¿Sabías que los más grandes intelectuales catalanes han negado la unidad de valenciano y catalán?

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Algunos de los más grandes intelectuales catalanes de todos los tiempos han negado, con mayor o menor intensidad, que catalán, valenciano y balear sean una única lengua.

«El catalán y el valenciano son dos formas de una misma rama idiomática; cada una con su personalidad, y cada una con su afinidad marcada». Son palabras del catalán Guillem Díaz Plaja, crítico, profesor y escritor, académico de la Real Academia Española (RAE) y miembro del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Palabras recogidas por Vicent Ramos en su libro Pancatalanismo entre valencianos (1978).

En la misma línea se pronunció en su Geografía General del Reino de Valencia (1920-1927) el historiador, bibliógrafo, político y escritor catalán Francesc Carreras i Candi: «Nadie podrá asegurar que el valenciano y el mallorquín sean dialectos del catalán. Los tres se han desarrollado con absoluta simultaneidad de tiempo y divergencias léxicas, sin influirse mutuamente».

Y continúa Carreras i Candi: «Nuestro juicio es aceptar una distinción racional entre valenciano, catalán y mallorquín, así en lo que concierne a sus variantes lingüísticas y también a su propia procedencia».

También Alexandre Cirici encontró diferencias notables entre ambas lenguas. En 1980, incluso llega a reconocer en su ponencia en la Asamblea de Parlamentarios del Consejo de Europa sobre lenguas minoritarias que los valencianos no consideran el catalán su lengua: «En cuanto al valenciano aquí la cosa es muy pintoresca. Verás: los catalanes escribimos en valenciano o leridano. La diferencia estriba en que nosotros pronunciamos de una forma mientras que los valencianos lo hacen tal como escriben. Es una cosa curiosa el hecho de que nuestra lengua ha tenido desarrollo literario a partir del valenciano, porque era el que se utilizaba en los documentos oficiales del pasado. De todas formas los valencianos, por tradición, consideran que hablan otra lengua diferente del catalán». Cirici es estudioso y crítico del arte, docente, diseñador gráfico, publicista y político.

Según algunos filólogos, una de las causas por las que avanza la castellanización de la sociedad valenciana es porque los niños no se identifican con el dialecto barcelonés que les imparten en la asignatura de valenciano.

El catalán Miquel Batllori también era consciente de ese fuerte rechazo social: «El catalán de Barcelona que se intenta imponer en Valencia y Baleares es un dialecto infecto e infame… es totalmente anticatalán ya que en esos lugares nunca se aceptará que un dialecto tan infecto como el de Barcelona se pueda imponer como lengua nacional». Estas palabras fueron recogidas por el diario Las Provincias el 2-11-1992. Batllori fue teólogo, historiador, escritor y un gran erudito que fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales de 1995.

El miembro de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL), Jordi Colomina, admitió (Actes de les Jornades sobre normes i planificació lingüístiques, 1994) que hay que forzar de forma artificial a los valencianos para que hablen como en Barcelona: «Ahora creo que ha llegado la hora de actuar sobre los hábitos ortográficos de los valencianos. Ya hemos conseguido una cierta tradición valenciana de escribir el valenciano de una determinada manera desde hace unos años, y se actuó con prudencia, pues se temía que los valencianos no aceptaran determinados cambios. Yo creo que ahora es el momento de introducir más cambios. Por ejemplo, la acentuación. Tenemos que acentuar todos igual, por tanto propongo que los occidentales tenemos que aceptar la norma oriental. Dicho entre paréntesis, la morfología verbal es la única cosa que aún no podemos unificar. El momento no es bueno todavía, no podemos. Creo que puede ser en 15 o 20 años si la comunicación sigue aumentando entre los países catalanes podremos alcanzar esa unificación. Éstas son unas propuestas para que los valencianos nos adaptemos a la ‘norma barcelonesa'».

FUENTE:

Las Provincias. 2-11-1992.

-Carreras i Candi, Francesc. Geografía General del Reino de Valencia. Ed. Martin. 1920-1927.

Ferrer, Josué. Els més grans intelectuals catalans han negat l’unitat de les llengüesValéncia hui. 3-6-2007.

-Ramos, Vicent. Pancatalanismo entre valencianos. Quiles. 1978.

