Diplomado en Teología.

Tras varios años de estudio, por fin obtengo la diplomatura en Teología. Gracias de corazón al Señor y a todos los profesores del CEIBI. Si Dios quiere, el próximo objetivo: el grado.

ANUNCI: Presentació de llibre en Valéncia.

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ANUNCI: presentació de llibre en Castelló de la Plana.

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¿Sabías que el GAV logró que la Real Senyera y el valenciano fueran incluidos en nuestro Estatuto?

A lo largo de nuestra geografía existen varias entidades culturales valencianistas, como por ejemplo la Cardona Vives de Castelló (La Plana Alta); Lo Rat Penat y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) -ambos en la Ciudad de Valéncia-; el Ateneu Cultural de Paterna (L’Horta Nort), El Piló de Burjassot (L’Horta Nort), la Associació Cultural Roc Chabàs en Dénia (La Marina Alta) o el Grup Cultural Ilicità en Elig (Baix Vinalopó), entre otras. Pero hoy hablaremos de una entidad que cambió nuestra historia: el Grup d’Acció Valencianista (GAV).

Con el fin del franquismo y el advenimiento de la democracia, llegó la famosa «Batalla de Valéncia», donde estaba en juego el futuro de nuestro pueblo. Los catalanistas cuestionaban los símbolos: querían lengua catalana, bandera cuatribarrada y denominación de País Valenciano para nuestra tierra. El peligro era muy real ya que el presidente preautonómico, el socialista Josep Lluís Albinyana (1978-1979), era un catalanista declarado y la bandera catalana llegó incluso a ondear en al Ayuntamiento de Valéncia.

Para defender nuestras señas de identidad y reivindicar nuestros derechos es que nació el GAV en 1976 aunque fue inscrito oficialmente como entidad un año después.  En este tiempo ha tenido los siguientes presidentes: Rafael Orellano (1976-1977); Pasqual Martin i Villalba (1977-1984); Joaquim Romero (1984-1989); Pere Aguilar (1989-1994); Joan García Sentandreu (1994-2001); Manuel Latorre (2001-2015), Vicent Beltran (2015-2016), Pep Alba (2016-2018) y Paquita Chilet desde 2018.

En 1978 se comenzaron a hacer reuniones espontáneas en el Parterre, en la Ciudad de Valéncia, donde la gente valencianista coincidía y se organizaba. Con el tiempo aquello pasó a llamarse «los domingos del Parterre». Ese mismo año el GAV fundó la revista SOM y se fundó la Coordinadora de Entidades Culturales del Reino de Valéncia (CECRV), con el objetivo de aglutinar la masa social valencianista, de la cual el GAV era sin duda el máximo exponente. El primer presidente de la Coordinadora fue Eduart Chulià.

En aquellos años de la transición el GAV fue el gran impulsor de las mayores manifestaciones que se hayan producido en el Reino de Valéncia en defensa de nuestra personalidad con cientos de miles de participantes que obligaron a una clase política podrida a rectificar y a aceptar la Real Senyera y la lengua valenciana en nuestro Estatuto de Autonomía y aunque no se consiguió la denominación histórica de Reino de Valéncia, al menos se evitó la de País Valenciano, que tiene unas connotaciones catalanistas evidentes.

En los años posteriores el GAV siempre ha salido a la calle, junto con la Coordinadora, para dar una respuesta social y cívica a las agresiones pancatalanistas contra la identidad valenciana. Quizás las más destacadas fueron la de 15 de mayo de 1980, con más de 300.000 valencianos en defensa de la Real Senyera, la de 13 de junio de 1997 con 500.000 personas en defensa del Estatuto y del idioma valenciano, o el 27 de noviembre de 2004 con 600.000 personas clamando por la identidad valenciana y en contra de los países catalanes.

Además, el GAV ha participado, como actor o como espectador, en todo tipo de actos de protesta contra Desde impedir conferencias de catalanistas reventando el acto a base de gritos de protesta o con plagas de ratones a lanzar huevos contra traidores a nuestra patria, pasando por concentraciones o la quema de la bandera catalana que ondeó en el Ayuntamiento de Valéncia el 9 de Octubre de 1979. También son famosos sus graffitis de denuncia política y es que cuando los medios de comunicación callan, las paredes hablan.

