE). El idioma inglés, la Iglesia Anglicana, el derecho inglés o su sistema parlamentario están fuertemente implantados en otros estados.

Los ingleses -conservadores, tradicionalistas y liberales- siempre buscaron alianzas estratégicas con otros países angloparlantes: primero con la Gran Bretaña, después con la Mancomunidad de Naciones y finalmente con la angloesfera. La reina de Inglaterra, Isabel II, lo es de dieciséis estados soberanos en todo el mundo.

Inglaterra es la cuna de deportes como el fútbol, críquet, rugby, tenis, badminton, hockey, boxeo, entre otros. Su literatura es riquísima con autores como William Shakespeare, Charles Dickens, Shelley, Keats o Lord Byron. The Beatles, The Rolling Stones o Queen son algunos destacados ejemplos de su célebre música pop.

Inglaterra es la cuna de una de las culturas más importantes de toda la historia de la humanidad. Su economía industrial y su poderío naval han hecho de ella una gran potencia militar. Su mentalidad victoriosa y su devastador poder le han permitido encadenar triunfo tras triunfo. El inglés es un pueblo de ganadores natos.

A la RAE ni caso.

«De las epidemias, de las blasfemias y de las academias, líbranos Señor«.

Rubén Darío (poeta).

Los payasos de la Real Academia Española (RAE) han vuelto a liarla. Ese nido de pedantes dirigidos por un pigmeo intelectual como Víctor García de la Concha (no hay más que verle la cara para darse cuenta de que muchas luces no tiene) han vuelto a hacer el ridículo con sus absurdas reformas. A la palabra «guión» -aguda de toda la vida- ahora se le retira la tilde por monosílaba. Igual «truhán».  Hace unos años suprimieron la tilde al adverbio «sólo», aunque servía para diferenciarlo de «solo» (sin compañía). Incluso se elimina la tilde de la disyuntiva entre cifras… con lo que útil que resulta. «Este» y «esta» tampoco llevarán el acento gráfico nunca. La RAE siempre adelante como los patos… con una cagada a cada paso.

Y todo lo hacen en pro de la supuesta unidad del idioma. Parece que hemos pasado de la «España se rompe» de la derecha más casposa a la de «el español se rompe» de los lisiados mentales de la RAE. ¿Es que no conocen el concepto de «unidad en la diversidad»? ¿Qué problema hay en que a la «V» se le diga «uve» en España y «be baja» en América? ¿Por qué la «Y» pasará de llamarse «i griega» a llamarse «ye»? ¿Por qué todos igual? La lengua no evoluciona con prohibiciones. No se le puede controlar como a un animal domado, como si pudieran ponerle un bozal. A cada minuto nacen y mueren palabras. La RAE sólo debiera limitarse a tomar nota. Pero ni limpia, ni fija ni da esplendor. Si acaso marea más que otra cosa.

Antes, la RAE era una cueva de dinosaurios lingüísticos incapaces de cualquier reforma. Ahora las que hacen son todas surrealistas. ¿De qué sirven todos estos cambios? ¿No ven que empobrecen el idioma? Yo hace años que a la RAE no le hago ni caso y animo a mis alumnos a que hagan lo mismo. Y eso que soy profesor de castellano. Porque el amo de la lengua es el pueblo, no cuatro intelectuales de salón. A ver si se fijan en el inglés, una lengua dinámica y viva, siempre en constante evolución creadora. Es la más importante del mundo y no tiene un ente oficial que la regule. Queridos academierdos, tomen ejemplo del inglés y disuelvan ese disparate que es la RAE… será el mejor servicio que puedan prestar al género humano.

Descarregar debades Els assessinats de la rue Morgue.

Estem d’enhorabona. El bloc cumplix un any de vida i per això volem celebrar-ho d’una forma especial. Inaugurem una nova secció en la pàgina: «Llibres debades» es diu. En ella trobareu obres que podreu descarregar de forma completament gratuïta.

La primera d’elles és Els assessinats de la rue Morgue d’Edgar Allan Poe. És una traducció de l’anglés a la Llengua Valenciana que vaig fer en 2008 i que em serví per a obtindre el títul de professor de Llengua Valenciana per Lo Rat Penat.

La podeu descarregar absolutament de bades i teniu permís per a imprimir-la, enviar-la per correu-e, passar-li-la als vostres amics, etc. És la primera (i millor) novela policiaca de l’història i conta en un pròlec del poeta Anfós Ramon. Feliç llectura.

Per a descarregar-ho puncha ací:

–> Els assessinats de la rue Morgue.

Escocia: el sueño de ser una nación libre.

El Reino de Escocia fue un estado independiente hasta 1707, fecha en que se firmó el acta de unión con Inglaterra, para crear el Reino de la Gran Bretaña. Escocia conservó su sistema legal, educativo y religioso propios. De hecho, Escocia tiene estatus legal de país y la soberanía recae en el noble pueblo escocés y no en el británico.