 

¿Sabías que el mejor filólogo catalán del siglo XX defendió el idioma valenciano?

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«La individualidad de la lengua valenciana dentro de la familia de las lenguas de Oc, nadie que tenga una mediana cultura la pone en duda». Estas palabras corresponden al catalán Manuel de Montoliu i Togores, quien fue doctor en Filosofía y Letras, articulista, filólogo y escritor. Montoliu está considerado por muchos como el más destacado filólogo catalán del siglo XX.

Este ilustre profesor de la Universidad de Barcelona nació en esa ciudad en 1877 y también murió allí en 1961 y por tanto vivió en una época en la que no se cuestionaba desde el punto de vista de la ciencia que el valenciano fuera una lengua independiente. «Hoy los escritores catalanes ya no oponen razones científicas a la fuerte personalidad de la lengua valenciana, ni se oye con tanta frecuencia como antes alegar la clasificación  según la cual se le da el nombre de catalán a todas las lenguas occitanas de España», afirmaba Montoliu.

Montoliu era de la opinión que el catalán, el balear y el valenciano eran idiomas hermanos dentro de una gran familia de lenguas (la familia occitana) donde están incluidos también el lemosín, el provenzal, el occitano, el auvernés y un largo etcétera de idiomas hablados en el sur de Francia y con los cuales nos entendemos.

«Confieso por mi cuenta que esta clasificación, como la mayoría de ellas [la de las lenguas occitanas de España] no deja de ser convencional. El nombre que se le ha de dar a una lengua es siempre un problema difícil, y llega a ser imposible su solución cuando se trata de agrupaciones de lenguas y de dialectos. Las discusiones sobre si debe llamarse provenzal o lemosina la lengua medieval de los trovadores; italiano o toscano, la lengua italiana; castellano o español la lengua oficial de España, están todavía en el orden del día».

Manuel de Montoliu es uno de los cerebros más insignes de la pasada centuria y, a diferencia de los actuales intelectuales catalanes, siempre fue respetuoso con la voluntad del pueblo valenciano:

«La costumbre de llamar valenciana a la lengua popular de Valencia, la vemos seguida constantemente por los escritores valencianos de los siglos XIV y XV. Lo más sensato y prudente es aceptar sin discusión esta costumbre que perdura hasta el presente. Aunque parezca una paradoja, quiero aclarar que el elogio que escribió Cervantes de la lengua valenciana, tiene para mí más importancia y más peso que la opinión de tres o cuatro sabios. ¡Salve, pues, dulce lengua valenciana!».

Es ésta la manifestación más contundente de Montoliu hacia la lengua nacional de los valencianos. El más importante filólogo del siglo XX consideró que el valenciano era una lengua independiente dentro de la familia de lenguas de Oc. Todas estas declaraciones vienen recogidas en el libro La llengua valenciana, en perill de Francesc de Borja Cremades, publicado en 1982.

FUENTE:

-De Borja Cremades, Francesc. La llengua valenciana, en perill. Grup d’Acció Valencianista. 1982.

Ferrer, Josué. El millor filòlec català del segle XX defengué l’idioma valencià. Valéncia hui. 25-3-2007.

¿Sabías que la RACV es una institución centenaria que vela por la lengua y cultura valencianas?

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La Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) es una institución centenaria encargada de velar por la lengua y cultura valencianas. A lo largo de su siglo de existencia por ella ha pasado la flor y nata de la intelectualidad valenciana y quizás resultaría injusto destacar el  nombre de algunos académicos en detrimento del de otros. Sus orígenes históricos se remontan al 15 de enero de 1915 cuando de la mano del entonces presidente de la Diputación de Valencia, Josep Martínez Aloy, y del diputado Joan Pérez Lucia, se fundó lo que en aquel tiempo recibió la denominación de Centro de Cultura Valenciana. El Ayuntamiento de Valencia pronto se sumó a este proyecto y apoyó a la nueva entidad. Así, ya en 1917, el consistorio le cedió para su uso el Salón del Consolat de Mar de la Lonja de la Seda de Valencia (edificio gótico declarado Patrimonio de la Humanidad). En este ilustre salón se celebran hoy los actos más solemnes de la RACV.