Pero el Grup es ante todo una asociación cultural.  En todos estos años ha organizado multitud de conferencias sobre temas valencianos, ha publicado libros en valenciano así como la revista SOM y ha impartido cursos de lengua y cultura valencianas.  Es también un centro social donde la gente aprovecha para socializar, comer paella o hacer actividades lúdicas. También organiza el Premi Llealtat (Premio Lealtad) que condecora cada año a un patriota valenciano de inquebrantable lealtad hacia nuestro pueblo.

Desde el catalanismo a menudo se ha acusado al GAV de ser una organización terrorista cuando en casi cincuenta años de impecable currículum no tiene ni una sola condena en contra. También de ser de extrema derecha, cuando tiene socios de todas las ideologías políticas a condición de que respeten el Reino, la bandera y la lengua. En realidad el GAV ha dado siempre la batalla en defensa de los valencianos, siempre al pie del cañón en la calle, y si no hubiera existido tal vez ahora mismo nosotros seríamos catalanes del sur.

Fuentes consultadas:

-V.V.A.A. Revista SOM. Especial 25 anys de lluita. Grup d’Acció Valencianista. Valéncia, octubre de 2002.

-V.V.A.A. Revista SOM nº239. Especial 30 anys en defensa de la personalitat valenciana. Valéncia, octubre de 2007.

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¿Sabías que Nicolau Primitiu salvó de la quema más de 40.000 libros?

Uno de los mayores prohombres valencianos de todos los tiempos fue Nicolau Primitiu Gómez i Serrano (Sueca, 1877-Valéncia, 1971), hijo de un maestro molinero. En su casa vivía su primo, Josep Serrano, futuro compositor del Himno valenciano. De adulto fue un empresario modelo aunque si por algo ha pasado a la historia sin duda es por ser un auténtico héroe de la cultura que ha salvado de la destrucción decenas de miles de libros.

Le tocó vivir los tiempos de la Guerra Civil (1936-1939) en los que había muchos soldados que movidos por el anticlericalismo querían quemar templos, monasterios y monumentos (y con ellos las fabulosas bibliotecas que tenían dentro). Nicolau Primitiu salvó de la quema miles de libros que iba acumulando en su domicilio particular, a la espera de que pudieran sobrevivir a esos años de barbarie incivil que asolaron las Españas.

Una vez acabada la guerra, llegó la dictadura franquista, con una política centralista y completamente hostil a cualquier lengua española que no fuera el castellano. En estos tiempos fue visitando rastros, librerías de viejo, bibliotecas, etc. para adquirir libros incunables, raros, primeras ediciones de hace siglos… Especialmente le interesaron aquellos volúmenes que tuvieran alguna relación con la lengua, historia y cultura valencianas.

Se gastó una fortuna en adquirir más de 40.000 libros que a su muerte (1971) cedió de forma altruista al Estado franquista, con la condición de que si algún día los valencianos recuperábamos el autogobierno perdido en 1707, los libros deberían pasar al organismo rector de la autonomía. Estos 40.000 volúmenes constituyen hoy la base de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu, ubicada en el Monasterio de San Miguel de los Reyes en Valéncia.

Desde muy joven estuvo vinculado a grupos valencianistas como Acció Cultural Valenciana o Acció Nacionalista Valenciana. Fue presidente de Lo Rat Penat y director decano del Centre de Cultura Valenciana (hoy Real Acadèmia de Cultura Valenciana). Sabedor de que el valencianismo no despertaba simpatías entre el franquismo  trabajó como una hormiga, con discreción pero sin descanso. Su lema era «trabajar, persistir, esperar».

En los últimos años de su vida fundó la Editorial Sicània y una revista homónima a través de las cuales dio a conocer toda una nueva generación de escritores  en valenciano como Beatriz Civera, Maria Ibars, Joan Valls Jordà, Antoni Igual Úbeda, Josep Mascarell i Gosp, y también editó obras de autores consagrados como Francesc Almela i Vives, Carles Salvador, Xavier Casp, Mossén Frederic Moscardó, Teodor Llorente

Nicolau pensaba que balear, catalán y valenciano eran una sola lengua, que a principios de siglo XX muchos llamaban lemosín. Él incluso propuso un nombre: bacavés (iniciales de los tres idiomas) pero pronto se dio cuenta de que los catalanistas querían confundir la parte con el todo y reducirlo todo a «catalán». Nicolau estuvo en contra de ese barcelonés fabriano y apostó por buscar las raíces y formas propias del auténtico valenciano.

