Venezuela: la cuna de Hispanoamérica.

Venezuela es la primera nación americana que se independizó del Imperio Español, en el siglo XIX. Fue en la Batalla de Carabobo de 1821, donde el ejército realista fue masacrado. Allí, en Valencia, nació Venezuela y provocó un efecto dominó en toda Hispanoamérica que acabaría por enterrar el imperio colonial en 1898.

Y es que Venezuela es por encima de todo la patria de Simón Bolívar. Bolívar fue el libertador de cinco naciones (Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia) y su figura es omnipresente en el país. En los discursos, en los grafitis en las calles, los libros, en los bares… Todo el mundo rinde un culto casi mesiánico a aquel gran hombre.

Hoy es una nación famosa por tener a las mujeres más hermosas del planeta, por ser la superpotencia de los concursos de belleza, por sus telenovelas románticas y por ser uno de los mayores productores mundiales de petróleo y gas. Pero también sufre una alta tasa de corrupción y un aumento de la inseguridad ciudadana y del crimen.

Actualmente Venezuela vive bajo una dictadura neocomunista disfrazada de democracia con el presidente Hugo Chávez. Los recortes de libertades y de derechos individuales, las expropiaciones, y los cierres de medios de comunicación están a la orden del día. Todo augura una progresiva y creciente cubanización del país.

Pero allá donde prolifera la maldición, también suele abrirse paso la bendición, en este caso espiritual. En la república ha experimentado un fuerte avivamiento del Espíritu Santo, la gente predica la Biblia en medio de las plazas públicas y hay una auténtica explosión de iglesias evangélicas presente en cada barrio de la patria.

Venezuela es una tierra histórica que ha dado al mundo personajes célebres como Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Arturo Michelena, Rómulo Gallegos o Andrés Bello. Es el faro de luz que alumbra a América Latina, un país que ha inscrito su nombre en los libros de historia con letras de oro.

Taiwan: un fortín de la libertad frente a la amenaza comunista.

Tras la revolución popular del líder Mao Tze-Tung que llevó a los comunistas chinos al poder en 1949, fueron muchos los disidentes -la mayoría comerciantes de clase alta- los que huyeron a Taiwan en busca de refugio. Así, transformaron la isla en un fortín del capitalismo que resistió frente a la revolución de Mao.

Desde entonces, tiene un estatus político único: oficialmente, representa a la China nacionalista que perdió la Guerra Civil (1927-1950) pero en la práctica es un estado que no reconoce la autoridad de la China continental. Pekín la considera parte de su territorio aunque en la práctica no ejerce control alguno sobre ella.

El debate sobre si Taiwan representa a la China precomunista o sobre si debe independizarse, va decantándose cada vez más hacia la segunda opción. De hecho, el que fue presidente entre 2000 y 2008, Chen Shiu Bian, a punto estuvo de declarar formalmente la independencia pero al final desistió por miedo a una guerra con China.

En la actualidad, Taiwan está comprometido con la democracia, el capitalismo y los valores occidentales y se ha armado hasta los dientes para defender su libertad frente a la amenaza del gigante comunista chino. Los Estados Unidos de América, Japón y Corea del Sur son sus aliados políticos y militares más firmes en la zona.

La isla tiene el tamaño de Cataluña y en ella viven 27 millones de almas. Cuenta con una lengua propia que es hablada por la mayoría del pueblo (el taiwanés) además de otros dos idiomas (el hakka y el mandarín). Es un país altamente industrializado y uno de los primeros fabricantes mundiales de microprocesadores y de chips.

El pueblo mira con incertidumbre al futuro. Quizás el día que caiga el comunismo en China, Pekín pase del puño en alto a extender la mano a la isla en pro de una reunificación nacional. O quizás sea entonces el momento de ejercer la autodeterminación y convertirse oficialmente en un estado soberano. El tiempo lo dirá.

12 de Octubre: ¿Y si desapareciese España?

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Hoy 12 de Octubre se celebra el día de la hispanidad y es la fiesta nacional del Reino de España. Felicidades a todo el mundo. Ahora bien, creo que no hay mejor día que éste para reivindicar la mejor celebración que podrían festejar los españoles, que sería enterrar el país para siempre. Y lo digo sin acritud ni ánimo de provocación. Al contrario; creo desde la más profunda sinceridad que a todos los que hoy somos españoles nos iría mucho mejor si España no existiese. Me explico; los distintos pueblos que hoy componen el Estado vivieron sus mejores tiempos en la época en la que eran naciones soberanas. Y todos -a excepción hecha de la Comunidad de Madrid- hemos salido perdiendo con este experimento fallido, con este país-problema, este mal crónico que por nombre lleva España.

Castilla llegó a ser la nación más poderosa de la Tierra (hoy es un desierto yermo y baldío); León fue un reino con identidad propia (ahora ni de comunidad autónoma dispone); Aragón una gran potencia en el Mediterráneo (hoy es el Tercer Mundo); Valencia tuvo el primer Siglo de Oro de una lengua neolatina (actualmente, niegan que el valenciano exista), Mallorca fue un país influyente (ahora una colonia), etcétera. Todos hemos salido perdiendo desde que existe España. Hoy no somos ni la sombra de lo que fuimos cuando éramos un conjunto de naciones independientes y no somos ni la sombra de lo que seríamos si recobrásemos esa soberanía. Y para muestra un botón: veamos qué tal le ha ido a uno de los últimos pueblos en convertirse en una de las naciones libres de Europa.