Los escoceses firmaron la unión con Inglaterra por las buenas porque sabían que, de no aceptarla, tarde o temprano lo harían por las malas. Inglaterra era muy hostil, así que firmaron una rendición disfrazada de unión libre. Así se obtuvieron jugosas ventajas imposibles de negociar de ser anexionados por Londres tras una guerra.

Los escoceses son celtas, progresistas, partidarios del euro y proeuropeos. Los ingleses anglosajones, conservadores, defensores de la libra esterlina y proamericanos. No tienen nada que ver. Escocia tiene dos lenguas nacionales (el gaélico escocés y el lallans). No obstante, la lengua más utilizada por la gente es el inglés.

Es ésta una de las naciones más hermosas del planeta, una tierra de ensueño con una naturaleza espectacular, con unos paisajes que enamoran, especialmente en las Tierras Altas. Es conocida también por su singular folclore: por la triste melodía de sus gaitas, por el misterioso monstruo del Lago Ness, por sus hombres con falda.

Es también cuna de varones ilustres: William Wallace, Alexander Graham Bell, Alexander Fleming, Lord Kelvin, James Watt, John Knox, Adam Smith, David Hume, Lord Byron, Arthur Conan Doyle, Walter Scott, Robert Louis Stevenson… En Escocia nació la industria y el capitalismo modernos.

En los últimos tiempos ha crecido el independentismo en el país, animado por el éxito de Irlanda. Es por todos conocido que a nadie odia más un escocés que a un inglés así que es tiempo de acabar con el artificial estado británico. Escocia, por historia y por derecho, merece ser una de las naciones independientes de la Tierra.

La superioridad de la mentalidad anglosajona.

Se mire por donde se mire, éste es un mundo dominado por hombres blancos, anglosajones y protestantes. En el aspecto político, comercial, económico, financiero, científico, tecnológico, cultural, audiovisual… son los anglosajones los que controlan el sistema. Es más; ellos son el sistema. La cuestión es ¿por qué?  ¿Qué les diferencia del resto? ¿Por qué tienen éxito donde otros no?

No creo en la superioridad de unas razas frente a otras, pero sí en el de unas civilizaciones frente a otras. Es mentira que todas las culturas sean igual de valiosas porque si así fuera tendrían todas un idéntico nivel de desarrollo. Los anglosajones dominan el mundo entero porque son un pueblo con una mentalidad victoriosa orientada al éxito. Su pensamiento se basa en cuatro pilares.

1) Democracia. Mientras que en Europa y Latinoamérica la gente estaba entusiasmada con la idea de una dictadura, en las naciones angloparlantes siempre ha imperado una fuerte tradición democrática. Dictadores como Francisco Franco o Fidel Castro jamás hubiesen podido tener éxito en Canadá o Nueva Zelanda porque en un país anglosajón habrían carecido de apoyo social.

En la actualidad, es fácil comprobar que todos los países que son dictaduras del signo que sea, todos sin excepción, son estados del Tercer Mundo. Por contra, las naciones más avanzadas de la Tierra son democracias sólidas y saneadas. A mayor nivel de democracia, de libertad en definitiva, más prosperidad, más desarrollo. Y los anglosajones creen en ello de forma sumamente firme.

2) Liberalismo. En el mundo anglosajón existe un gran respeto por los derechos individuales y la propiedad privada. Se entiende que los ciudadanos son titulares de derechos inalienables que el Estado deberá respetar. Por contra, en otras culturas se entiende que es el Estado el que graciosamente otorga derechos a la gente. Lógicamente, los abusos del poder son mucho mayores en un país así.

En una patria angloparlante la soberanía recae en el pueblo. No en el Estado, ni en la Corona ni en la República. No, en el pueblo. Y por lo tanto todas las instituciones jurídicas y estatales deben ir dirigidas a respetar la soberanía popular. Existe una fuerte tradición liberal de respeto a la ciudadanía que ningún gobernante se atreve a cuestionar porque allí la libertad no se negocia.

3) Protestantismo. A partir de la Reforma protestante y la Contrarreforma católica del siglo XVI se dibujaron un norte de Europa protestante  y rico frente a un sur católico y pobre. En América ocurre igual. El protestantismo es más democrático y liberal, no apoya dictaduras como hace el catolicismo y respeta más al ciudadano. En consecuencia, forma un país más avanzado y rico.

El protestantismo ofrece una visión de la vida radicalmente distinta del catolicismo. Por ejemplo, frente al problema de la pobreza el catolicismo promueve dar de comer al hambriento mientras que el protestantismo defiende más que dar un pescado dar una caña al pobre y enseñarle a pescar. Es una mentalidad mucho más autónoma, más individualista, menos dependiente del poder.