Fuentes consultadas:

Atienza, Antoni. Nicolau Primitiu i la Llengua Valenciana. Lletraferit nº 58. Año 2002. Págs. 24-34.

-V.V.A.A. Nicolau Primitiu. Treballar, persistir, esperar… L’Oronella. Valéncia, 2003.

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¿Sabías que los valencianos tenemos mucho más en común con los árabes que con los catalanes?

La propaganda del catalanismo oficial repite una y otra vez que valencianos y catalanes compartimos una misma identidad, lengua y cultura. En teoría Valéncia habría sido repoblada por catalanes, que nos habrían legado su saber. En esencia el truco pasa por considerar catalán todo. Por ejemplo si un baile es típico de Cataluña entonces es cultura catalana. Pero si otro baile diferente es privativo de Valéncia también es cultura catalana. En realidad los valencianos tenemos mucho más en común con los árabes que con los catalanes.

Pese a que se repite por activa y por pasiva que el rey Jaime I fundó el Reino de Valéncia en 1238 esto es una mentira histórica porque el Reino de Valéncia ya existía mucho antes. Cuando Jaime I el Conquistador (que no el Fundador, porque él conquistaba reinos, no los fundaba) entra en Valéncia en 1238, esta ciudad no era una república ni una comuna anarquista sino un reino de taifa (como casi todos los de la época). El último rey musulmán de Valéncia fue Zayyan ibn Mardanish, que se rindió a Jaime I.

Decimos el último porque no fue el único. De hecho el Reino de Valéncia -o Taifa de Balansiya- fue una ciudad-Estado gobernada por reyes musulmanes durante muchos siglos. En los siglos X y XI Balansiya era culturalmente tan importante como Alejandría, Bagdad, Córdoba o Granada. Durante todo este tiempo se siguió hablando, junto con el árabe, el latín, que acabó derivando en valenciano siglos antes de nacer Jaime I. Existen diversas jarchas que lo corroboran, como la de Ibn Sida, un escritor de Dénia del siglo XI.

Los poetas árabes valencianos constituyeron una verdadera escuela propia donde su poesía, que tanto en árabe como en mozárabe o lengua valenciana, que tuvo su máximo esplendor en los siglos X, XI y XII.  Podemos citar poetas y escritores como Abddallah Ben Adderraman, Abdallah Ben Soleiman, Abu Isa Ibn Labbun, Ibn Ruahinde, Ibn Al Labbana, Ibn Al Zaqqaq, Al Russafi, Abu Salt Umayya, etcétera. Hablamos de autores nacidos o residentes en nuestra tierra, a la que amaban puesto que era también la suya.

Por encima de todos ellos destaca Ibn Jafaya, que era de Alzira y está considerado el más grande poeta de la historia de Al-Andalus y uno de los grandes de la poesía árabe de todos los tiempos. También Abu Walit Al Waqqachi (el autor del Cantar de Mío Cid, según Dolores Oliver Pérez, profesora de la Universidad de Valladolid), Abd Allah Ben Isa (gran jurisconsulto), Abd Allah Ben Jahia Alhadh (el más grande filólogo árabe), Aben Al Abbar y Al Idrisi (historiadores) o Abd Allah Ben Mohamed (filósofo).

Los árabes estuvieron siglos entre nosotros y eso se nota por ejemplo en los miles de arabismos presentes en la lengua valenciana (albelló, aljup, alqueria, garrofa…), mientras que por centurias los catalanes estuvieron más influenciados por los francos. Desde el punto de vista toponímico la cosa es aún más impresionante. Casi todos los topónimos valencianos que comienzan por Al (Algemesí, Alginet…) o Ben (Benimodo, Benimuslem…) denotan un origen árabe y no son los únicos puesto que hay muchísimos más.

El Tribunal de las Aguas de la Vega de Valéncia, que es el más antiguo de Europa. El Palmeral de Elig, el mayor de Europa. La primera fábrica de papel de Europa fue la de Abú Masaifa (Xàtiva, siglo XI). Grandes médicos como Ibn Tumlus, Abú Salt o Abd-al Wadüd b Abd-al Malik. El molino hidráulico y técnicas modernas de agricultura y regadío que hicieron de Valéncia un vergel de naranjos. La alcachofa en Benicarló. Trajeron el ajedrez indio. ¡Hasta el panquemado y la mona de Pascua se los debemos a ellos!

