Camboya: el corazón de Indochina.

El Reino de Funán se estableció en el territorio de la actual Camboya en el siglo I y conquistó casi toda Indochina. Bajo diferentes denominaciones (Imperio Jemer o Imperio de Angkor primero, y Reino de Kambuya más tarde) mantuvo su dominio sobre la mayor parte de la Península Indochina… ¡ni más ni menos que hasta el siglo XVII!

En esa época entró en un fuerte declive y sus vecinos, Siam (actual Tailandia) y Vietnam la invadieron y se la habrían repartido como un pastel de no ser porque otro invasor, Francia, la convirtió en un protectorado. Japón ocupó Camboya durante la Segunda Guerra Mundial y luego coronó a Norodom Sihanuk, un rey de paja leal a Tokio.

Aquel monarca títere resultó no serlo en absoluto. Pese al regreso de los franceses, consiguió la independencia del país en 1953 y con su diplomacia logró contener a chinos, soviéticos y americanos. En 1970, no obstante, un golpe de Estado lo desalojó del poder y poco después la Guerra de Vietnam se extendió a Camboya (de 1977 a 1991).

El capítulo más traumático de la historia reciente de Camboya corresponde al período de Pol Pot. Este dictador comunista, líder de los Jemeres Rojos, gobernó Camboya entre 1975 y 1979. En sólo cuatro años exterminó al 50% de la población camboyana, que pasó de seis millones a tres. Vietnam intervino y desalojó del poder a este loco genocida.

En la actualidad el Reino de Camboya es una monarquía parlamentaria. El 95% de la población es de etnia jemer, y su idioma es uno de los más antiguos del mundo. Con el paso de los siglos Camboya ha transitado del hinduismo al budismo theravada. Su cultura, su literatura y su arquitectura han influido a toda la región, tras tantos siglos de dominio.

De todas las naciones de Indochina, Camboya es la más sobresaliente. Es la que tiene una historia más apasionante. La que ha tenido el imperio más grande y más duradero. La que más ha sufrido y ha hecho sufrir. La que más ha influido a sus vecinos en cultura y religión. Y ahora se erige como un faro que ilumina el largo camino hacia la democracia.

Vietnam: orgullosos, independientes, indómitos.

Vietnam es una nación muy antigua. Surgió como una escisión de China en el 221 A.C., y aunque un siglo después fue reabsorbida, se volvió a independizar de Pekín en 939. La primera gran dinastía reinante, los Ly, gobernó dos siglos y forjó un gran sentimiento nacionalista. Entre los siglos XIII y XVI el país vivió su expansión y apogeo.

En el siglo XVII comenzó su declive con profundas luchas intestinas y divisiones internas. París comenzó a ambicionar estas tierras y no paró hasta convertir Vietnam en un protectorado francés. Tras una intentona independentista en 1945, en 1954 Vietnam se partió en dos (norte comunista independiente y sur de corte capitalista y dominio francés).

De 1955 a 1975 Washington atacó Vietnam del Norte y apoyó el del Sur, temeroso de una reunificación que dejara el país en manos de los comunistas. Tras dos décadas de guerra, Estados Unidos sufrió la mayor derrota de su historia y Vietnam se reunificó en 1976. Luego fue a la  guerra con Camboya (1977-1991) y repelió una invasión china (1979).

La República Socialista de Vietnam ha pasado de ser un estado dictatorial comunista empobrecido por las guerras y carente de beneficios sociales (sin pensiones de jubilación, sin sanidad pública…) a un modelo similar al chino (comunista de nombre, pero ultraliberal en lo económico) que ha hecho del país una economía en crecimiento veloz.

El idioma oficial es el vietnamita aunque sigue existiendo una cierta élite ilustrada que habla francés, como un vestigio sin duda de la época colonial. Hay una mayoría social budista y una minoría cristiana, aunque ambas controladas de forma férrea por un estado totalitario. A nivel cultural, son famosos sus espectáculos de marionetas sobre el agua.

La sociedad vietnamita tiene un espíritu orgulloso, independiente, indómito. Se trata de un pueblo muy nacionalista, muy celoso de su cultura propia, que se ha pasado la vida haciendo frente a grandes imperios invasores que han fracasado en su intento de sojuzgarlo. Pero Vietnam sólo quiere ser Vietnam. Sólo quiere que lo dejen vivir en paz.

Shan: el Triángulo Dorado del opio.

Los shan son un pueblo de origen chino que vive sobre todo en el multiétnico Estado Shan de Birmania y zonas limítrofes de China, Tailandia, Camboya y Vietnam. Es un pueblo de unos seis millones de almas con lengua, cultura e identidad propias. Es budista y animista y su idioma se parece al tailandés y al lao.

Es éste un pueblo secular cuya historia se remonta a siglos atrás, a un sinfín de viejos principados con sus propias familias reales. Los shan dominaron la mayor parte de la actual Myanmar desde el siglo XIII al XVI, pero luego se dividieron en más de 30 diminutos estados que acabaron siendo vasallos del feudal monarca birmano.

Después vino la colonización británica, otro episodio más de dominación extranjera en la larga historia de esta nación. En 1948 se independizó de Reino Unido dentro de la Unión de Birmania. Diez años después se les concedió a los shan el derecho a secesionarse del recién nacido país pero optaron por seguir en él.

Los shan mantienen desde hace décadas una intermintente guerra de guerrillas con el Ejército birmano, incapaz de controlar la región. Ciertos sectores shan en el exilio declararon la independencia nacional en 2005, pero ésta fue rechazada por la mayoría de etnias del Estado Shan. Pese a ello, Myanmar ha endurecido la presión.

El régimen birmano suele quemar aldeas shan y obligar a sus nativos a buscar refugio en Tailandia. Los hombres jóvenes son a veces reclutados indefinidamente por el Ejército birmano o esclavizados para realizar trabajos forzados.  La guerrilla resiste en la selva. El sentimiento independentista gana adeptos día a día.

Unos Estados Federados de Shan independientes dan miedo a sus vecinos ya que desestabilizarían la región, pero también a Occidente ya que sería un narcoestado ubicado en el mismísimo Triángulo Dorado del opio. Y allí sólo hay dos grupos de personas: las mafias que controlan la droga y los campesinos explotados por las mafias.

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