Una crisis artificial para destruir a la clase media.

La crisis que vivimos en la actualidad no es económica sino de valores morales. Es una estrategia planificada, una crisis artificial diseñada por la plutocracia para destruir a la clase media. Se trata de que a lo largo de los próximos años la cosa esté bien jodida y que con esa excusa se desmantele el estado del bienestar y los derechos sociales y laborales de los trabajadores. Sólo cuando haya una rendición incondicional de la clase media, se dará oficialmente por concluida esta durísima crisis. Se avecina la dictadura del empresariado, el clímax del satanismo neoliberal.

Resolver la crisis económica es muy sencillo. Se puede lograr en sólo 24 horas, de hecho. Bastaría con eliminar los paraísos fiscales. ¿Pero por qué no se hace? Porque no interesa que la crisis acabe. En el Estado Español se podrían reducir muchísimos gastos supérfluos: suprimir las diputaciones provinciales, privatizar las televisiones y radios públicas, fusionar ayuntamientos, reducir el número de los coches oficiales (España tiene más que todo Estados Unidos), acabar con subvenciones improductivas (que son el 90%), etc. Pero no se hace nada de todo esto.

La realidad es que no se toman medidas para acabar con la crisis, sino para alargarla. Todas las recetas para arreglar el desaguisado que nos ofrecen los supuestos entendidos lo único que hacen es agravar el problema:  privatizar la sanidad y la educacion, trabajar más y ganar menos, reducir sueldos y al mismo tiempo incrementar precios, abaratar el despido, recortar derechos sociales y laborales, ofrecer incentivos fiscales a las grandes empresas y masacrar a impuestos a los autónomos y trabajadores, etc. Todo para perjudicar a la clase media.

Queríamos reformar los mercados y los mercados nos acabaron reformando a nosotros. Queríamos acabar con los paraísos fiscales y acabamos abaratando el despido. Queríamos acabar con los desmanes del neoliberalismo y acabamos a los pies del Fondo Monetario Internacional (FMI). La austeridad impuesta a Grecia sólo servirá para agravar su quiebra y después vender el país a precio de saldo. La reciente reforma constitucional en España será la excusa que enarbolen los privatizadores de la sanidad y educación. Nuestra cabeza servida en bandeja de plata.

Aquí hay  una lucha de oligarquías. Los ricos occidentales no quieren que los ricos asiáticos les desbanquen de la cúspide de la opulencia. China o India son potencias emergentes basadas en una mano de obra esclava. ¿Cómo competir contra ellos? Los tiburones del neoliberalismo lo tienen claro: no se trata de dotar de derechos a los trabajadores de Asia, sino de eliminar tales derechos a los empleados occidentales. Pero claro, esto no se puede hacer de la noche a la mañana porque sería traumático y provocaría una enorme revolución en las calles.

Hay que hacerlo lentamente, para que poco a poco los trabajadores se acostumbren a la pérdida de derechos laborales y sociales y al final lo vean como inevitable o incluso positivo, con la inestimable ayuda de los lavados de cerebro de la prensa. Se trata de sabotear el sistema desde dentro, provocar el hundimiento de la sanidad, la educación y los salarios hasta que la gente se canse y de repente aparezca una solución mágica: privatizar todo y que se lo queden cuatro. Para entonces la opinión pública estará tan desmoralizada que no opondrá resistencia alguna.

La clase media ha durado en Occidente lo que duró la Unión Soviética. Antes, la oligarquía occidental temía que los trabajadores acabaran apoyando el comunismo y despojaran a las elites de sus propiedades. Por eso los mimaban. Pero una vez finiquitada la alternativa comunista, el capitalismo salvaje tiene las manos libres para destruir el estado del bienestar. La extrema derecha económica está desatada. Este cuento tiene dos posibles desenlaces: o la revolución o retorno a la esclavitud y derecho de pernada. De nosotros depende que haya un final  feliz.

Relacionado: Dormir con la conciencia tranquila (una reflexión sobre la crisis en España).