Desde la llegada de los árabes a la Península Ibérica en 711, la relación de los valencianos con ellos ha sido intensa justo hasta el final. En 1609 el rey Felipe III firmó la expulsión de los moriscos. Del conjunto de las Españas fueron expulsados 300.000 moriscos (a Valéncia le correspondieron 150.000, a Aragón 70.000 y a Cataluña 8.000); expulsión que supuso la inmediata decadencia de nuestro reino. Los árabes han dejado una huella imborrable en la cultura valenciana, cosa que no podemos decir de los catalanes.

Fuentes consultadas:

Aimeur, Carlos. El legado de los médicos musulmanes medievales renace tras siglos de olvido. Valencia Plaza. 13-5-2014.

Mourelle de Lema, Manuel. La identidad etnolingüística de Valencia. Desde la antigüedad hasta el siglo XIV. Grugalma. Madrid, 1996. Págs. 369-390.

Peñarroja, Leopoldo. Cristianismo valenciano. De los orígenes al siglo XIII. Ajuntament de Valéncia. Valéncia, 2007.

-Peñarroja, Leopoldo. Cristianos bajo el Islam: los mozárabes hasta la reconquista de Valencia. Gredos. Madrid, 1993.

-Peñarroja, Leopoldo. El mozárabe de Valencia: nuevas cuestiones de fonología mozárabe. Gredos. Madrid, 1990.

Ubieto, Antonio. Orígenes del Reino de Valencia. Cuestiones cronológicas sobre su reconquista (I y II). Anubar, 1979-1981.

-Universitat d’Alacant. El autor del Cantar de Mío Cid fue un musulmán afincado en Valencia en vida de Rodrigo Díaz de Vivar. Universitat d’Alacant. Alacant, 30-3-2009.

-Valencia Canta. El origen valenciano de la Mona de Pascua. Blog Valencia Canta. 24-4-2011.

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¿Sabías que a Sant Vicent Ferrer se le atribuyen más de 860 milagros?

Sant Vicent Ferrer (Valéncia 1350-Vannes, 1419) fue un fraile dominico cuya figura es capital en la historia de nuestro Reino. Su postura fue clave en el Compromiso de Caspe de 1412, que resolvió el problema sucesorio de Martín el Humano, y entronizó a Fernando de Trastámara. Colaboró en la resolución del Cisma de Occidente (llegó a haber hasta tres papas a la vez) y, aunque en un principio defendió a Pedro de Luna (Benedicto XIII) más tarde apoyó a Martín V, papa con se puso punto y final al cisma en 1417. Su hermano, Fra Bonifaci Ferrer, tradujo la Biblia al valenciano. Sant Vicent es el patrón del Reino de Valéncia, a diferencia de Aragón y Cataluña, que tienen a Sant Jordi.

Sant Vicent Ferrer fue canonizado el 29 de junio de 1455 por el papa Calixto III, también valenciano. El manuscrito del proceso de canonización del santo, transcrito en 2019 al castellano, ocupa 600 folios e incluye los testimonios de 380 testigos de aquella época, entre ellos el rey Alfonso el Magnánimo. El documento fue traducido del latín al castellano en un trabajo de Adolf Robles, Vicent Forcada, Sebastià Fuster, Argimir Velasco, Alfons Esponera y Marc Antoni Coronel. El proceso recogió más de 860 milagros atribuidos a la intercesión del célebre predicador, numerosos documentos notariales y la vida cotidiana y predicaciones del santo en sus dos últimas décadas de su vida.

De entre sus 860 milagros destaca el milagro del salser (salsero), de 1359, cuando un Vicent de nueve años curó a un niño de cinco  de sus llagas en el cuerpo. O el milagro del mocadoret (pañuelito) de 1385, en la Ciudad de Valéncia, cuando lanzó un pañuelo al viento y dijo que entraría en la casa de alguna familia con gran necesidad y que había que ayudarla. O cuando en 1410 hizo brotar agua de una fuente que se había secado en Llíria (Camp del Túria). Ferrer también profetizó que Alfonso de Borja llegaría a ser papa (Calixto III) y que él lo canonizaría y lo haría santo, lo cual se cumplió. Incluso después de muerto hizo milagros, como cuando salvó Agullent (Vall d’Albaida) de la peste en 1600.