Montenegro se independizó de Serbia en 2006, es decir, hace tres años. ¿Cuál ha sido el resultado? Según datos publicados por el diario Avui del 24-8-2009, en sólo tres años de independencia, el Producto Interior Bruto (PIB) del nuevo estado ha crecido un 84%, el sueldo medio se ha doblado, el paro ha descendido del 32 al 10% y el país ya no depende de las inversiones de Rusia y Serbia. Al contrario; ahora trabaja a toda velocidad para ingresar en la Unión Europea (UE) en el futuro. El primer ministro montenegrino, el nacionalista Milo Djukanovic, es considerado poco menos que un rey y es que el cambio ha sido tan radical que si el referéndum de autodeterminación de 2006 se repitiese hoy, muchos proserbios que entonces votaron contra la independencia hoy lo harían a favor.

Galicia, Euskadi, Cataluña, Navarra, Valencia, Islas Canarias… ¿Alguien duda de que estarían mucho mejor si fuesen estados soberanos? ¿Qué beneficio obtengo yo, como valenciano, teniendo que sufragar con mis impuestos el PER a los andaluces? Ellos trabajan tres meses y el resto del año nos toca mantenerlos a los demás. No me extraña que vascos o catalanes quieran quitarse de encima semejante lastre. Algunos le llaman solidaridad a esto… pero ¿qué sentido tiene que yo le pague las pensiones a los aragoneses si ellos nos chillan que ni una gota de agua para los valencianos? ¿Por qué financiar a Extremadura por los siglos de los siglos? ¿Es solidaridad o parasitismo? España es un lastre y los pueblos que la componemos estaríamos mejor si nos separásemos de ella.

9 d’Octubre: Hui més que mai som valencians.

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El 9 d’Octubre és el dia nacional dels valencians. Hui més que mai hem de sentir-mos orgullosos de pertànyer a una nacionalitat històrica com és el Regne de Valéncia. No estem parlant de qualsevol cosa. Mosatros, els valencians actuals, som hereus d’una cultura que inclou el Tirant lo Blanch, el primer diccionari i la primera Bíblia escrits en una llengua neollatina, el tribunal més antic d’Europa, el primer defensor del poble de l’història; el primer manicomi, el colege més antic del món, els invents dels escacs moderns o la Taula de Canvis, antecedent del comerç i la banca actuals.

Som una nació i la nostra cultura una de les més grans. Per això cal estar a l’altura dels nostres antepassats i honrar la nostra Real Senyera i la nostra pàtria. Mosatros no som la Catalunya del Sur ni el Llevant espanyol. Som un poble en identitat pròpia, que té a gala conservar una llengua valenciana que és més dolça que la mel. I si hi ha algun traïdor o algun antipatriota a qui no li parega be, ho té tan fàcil com fer les maletes, mudar-se a una atra terra i dixar-mos en pau. Perque des de Vinaròs a Oriola tots som valencians. ¡Units serem un poble cult i fort! ¡Units serem un poble gran!

¡¡¡Vixca el poble valencià!!!

¡¡¡Vixca el Regne de Valéncia!!!

9 d’Octubre: «¡Que vullguen, que no, Valencia és nacio!»

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Este 9 d’Octubre no ha segut un dia qualsevol. Acostumat a que el dia nacional de tots els valencians siga una cita depriment, m’he sorpres gratament al vore que al fi comencem a substituir el folclor per la reivindicacio. Tradicionalment, el 9 d’Octubre és patetic. És tristissim vore que les festes patronals d’inclus la més menuda vila del païs són celebracions majors que les que es fan en el dia de la patria. Sincerament no m’interessa gens la provesso civica ni les mascletades (no parlem ya de l’himne espanyol) puix si no venen acompanyats d’un esperit reivindicatiu sols es queden en folclor i un patriotisme de pandereta que de res val. La meua idea de fer valencianisme no es resum en “¡Falles, traques i bunyols!” precisament. Per a mi fer valencianisme és una atra cosa.

Per a mi valencianisme és lo que s’ha fet enguany. Valencianisme és que els nacionalistes valencians s’hagen fet notar més que mai, tots ells en les Senyeres i cantant un atronador “¡Que vullguen, que no, Valencia és nacio!” que s’ha filtrat a traves del Canal Nueve. Valencianisme és la manifestacio dels foralistes valencians i Coalicio Valenciana (CV), aperitiu de la gran manifestacio valencianista que tindra lloc en Madrit este dia 15. Valencianisme és vore que més gent que mai ha tildat de traidors, catalanufos i venuts a la classe politica valenciana, que tracta a Valencia com a una bagassa que es ven al millor postor. Valencianisme és els chiulits a l’himne espanyol; un himne que està de sobra el dia 9 si tenim en conte que l’himne valencià no sona el dia 12.

I sobretot valencianisme és l’eixemple de Rosa Monedero, una patriota valenciana que s’ha clavat en mig de la manifestacio pancatalanufa i per desplegar la Real Senyera i cridar: “¡Esta és nostra Senyera i esta és nostra terra, mai nos fareu catalans!” ha segut apalisada per trenta catalanufos. Trenta homens contra una dòna sola. ¡Que valents! Rosa és l’heroina de la jornada i ha demostrat tindre més collons que tots els homens valencians. Yo tan sols espere que este cas de violencia junt a les filmacions de manifestants catalanufos fent apologia del terrorisme front a les camares del Canal Nueve, servixca per a prohibir estes manifestacions que sols venen a provocar. Tan sols un desig: que l’any vivent foralistes i nacionalistes vagen tots junts, colze a colze, mà a mà.

 

FONT: Llengua Valenciana Sí. 11-10-2004.

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