La prestigiosa entidad académica ha experimentado varias reestructuraciones a lo largo del tiempo, extendiendo con los años su trabajo científico a nuevas áreas de estudio. De esta manera, en la segunda mitad del siglo XX el Centro de Cultura Valenciana se presentaba como centro valenciano de investigación en diversas áreas en las que contaba con profesionales de reconocido prestigio: Lengua y Literatura; Etnografía y Folklore; Historia y Arqueología; Prehistoria y Antropología; Ciencias Naturales; Geografía del Reino de Valencia; Filología Valenciana; Conferencia Club; Cronistas del Reino de Valencia y Protectores de las Cruces y de los Ermitorios del Reino de Valencia. En el año 1946 el Centro ingresó en el Patronato José María Quadrado, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Este patronato se transformó después en la actual Confederación Española de Centros de Estudios Locales (CECEL).

El funcionamiento y las actividades del Centro fueron aumentando y su prestigio también. En 1978, con el visto bueno de la Diputación, fue rebautizada como Academia de Cultura Valenciana, denominación que expresaba mejor la esencia y espíritu que había tomado la entidad. En 1986, la Academia fue aceptada dentro del Instituto de España como Academia asociada, junto con otras academias del Estado.  En 1991 el Rey de España Juan Carlos I de Borbón le concedió el título de Real, de tal manera que a partir de aquel momento pasaba a ser reconocida y bautizada como Real Academia de Cultura Valenciana (RACV). La RACV tiene el reconocimiento y recibe subvenciones públicas del Ayuntamiento de Valencia, la Diputación de Valencia y la Generalitat Valenciana y mantiene convenios de colaboración con la Universidad CEU Cardenal Herrera, la Universidad Politécnica de Valencia y la Escuela Internacional de Protocolo de Valencia.

Ante la ausencia de un modelo ortográfico oficial que normativizara la lengua valenciana, la RACV dictaminó, en 1981,  unas normas conocidas por el apelativo de Normas de El Puig, debido a que fueron firmadas en el Monasterio de El Puig ante numerosas entidades e intelectuales. Estas normas tuvieron reconocimiento oficial, al ser publicada en ellas en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) la primera edición del Estatuto de Autonomía (1982) y ser empleadas por la Conselleria de Cultura de la Generalitat Valenciana en la enseñanza del valenciano en las escuelas. También fueron usadas por las Diputaciones y los Ayuntamientos. Estos trabajos de investigación sobre la lengua valenciana hicieron que la entidad científica pasara a contar con un enorme arraigo popular por su encendida defensa y recuperación de la auténtica lengua valenciana,  frente a los continuos intentos de anexión lingüística y cultural del imperialismo catalán.

FUENTE: Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).

¿Sabías que en valenciano se dice «la fi de semana» y no «el cap de setmana»?

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Una muestra clara del mal llamado proceso de normalización lingüística (en realidad proceso de sustitución lingüística) que pretende sustituir todas las palabras típicas valencianas por otras catalanas es la inoculación del barbarismo cap de setmana (fin de semana, en catalán) que está suplantando al término valenciano fi de semana (fin de semana), según denuncia el profesor Manuel Gimeno.

Emplear cap de setmana en valenciano para referirse al sábado y domingo es una aberración total. Cap significa «cabeza» o «principio» en valenciano. Por ejemplo, la expresión Cap d’any quiere decir «primer día del año» o «principio del año», por eso la usamos en la noche del 31 de diciembre al 1 de enero, porque la nit de cap d’any es la «noche de principio de año» o la «primera noche del año».

Fi, en cambio, significa «fin» en nuestro idioma. La fi de semana es la expresión correcta para referirse al sábado y domingo, que son, efectivamente, los últimos días de la semana. Emplear el término cap de setmana (principio de semana) que referirnos al final de semana es delirante, y tan sólo se sostiene porque es muy usado en Cataluña y los políticos antivalencianos pretenden que lo sea también en Valencia.

Decir cap de setmana en valenciano sólo tendría sentido si empleáramos el calendario judío, en el que, en efecto, el domingo es el primer día de la semana. Pero mientras nos guiemos por el calendario occidental, la forma correcta para referirnos a los últimos días de la semana (sábado y domingo) será fi de semana. Defender lo contrario es un ataque al idioma valenciano, a la lógica y al sentido común.