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6 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. marugomita
    Sep 27, 2011 @ 15:44:09

    Me permito disentir en este punto. A ningún país le conviene tener crisis artificiales, esto ahuyenta la inversión nacional y extranjera, genera grandes costos, quita la confianza en los mercados financieros y debilita la económia. Existe una crisis económica, que se originó en ciertos países, el problema es que gracias a la globalización, estamos todos conectados, y lo que daña a uno daña a todos.
    No es tan simple como escribes en tu blog, esta es una opinión tuya muy personal, yo te la respeto, pero carece de bases económicas y prácticas para argumentarlo, al menos desde mi punto de vista. Con respecto a los países como Grecia, fue un error garrafal haber aceptado a Grecia dentro de la comunidad Europea, para tu mantenerte dentro de un sistema internacional de este tipo es necesario que cuentes con los recursos y los medios de producción equivalentes a los demás miembros de lo contrario, le das libre entrada a un montón de monstruos internacionales, y termina por dañar la producción de interna de tu país y te deja sin medio para competir.
    Con respecto al FMI, ya Latinoamérica había alertado hace décadas sobre las “recetas del Dr. Chapatín” que tienen estos eruditos, solo han destruido las economías de nuestros países, y eventualmente al estar enlazados en la maravilla del la globalización, o todos vamos bien o todos vamos mal, por que lo que hace uno afecta a todos..

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    • J.Ferrer
      Sep 28, 2011 @ 10:00:15

      Maru. Fíjate que en ningún momento he dicho que una crisis artificial interese a un país. No, al país claro que no. Pero a la oligarquía de ese país, sí. Porque hay un proceso de concentración de cada vez más dinero en cada vez menos manos.

      Si no, fíjate por ejemplo en Nicaragua. El 1% de la sociedad tiene el 50% de la riqueza. ¿Es lo que le interesa al país? No. ¿Pero le interesa a la oligarquía? Sí. Y si por ellos fuera, ese 1% es capaz de acaparar el 90% de la riqueza.

      En Europa las elites están desmantelando a la clase media para que en un futuro sólo haya ricos y pobres. Y en medio de ellos, nada.

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  2. Rafa
    Nov 29, 2011 @ 23:14:38

    O en resumen, lo que llevo diciendo «unos pocos años»…
    Las crisis son el medio legal de los ricos más barato, rápido y eficaz para apropiarse de lo que, por derecho, no les pertenece.
    Y que vamos derechos, pero a toda prisa, hacia el siglo XIX… Y encima con una situación demográfica inversa por la eugenesia elitista de nacimeintos que suponen la precariedad y la incapacidad económica de las familias trabajadoras: diez hijos por rico o más, frente a apenas uno por trabajador.

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  3. MARKOS
    May 23, 2013 @ 02:48:28

    NO SE PREOCUPEN LOS RUSOS SE HACEN LOS MUERTOS PERO ESO ES SOLO UNA RETIRADA FALSA EN EL MOMENTO OPORTUNO LOS LOS VAN HA INVADIR Y SERAN TODOS ZURDOS E IGUALES ESA ES LA UNICA SOLUCION REAL QUE TIENEN PARA SALVAR EL CULO Y PROPIO Y EL HONOR DE SUS ESPOSAS HREMANAS PRIMAS NOVIAS AMANTES ETC ETC ETC Y OBVIO TODO LO DEMAS SI GANA OCCIDENTE USTEDES MAMONES SERAN ESC LAVITOS DE LOS ANGLOJUDIOS ES MUY SIMPLE

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    • J.Ferrer
      May 23, 2013 @ 09:21:42

      ¿Te han echado droga en el Colacao esta mañana? ¿Los rusos invadirán Europa? ¿Esclavos de anglojudíos? Menos mal que tenemos a EEUU para liderar el mundo. Ejemplos como el tuyo demuestran cómo de insensatas son las alternativas a Estados Unidos e Israel.

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  4. Trackback: Votamos por ladrones y luego nos quejamos de que nos roban. | Josué Ferrer.

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