Quizás su milagro más singular fue el don de lenguas. Sant Vicent Ferrer era capaz de hacerse entender en otros idiomas, a pesar de que sólo hablaba valenciano y latín. Él predicó en lengua valenciana por Europa y los naturales de cada país le entendían perfectamente como si les estuviera hablando en su propio idioma, tal y como ocurrió el día de Pentecostés cuando los apóstoles predicaron el Evangelio en su propia lengua y fueron entendidos por gentes de una veintena de nacionalidades (Hechos 2). Igualmente también está documentado que el santo predicaba en valenciano y el que era castellano le entendía en castellano, el francés le entendía en francés, el toscano en toscano, el inglés en inglés…

Tal es la profusión de milagros del santo que actualmente aún son recordados gracias los Milagros de Sant Vicent Ferrer (Milacres de Sant Vicent Ferrer en valenciano), que son representaciones teatrales infantiles que se realizan en las calles de Valéncia capital, y en lengua valenciana, en unos escenarios artesanales decorados con temática religiosa conocidos como Altares de Sant Vicent y en la que los niños interpretan con ropa de época distintos milagros realizados por el santo valenciano. Las representaciones se realizan durante las fiestas patronales del santo. La labor de la Junta Central Vicentina y Lo Rat Penat mantienen con vida esta tradición teatral infantil que se proviene de la Edad Media.

Fuentes consultadas:

-Avan. Publican, tras 15 años de investigación, el proceso de canonización de de San Vicente Ferrer con los testimonios de 380 testigos de la época. Archidiócesis de Valéncia.

Díez Arnal, J. Personajes valencianos: San Vicente Ferrer. Blog de J. Díez Arnal.

-Editorial Vinatea. Salva Raga sobre los 850 milagros de San Vicente Ferrer. Canal de Editorial Vinatea. Youtube. 28-6-2018. 

-Redacción. Publican en castellano el proceso de canonización de San Vicente Ferrer. La Vanguardia. 20-1-2019.

Ros, M/Europa Press. Sant Vicent Ferrer, en castellano. Levante-EMV. 13-4-2012.

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¿Sabías que el Premi Nacional de Lliteratura en Llengua Valenciana es el Cervantes del valenciano?

El Premi Nacional de Lliteratura en Llengua Valenciana es una distinción cultural instituida por la Associació d’Escritors en Llengua Valenciana (AELLVA) como máximo reconocimiento a autores destacados que han dedicado toda una vida a la creación literaria en lengua valenciana, a su estudio o cultivo. El acto público de entrega del galardón suele celebrarse el 3 de marzo, durante el tradicional Día de la Lengua y Cultura Valencianas.

Se trata del premio literario más importante en lengua valenciana, algo así como nuestro propio equivalente del Premio Cervantes en la castellana. No resulta nada sencillo ganarlo porque se concede solamente a autores muy destacados, no premia un libro en concreto sino toda una trayectoria literaria y  tiene una periodicidad quinquenal, a diferencia de otros galardones de carácter anual o bienal. Éstos son todos los premiados a fecha de 2023:

1ª edición. 1994. Xavier Casp i Vercher.

2ª edición. 1999. Josep Maria Guinot i Galan.

3ª edición. 2003. Anfós Ramon i Garcia.

4ª edición. 2008. Vicent Ramon Calatayud i Tortosa.

5ª edición. 2013. Vicent Lluís Simó Santonja.

6ª edición. 2018. Aureli López i Muñoz.

7ª edición. 2023. Antoni Ruiz Negre.

Fuentes consultadas:

-Premis Nacionals de Lliteratura en Llengua Valenciana. AELLVA.

-V.V.A.A. Premi Nacional de Lliteratura en Llengua Valencia. L’Enciclopèdia.

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Nosaltres, els ucranians.

«Els ucranians i els russos mos entenem, això és perque parlem el mateix idioma». «L’ucranià és un dialecte del rus: ho diuen totes les Universitats del món». «Dir que l’ucranià és una llengua és com dir que la Terra és plana». «Els ucranians feu servir un rus mal parlat». «Els vostres pares i els vostres yayos parlen malament». «L’ucranià està farcit de barbarismes: cal amprar l’estàndard rus». «Qui pense diferent és d’extrema dreta».

Mos sona la cançó, ¿veritat? Durant vora quatrecents anys els ucranians patiren la seua particular normalització lingüística, en la que totes les paraules i expressions típiques ucranianes eren, coses de la ciència, incorrectes i vulgars (col·loquials diuen ara els que saben) i havien de ser urgentment substituïdes per paraules i expressions moscovites que eixes sí, mira tu quina casualitat, totes eren cultes, científiques i elegants.