 

Fuentes consultadas:

– Gimeno, Manuel. Del fi de semana al «cap de setmana», en poc de temps. Plataforma Jovenil Valencianista.

¿Sabías que la Constitución Española de 1978 se publicó en Normas de El Puig?

Agradecimientos a Josep Lluís García Ferrada (Burriana), Jaume Hurtado (Valencia) y Virgínia Segura (Valencia).

Hoy en día se pretende borrar cualquier rastro de la lengua valenciana, aduciendo que se trata de un idioma inventado que en realidad no existe. Pero la historia es tozuda y cuando nos sumergimos en ella encontramos un puñado de pruebas que desmienten las tesis pancatalanistas y nos hablan de una lengua viva. Así, la Constitución Española de 1978 fue publicada, además de en castellano, en otras lenguas vernáculas del Estado. Se publicó en Normas de El Puig a finales de los 70.

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Los ejemplares bilingües (español y valenciano) de la Constitució Espanyola de 1978 fueron difundidos masivamente entre el pueblo valenciano y aún hoy se conservan en miles de hogares. Su portada era crema y el único dato de impresión dice: Depósito legal B. 36.416 – 1978. Imprime EBSA. Carretera nacional 152 km 21.650 Parets (Barcelona). Es decir, fue impreso en Barcelona pero en valenciano. Se publicó a propósito del referéndum nacional de 6 de diciembre de aquel mismo año.

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Otra Constitución, de tapa negra, fue editada per Josep Miquel Lerma Marín y publicada en 1979 como consta en su Depósito Legal V-261-1979. Es una versión íntegramente en valenciano y reza en su portada Text en llengua valenciana (Texto en lengua valenciana). A modo de anécdota muestra las banderas de León y de Castilla por separado y banderas de Aragón, Baleares y Murcia distintas de las actuales ya que el Estado de las autonomías aún no se había desarrollado del todo.

También de finales de la década de 1970 está la Constitución española: con versiones en castellano y valenciano. Ilustre Colegio de Abogados de Valencia. 1979. V. 1.068-1979 (edición bilingüe). Luego llegó La Constitución Española. Generalitat Valenciana. 1983. V. 2757-1983 (edición bilingüe). Es muy significativo que dos entidades de la solera del Colegio de Abogados de Valencia y la Generalitat Valenciana publicaran por aquel entonces en valenciano y no en catalán.

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Algo posterior es la Constitució espanyola: aprovada per les Corts el 31 d’octubre de 1978 i Reforma de l’articul 13, apartat 2: aprovada per les Corts el 22 de juliol de 1992. Del Senia al Segura. 1993  V. 3322-1993 (versión en valenciano). Traducimos, para los no valencianoparlantes: Constitución española: aprobada por las Cortes el 31 de octubre de 1978 y Reforma del artículo 13, apartado 2: aprobada  por las Cortes el 22 de julio de 1992.

¿Sabías que las únicas obras teatrales infantiles de la Edad Media de toda Europa que han llegado a nuestros días son en valenciano?

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En una época en la que la mayoría de la población era analfabeta, la única manera de hacer entender un mensaje de forma sencilla y didáctica era a través del teatro. No obstante, las obras de teatro interpretadas por niños no eran cosa común en la Europa medieval. De hecho, en toda Europa sólo hay tres obras teatrales infantiles que daten de la Edad Media y que hayan llegado hasta nuestros días. Curiosamente las tres son del Reino de Valencia, las tres en lengua valenciana y las tres se siguen escenificando, con gran éxito de público, a fecha de hoy.

Los Milagros de Sant Vicent Ferrer (Milacres de Sant Vicent Ferrer en valenciano) son representaciones teatrales infantiles que se realizan en las calles de Valencia capital, en unos escenarios artesanales decorados con temática religiosa conocidos como Altares de Sant Vicent y en la que los niños interpretan con ropa de época distintos milagros realizados por el santo valenciano. Las representaciones se realizan durante las fiestas patronales del santo. La labor de la Junta Central Vicentina y Lo Rat Penat mantienen con vida esta tradición secular.