4) Capitalismo. No es por casualidad que el comunismo haya sido un fracaso absoluto en las naciones anglosajones. Inglaterra fue la inventora del capitalismo moderno. Desde entonces los pueblos angloparlantes se han caracterizado por tener una mentalidad capitalista, orientada a la creación de riqueza, avalada por el derecho anglosajón y por unos estados con instituciones serias y fiables.

En Estados Unidos la mentalidad de un universitario es la de formar una empresa, trabajar para sí mismo y  hacerse rico. En España ese universitario se conforma con ser un trabajador asalariado o como mucho opositar. Mientras en Extremadura o Andalucía se fomenta la mentalidad limosnera de vivir de subvenciones, en Ohio o Arkansas uno lo que quiere es hacerse rico.

Conclusión. No es por casualidad que sea un conjunto de cinco naciones blancas, anglosajonas y protestantes (Canadá, Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda) el que lidere el mundo. Todas ellas son potencias en sus respectivos continentes, a excepción de los Estados Unidos, que es la superpotencia mundial. Todas tienen una mentalidad victoriosa orientada al triunfo.

Ciertamente habrá quien diga que el inglés también se habla en numerosas naciones subdesarrolladas (fundamentalmente en África y  Asia), pero lo cierto es que generalmente se trata de un idioma inglés corrupto (criollo) que  además en la mayoría de casos ni siquiera es usado por los hablantes locales como lengua materna. Es por ello que no les puedo considerar anglosajones de verdad.

Angloesfera.

La angloesfera es el término con el que el escritor James Bennet calificó a un conjunto de cinco naciones anglosajonas: Canadá, Estados Unidos de América, Gran Bretaña, Australia y Nueva Zelanda. Estos cinco estados tienen mucho en común. Culturalmente son de mayoría blanca, anglosajona y protestante. Los cinco son potencias; Estados Unidos a nivel mundial y el resto a nivel continental. Y lo más importante: suelen estar de acuerdo en todo porque piensan igual y tienen intereses en común.

A pesar de que cada día que pasa se abren verdaderas brechas entre el inglés americano y el británico de tal forma que en un futuro podrían constituir dos lenguas distintas, lo más probable es que pertenezcan oficialmente unidas. A los Estados Unidos de América le interesa compartir un idioma con el resto de naciones de la angloesfera porque esta alianza asegura su hegemonía mundial. No en vano todas sus intervenciones militares suelen contar con el apoyo entusiasta y unánime de estos cuatro grandes países.

En este siglo XXI se va a producir una lucha encarnizada entre los norteamericanos y los chinos por dirimir quién de los dos se convierte en la gran superpotencia mundial. A priori, los americanos tienen más posibilidades; no sólo porque en la actualidad gozan de una superioridad tecnológica y económica sino también, y muy especialmente, porque China no tiene amigos mientras que por el contrario los Estados Unidos cuentan con cuatro poderosísimos aliados dispuestos a apoyarle hasta el final.

Nigeria: un país, 500 idiomas.

Unidad desde la diversidad. Así podríamos definir a Nigeria, el país más poblado de África (150 millones de habitantes) donde se hablan más de 500 idiomas. Ante semejante Babel, los nigerianos acuden al inglés como lengua franca pero en el día a día usan la lengua local. El país se independizó del Imperio Británico en 1960.

La riqueza multicultural y la pluralidad étnica y lingüística es un valioso tesoro etnográfico que sin duda debe ser preservado. Por ello, desde el Gobierno se fomentan políticas de impulso a las lenguas regionales, que tienen una presencia activa en las escuelas, en la administración, los medios de comunicación o el cine.

Nigeria es el segundo productor mundial de películas (por detrás de India y por delante de Estados Unidos), cuenta con el arte escultórico más importante de África (el de la etnia Edó) y una literatura prolífica en varios de sus idiomas, con autores de talla mundial como el Premio Nobel Wole Sokinya o Chinua Achebe.

Pese a ser el primer exportador de petróleo y gas de África, es una nación del Tercer Mundo con grandes desigualdades sociales, corrupción política y violaciones de los derechos humanos.  Son muy conocidos sus hombres, famosos por ser los mejores estafadores del mundo, así como la monumental ciudad de Lagos.

La república se enfrenta al separatismo de la sureña región de Biafra. También existen fuertes tensiones por motivos religiosos ya que el país se divide casi al 50% en musulmanes y cristianos. Nigeria del oeste y del este se diferencian tanto como Irlanda y Alemania. Y la del norte se diferencia de ambas tanto como China.

El país es un puzzle de idiomas y culturas, una macedonia de etnias y de pueblos que ha optado por la unidad nacional bajo una misma bandera. Unidad desde la diversidad. De este modo ha logrado convertirse en la gran potencia política, económica y cultural de África Occidental. Para los nigerianos, la unión hace la fuerza.

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