El procés català: història d’una estafa.

¿Serà Catalunya un estat independent pròximament? Molt s’està parlant d’este tema. I des de fa temps. Yo trobe, no obstant, que estem davant d’una calculada escenificació teatral que no durà a cap banda. No a curt determini. Hem assistit en poc de temps a moltes elecciones autonòmiques (2010, 2012, 2015). En totes hi havia una majoria nacionalista en el Parlament. Pero en cap d’elles s’ha proclamat el tan anhelat Estat Català.

En els últims anys hem assistit a enormes manifestacions sobiranistes en Catalunya. Algunes de més d’un milló de persones. Potser de més de dos. També hi ha hagut manifestacions contràries al dret a decidir i l’independència de Catalunya, pero estes han segut molt més reduïdes en participants. És evident que en el carrer hi ha una majoria independentista. ¿Potser s’ha aprofitat això per a proclamar l’independència? No.

Des de 2009 fins a l’actualitat hi ha hagut diverses consultes populars. La primera fon la d’Arenys de Munt, al 2009. Molts Ajuntaments han celebrat consultes semblants. En 2014 se feu una a nivell de tota Catalunya. El resultat sempre ha segut el mateix: sí a l’independència. Aixina i tot, en lloc de proclamar-la, l’actual administració catalana opta, com un deja-vu, per tornar a convocar una nova consulta. Torna-li la trompa al chic.

Catalunya ha entrat en un bucle que es repetix fins a l’infinit. Eleccions autonòmiques –> Manifestacions independentistes –> Consulta popular –> Demanar l’independència a Espanya –> Espanya diu que no –> Eleccions autonòmiques. De manifestació en manifestació, en consulta en consulta, d’eleccions en eleccions. Si tenen majoria en el carrer, en les urnes i en el Parlament… ¿per qué no proclamen l’independència ya d’una?

Trobe que el Govern català no pensa en proclamar l’independència unilateralment. I eixa és l’única manera, perque si has d’esperar a que el Govern de Mariano Rajoy et diga que sí, com diu la cançò dels Panchos: pasarán más de mil años, muchos más…  Junts pel Sí (JxSí) fa servir el tema de l’independència únicament per a perpetuar-se en el poder i per a tapar les seues vergonyes, els seus imputats, els seus 3%.

Els catalans van de farol i en Madrit ho saben. Estos patriotes són catalans de cor pero andorrans de bojaca. ¿Algú s’imagina a esta tropa fent una declaració unilateral d’independència sabent que des de Madrit enviaran la Guàrdia Civil i els tancs? ¿Algú s’imagina a Jordi Pujol, a Artur Mas, a Carles Puigdemont o a Oriol Junqueras disposts a martirisar-se i anar a presó per la causa, a l’estil Nelson Mandela? Yo tampoc.

ACB: esta liga es una estafa.

acb

El baloncesto es mi deporte favorito. Me encanta. Lo encuentro mucho más completo que el fútbol, porque en el balompié a unos jugadores les basta con saber atacar y a otros con saber defender, mientras que aquí debes saber hacer bien las dos cosas. Es también un deporte donde el mejor jugador no es necesariamente el máximo anotador sino el más completo, el que domina más facetas del juego. Y es, realmente, un deporte de equipo porque mientras que en el fútbol una individualidad puede resolver el partido aquí prima el bloque.  Hasta los suplentes son importantes ya que todos juegan. Y la estrategia es clave, como vemos en los tiempos muertos. Por eso  reivindico que haya una auténtica liga profesional de baloncesto en España. Que no la hay. Porque por mucho que digan,  en el fondo la ACB no pasa de ser una competición amateur sin ningún interés.

Comparemos la NBA con la ACB. NBA: Boston y Los Angeles juntos suman 33 anillos. El resto de equipos juntos suma 34. ACB: Real Madrid y Barcelona juntos suman 48 ligas.  El resto de equipos juntos suma 9.  Campeones de la NBA en la última década: Miami Heat (3), San Antonio Spurs (2), Los Angeles Lakers (2), Detroit Pistons (1), Boston Celtics (1), Dallas Mavericks (1). Campeones de la ACB en la última década: Barcelona (4), Real Madrid (3), Baskonia (2), Unicaja de Málaga (1). Es decir, mientras que en la NBA Boston y Los Angeles han ganado el 30% de ligas en el último decenio, en el caso de Madrid y Barça el porcentaje asciende al 70%. En la NBA es muy difícil que el mismo club gane dos años seguidos, en la ACB lo difícil es que no ganen los dos de siempre. Juzguen ustedes si existe algún tipo de rivalidad deportiva en la autoproclamada mejor liga de Europa.

Yo comprendo que desde el punto de vista del aficionado madridista o culé esta liga es genial. Si por ellos fuera ojalá que sus clubes ganaran el 100% de los partidos. Pero mi visión es la del aficionado a un deporte, no a un club, y desde esa óptica he de decir que no sigo la ACB porque me aburre soberanamente. Es bastante triste tener que ver los partidos de la NBA por la madrugada o tener que esperar a un campeonato de selecciones nacionales para poder disfrutar algo de verdadero baloncesto. Aunque esto es fácil de arreglar: límites salariales y drafts como en la NBA y tendríamos una liga equilibrada, abierta, que daría auténtico espectáculo en lugar de aburrir como las ostras al aficionado. Pero dudo mucho que en este país de mafiosos haya algún interés por crear una liga realmente profesional; resulta mucho más fácil seguir asistiendo al mismo deja vu año tras año.