Otra obra es los Misterios del Corpus Christi (Misteris del Corpus Christi en valenciano), una especie de entremeses o autos sacramentales que se realizaban antes de la procesión del Corpus para que el pueblo entendiera los «misterios bíblicos». Algunos se representaban encima de las propias Rocas (carros triunfales que sólo salen en esta festividad y que son únicos) y otros, en la misma calle. La función se lleva a cabo en Valencia capital y otras localidades del Reino. Data del siglo XV y ha llegado a la actualidad gracias al tesón de la asociación Amics del Corpus.

Pero la joya de la corona es el Misterio de Elche (Misteri d’Elig en valenciano), que se escenifica cada 14 y 15 de agosto en el interior de la Basílica de Santa María en Elche (Vinalopó). Es enteramente cantada; puede pues considerarse un antecedente de la ópera. La obra trata de la dormición, asunción y coronación de la Virgen María y se viene representando, posiblemente, desde el siglo XV (aunque otras versiones hablan del siglo XIV o hasta del XIII). Es Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la UNESCO desde el año 2001.

¿Sabías que Anfós Ramon ganó más de 300 premios literarios?

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El Reino de Valencia siempre fue un país de poetas y a lo largo de sus más de mil años de historia ha habido muchos autores que han compuesto hermosos versos en latín, árabe, lemosín, valenciano, castellano o catalán. Pero el escritor valenciano más condecorado de todos los tiempos es el poeta Anfós Ramon i Garcia (Valencia capital 1924-2014), quien cosechó más de 300 galardones literarios. Y eso sin contar segundos premios, terceros, cuartos, accésits y menciones honoríficas, con lo que sobrepasaría con mucho el medio millar de títulos.

Dedicó gran parte de su producción literaria a la poesía satírica y festiva y ganó multitud de concursos de llibrets de falla. Destaca el premio Bernat i Baldoví, que se adjudicó en diecisiete ocasiones. Por si fuera poco, logró también varias veces el premio Maximilià Thous, el Esteve Victoria, el Almela i Vives, el Andrés Cabrelles, el Emili Panach «Milo», el Josep Bea, el Peris Celda, el Emili Camps i Gallego, el Josep Melià Castelló, el Falla Pintor Andreu de Alzira… En el apartado de poesía fallera Ramon superó de largo el centenar de laureles.

También escribió una poesía culta y profunda con la que cosechó otro centenar largo de trofeos. Destaca la Flor Natural de los Juegos Florales de Valencia (lograda en nueve ocasiones). También ganó muchas Flores Naturales de Paterna, Xàtiva, Massamagrell, Vilanova de Castelló, Nules, Algemesí, Massanassa o Meliana, entre otras poblaciones, además de Violas, Englantinas y otros Premios Extraordinarios. Aunque su poesía está escrita casi al 100% en valenciano, en idioma castellano ganó las Flores Naturales de Montanejos, Chest, Enguera o Alboraig.

Ganó también concursos convocados por instituciones políticas, culturales y sociales: Premi Valéncia de la Diputació Provincial, el Xavier Casp del Ayuntamiento de Carlet, el Ciutat de Castelló, el Primavera de l’Associació El Palleter de Catarroja, el Primavera de Amics de la Poesia, el Premi Valéncia de Poesia Roïç de Corella del Ayuntamiento de Valencia, el Benvingut Oliver del Ayuntamiento de Catarroja, la Taronja d’Or de Vilarreal, la Rosa i Medalla d’Or de la Casa dels Obrers, L’Olimpiada de l’ Humor, el Premio de la Vendimia de Jerez…

Además, recibió distinciones por el conjunto de su dilatada carrera literaria: Cavaller de la Poesia por la Asociación Amigos de la Poesía de Valencia, Cavaller del Centenar de la Ploma como custodio de la Real Senyera, la Palma d’Or del Grup Cultural Ilicità Tonico Sansano Mora, el Premi Josep Maria Guinot de la Associació Cardona Vives o el Valencianos en la Onda de Onda Cero Radio. Destacan por encima de todos el Premi Nacional de Lliteratura en Llengua Valenciana (2002) y el Premi Llealtat del Grup d’Accio Valencianista (GAV) de 2008.