L’ucranià era, per supost, un rus mal parlat infectat de polonesismes que calia porgar i, al remat, substituir per un estàndard rus -centralisat en la ciutat de Moscou- que, paradòxicament, estava moltíssim més contaminat de barbarismes (per la subjugació de les tribus ugrofineses i túrquiques). Això, curiosament, no suponia cap problema per als puristes de la nostra llengua. ¿Que quina llengua? Parlem de la russa. ¿De quina si no?

En el pas del temps, els ucranians reivindicaren més i més un idioma propi (secessionisme, diuen ara els que saben) i els filòlegs russos feren de la unitat de la llengua tot un dogma de fe. L’ucranià es considerà el breçol del rus i amputar-lo seria com amputar un Sigle d’Or a un idioma. No es podia consentir, i punt. Encara hui, en ple 2022, podem vore a Moscou tractant de que Ucrània s’incorpore als Països Russos.

Russos i ucranians ¿cosins o germans? La normalització comença -almenys- en 1627, quan Miquel I de Rússia ordena cremar totes les còpies dels evangelis didàctics en ucranià i acaba en 1991, quan cau l’Unió Soviètica i l’ucranià passa a ser la llengua oficial d’una Ucrània independent. Prohibició de l’ucranià en les escoles, censura d’autors i molt més. ¡364 anys de germanor! I fins ací arriba el conte de hui. Qui vullga entendre, que entenga.

Els escacs valencians, deport nacional valencià.

Molt pocs valencians saben que encara que els escacs és un joc que originalment va nàixer en Índia allà pel sigle VI, els escacs moderns són obra d’un valencià. Concretament de Francesch Vicent, natural de Sogorb, qui en 1475 va introduir la dama o reina en substitució de l’alferes, que era la peça original. La reina, en la seua ampla capacitat de moviments, passava a ser la més poderosa del tauler i la segona en importància en acabant del rei.

Francesch Vicent també fon l’autor del primer tractat d’escacs del món, escrit en llengua valenciana i imprés en Valéncia el 15 de maig de 1495. El seu títul és El llibre dels Jochs Partits dels Schacs en nombre de 100. Este manual fon capital perque exportà a tota Europa la figura de la reina i va donar a conéixer les regles d’este deport. Desgraciadament l’últim eixemplar conegut fon destruït per Napoleó en Montserrat en 1811.

També el primer poema de l’història dedicat als escacs és un poema valencià, escrit per valencians i en valencià i publicat en el Regne de Valéncia en el sigle XV.  El seu títul complet és Hobra intitulada scachs d’amor feta per don franci de Castelvi e Narcis vinyoles e mossen fenollar, pero és més conegut per  Scachs d’amor, i fon escrit pels poetes Francesc de Castellví, Bernat Fenollar i Narcís de Vinyoles

Alguna cosa haurem fet malament els valencians quan tants dels nostres desconeixen esta singular història o quan no hem conseguit que «els escacs valencians» siga la denominació d’este deport, a l’estil de la «paella valenciana» o la «pilota valenciana», que clarament sí que mostren unes arrels clamorosament valencianes i que mos situen en el mapa. Ha arribat l’hora de reivindicar l’orige dels escacs i anunciar que són tan valencians com la paella.

Esta història deuria ensenyar-se en les escoles. És més, els escacs valencians deurien ser una assignatura en el currículum escolar, tal i com recomana la Unesco i que, cas de fer-se realitat, contaria inclús en subvencions de l’Unió Europea. Els escacs tenen múltiples aplicacions pedagògiques, són una barreja perfecta de deport i cultura, ajuden a desenrollar la llògica i matemàtiques i guarden relació en les llengües, la lliteratura, el cine…

¿Arribarà el dia en que tots els nostres chiquets ixquen del colege i de l’institut sabent jugar als escacs igual que saben jugar al fútbol o al bàsquet? Només donant a conéixer este joc entre els nostres fills és que podrem tindre en el futur un gran número de escaquistes i d’entre la quantitat eixirà la qualitat. ¿Arribarà el dia en que un(a) valencià(na) siga campeó(na) del món? Eixe dia mos haurem retrobat, per fi, en la nostra història.

 

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