Dormir con la conciencia tranquila (una reflexión sobre la crisis en España).

No hay palabras para describir la hecatombe que está viviendo España, la más grande de Europa posiblemente tras esa tragedia épica que es Grecia. 25% de paro y 51% de paro juvenil. Cifras dignas del África subsahariana. Dentro de poco estaremos en seis millones de parados y el desempleo sigue creciendo como la espuma. Más de un millón de hogares donde ninguno de sus miembros tiene trabajo. Nuestros jóvenes más preparados (médicos, arquitectos, ingenieros, emprendedores…) hacen las maletas y emigran a Alemania. Como en la postguerra. Docentes y doctores son despedidos a patadas. Las farmacias hace meses que no cobran. A algunas administraciones les han cortado la luz por impago. Los funcionarios cobran las nóminas de milagro. Las perspectivas son de que todo vaya a peor. Pero no pasa ná: hemos ganado el mundial. Semos los mejores.

Cientos de miles de desahucios de gente que ya no puede seguir pagando su casa al banco y la policía viene a quitársela. Lo más fuerte es que después de haberlos dejado de patitas en la calle todavía deben seguir pagando al banco la diferencia. Doscientos españoles intentan suicidarse cada día a causa de las deudas. Clama al cielo ver cómo se echa a familias enteras a la calle mientras que la banca recibe ayudas millonarias de dinero público. Privatizar beneficios y socializar pérdidas. Vamos, lo de siempre en este país de pandereta. Y el gobierno, que no aprueba la dación en pago, el alquiler social o la moratoria para desahucios. Lo llaman crisis pero es lucha de clases y esto sólo se arregla como lo arreglaron los franceses en 1789.  Lo llaman crisis pero es falta de valores, porque si políticos y banqueros tuvieran temor de Dios y creyeran en el infierno no se atreverían a robar ni un céntimo.

Los precios, las tasas, los impuestos y el desempleo suben. Los sueldos, el poder adquisitivo y el consumo caen en picado. Las empresas cierran sin cesar. Esto es el Titanic. Los inspectores de hacienda tienen órdenes de dejar bien tranquilitos a los grandes defraudadores que desvían fortunas a Mónaco y Suiza. Mientras, se aplasta fiscalmente a las familias, a los autónomos, a los pequeños y medianos empresarios, a los currantes, a los que se intenta limpiar un bolsillo que tienen vacío. Lo llaman crisis pero es una estafa. Porque los políticos han traspasado la deuda privada de la banca a los ciudadanos de a pie. Y de la noche a la mañana nos vemos desempleados, en la calle y encima teniendo que pagar cientos de miles de millones de euros por una deuda que no es nuestra. La situación es tan límite que debería haber degenerado en violencia pero inexplicablemente aún no lo ha hecho.

Vas por la calle y sólo ves tristeza en las caras de la gente. Peor lo tienen los inmigrantes. Ellos no tienen a sus familiares aquí para ayudarles o si los tienen, están tan mal o más que ellos mismos, así que cada día ves a más extranjeros (y autóctonos, todo sea dicho de paso) revolver entre la basura en busca de un mendrugo de pan. Los comedores sociales están saturados de neopobres que hasta hace bien poco pertenecían a la clase media. Los derechos laborales están siendo desmontados a velocidad de la luz. La sanidad pública ya está gestionada por empresas privadas. El acceso a la Universidad es cada vez más caro. Pronto la salud será un negocio y estudiar un privilegio para ricos. Pronto pasaremos de ricos, clase media y pobres, a ser ricos, pobres y mendigos. La clase media y el estado del bienestar están cerca de desaparecer para mayor gloria de Adam Smith.

Votamos por ladrones y luego nos quejamos de que nos roban. Llevo años tratando de convencer a la gente de mi alrededor de que no confíe en el PPSOE. Que voten algo distinto, de izquierdas o de derechas, pero distinto. Pero no. «Que éstos son muy pequeños y no van a conseguir nada». «Que tengo que votar por éste porque si no entrará el otro». El voto útil. Miren a qué nos ha llevado el voto útil: a pasar hambre. Esta crisis nos la merecemos. Porque ni Zapatero ni Rajoy son dictadores que han subido al poder por un golpe de estado sino por el voto de millones de idiotas. Y en Valencia llevamos 20 años en que los chavales estudian en barracones en los que cada vez que llueve hay goteras y los electores han refrendado esta política una vez tras otra. En una dictadura no queda más que tragar pero en una democracia un pueblo tiene lo que se merece. Disfruten de lo votado.

Pero como siempre pagan justos por pecadores. Nos dicen que hemos vivido muchos años por encima de nuestras posibilidades. Yo, por más que lo intento, no consigo recordar cuándo he vivido por encima de mis posibilidades. Yo no era de los que compraba un piso ahora para venderlo a los seis meses y sacar plusvalías. Nunca he pedido un préstamo al banco para comprarme un BMW. Vivo de alquiler, mi única pertenencia es un Opel de segunda mano y me he ido de vacaciones dos veces en toda mi vida. Que me digan cuándo demonios viví por encima de mis posibilidades porque no me acuerdo. Ni siquiera he votado nunca por el PPSOE,  verdadero causante de este desfalco. Yo no he tenido nada que ver con esta crisis. No soy cómplice de esta estafa ni por acción ni por omisión. Por eso sé, que ocurra lo que ocurra, esta noche dormiré con la conciencia muy tranquila.

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