Pero la mayor corona que jamás pudo obtener Anfós Ramon fue legarnos un puñado de obras maravillosas que lo convierten en un autor inmortal que siempre será recordado por el pueblo valenciano. Destacan A tres carrers, Sembrarem la veritat, Exigiré la font i el testimoni, I les notes de vidre a la paraula, Si el vent estrena paraules, L’espill transparent, De la nit i les mentires, Des de la veu del silenci, Ofici de Paraules, La clau del llavi obert o Rapsòdia en carn per dins. Anfós vivirá para siempre a través de su magnífica obra.

¿Sabías que el valenciano es una lengua graciosa, dulce y agradable?

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El valenciano es famoso por ser un idioma meloso y agradable al oído. Entre otros muchos, lo alabó el literato Miguel de Cervantes: «La valenciana, graciosa lengua, con quien sólo la portuguesa puede competir en ser dulce y agradable». Por su parte, el historiador Martí de Viciana también se deshizo en halagos: «Haber concedido Dios a Valencia una lengua polida, dulce y muy linda, que con brevedad moderada esprime los secretos y profundos conceptos del alma, y despierta el ingenio a vivos primores, donde le resulta un muy esclarecido lustre». El autor Carles Ros definió a la lengua valenciana como «graciosa, breve, dulce, suave, primorosa, gentil, gallarda, elegante, compendiosa, pura, aguda, enfática, sentenciosa, suave, elocuente» a la vez que dijo que «la lengua catalana es malsonante, grosera, isleña y montaraz» y la tildó de «margall», es decir, de mala hierba.

¿Sabías que en valenciano se dice vacacions y no vacances?

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Agradecimientos a Joan Vanrell Nadal (Valencia).

Uno de los barbarismos más extendidos en la lengua valenciana es la palabra vacances, un galicismo introducido al catalán por el químico Pompeu Fabra. El término correcto es vacacions (vacaciones, en castellano) que, en contra de lo que pueda parecer, no es un castellanismo. El vocablo vacacions proviene del latín vacatio, vacationis. Es de hecho la misma raíz latina que oratio, orationis, de la que deriva la palabra oracions (oraciones, en español). Si a partir de oratio, orationis decimos oracions (y no orances) entonces por la misma regla de tres de vacatio, vacationis debemos decir vacacions (y no vacances).

¿Sabías que el pueblo valenciano afirma que el valenciano es una lengua distinta del catalán?

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Según un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) con fecha de 2004, la amplia mayoría de la sociedad valenciana considera que el valenciano no es el mismo idioma que el catalán. Hasta la actualidad todos los estudios y encuestas efectuados al pueblo valenciano han ido siempre en la misma línea. Y eso a pesar del adoctrinamiento pancatalanista que reciben los niños y jóvenes en colegios, institutos y universidades.

Si preguntamos sobre la identidad de su lengua, el 64’4% de los valencianos considera que el valenciano “es una lengua diferente y diferenciada del catalán” por tan sólo el 29’9% que cree que el valenciano es “la misma lengua que se habla en Cataluña e Islas Baleares”. Un 5’1% no sabe y un 0’5% no contesta.

Uno de los apartados más significativos del discurso está relacionado con la opinión sobre esta misma cuestión de los votantes de cada uno de los partidos políticos. En la mayoría de los grupos políticos –Partido Popular (PP), Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), Unio Valenciana (UV) y abstencionistas–, la opinión más respaldada es la que señala que catalán y valenciano son lenguas distintas.

Esa creencia cuenta con un respaldo mayoritario entre los sectores conservadores. Concretamente con el 76% de los votantes de UV y el 74% de los del PP. También los socialistas piensan igual; para ser exactos el 63,2% del PSPV. Sólo los votantes de la extrema izquierda catalanista (Esquerra Unida (EU) y Bloc Nacionalista Valencià (BNV)) defienden de forma mayoritaria que valenciano y catalán son la misma lengua. El estudio toma como referencia el voto en las elecciones autonómicas de mayo de 2003.

Por lo que respecta a la importancia que los valencianos le dan al debate lingüístico, el estudio del CIS proclama que “la resolución del problema lingüístico no es un tema prioritario para el conjunto de los valencianos. A pesar de ello, cuatro de cada diez opinan que la resolución de este problema es muy o bastante importante; tres de cada diez consideran que es algo importante y dos de cada diez le conceden escasa importancia, poca o ninguna”.

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