Laos: la joya del Mekong.

En el siglo XIV nació el Reino de Lang Xang (o Reino del Millón de Elefantes), que duró hasta 1707, cuando se dividió en dos estados: Luang Prabang y Vientiane. En el siglo XIX fueron conquistados por Siam (hoy Tailandia), en el XX por Francia; luego por Japón y otra vez por Francia. Así surgió Laos, que proclamó su independencia en 1949.

Esta proclama fue más teoría que otra cosa porque París seguía gobernando de facto. Pero tras la Guerra de Indochina (1946-1954), los colonos franceses fueron barridos del mapa. Laos, Camboya y Vietnam del Norte surgieron como estados soberanos. También Vietnam del Sur, que pasó a ser un estado títere de los Estados Unidos de América.

La Guerra Civil de Laos (1963 a 1975) fue en realidad un capítulo dentro de la Guerra del Vietnam (1954-1975). En Laos se enfrentaron monárquicos y comunistas, y numerosas potencias extranjeras intervinieron (Tailandia, Estados Unidos, Unión Soviética, China, etcétera). Como en Vietnam, también en Laos venció la hoz y el martillo.

Hoy Laos es una de las pocas dictaduras comunistas que quedan en el mundo. Su economía sigue siendo planificada pero ha dado algunos pasos para favorecer la iniciativa privada. Es el país más pobre de toda Indochina. El pueblo vive de la agricultura, pero en los campos todavía hay cerca de cuatro millones de minas antipersona.

En cuanto a la cultura, la mayoría de la sociedad es de etnia lao y habla este idioma. El francés sigue siendo empleado por la administración y en las colinas habitan numerosas etnias cada una con su propia lengua. El budismo theravada es la principal religión. Es un país rural y montañoso donde muchos niños ni siquiera asisten al colegio.

Como Laos es el único país de Indochina sin acceso al mar, se vuelca con el río Mekong. Este caudaloso río aporta recursos hídricos y pesqueros, y navegación fluvial, pero también actúa como frontera natural con Tailandia y es el verdadero eje vertebrador de la nación. De hecho Laos es conocido, popularmente, como la joya del Mekong.

Shan: el Triángulo Dorado del opio.

Los shan son un pueblo de origen chino que vive sobre todo en el multiétnico Estado Shan de Birmania y zonas limítrofes de China, Tailandia, Camboya y Vietnam. Es un pueblo de unos seis millones de almas con lengua, cultura e identidad propias. Es budista y animista y su idioma se parece al tailandés y al lao.

Es éste un pueblo secular cuya historia se remonta a siglos atrás, a un sinfín de viejos principados con sus propias familias reales. Los shan dominaron la mayor parte de la actual Myanmar desde el siglo XIII al XVI, pero luego se dividieron en más de 30 diminutos estados que acabaron siendo vasallos del feudal monarca birmano.

Después vino la colonización británica, otro episodio más de dominación extranjera en la larga historia de esta nación. En 1948 se independizó de Reino Unido dentro de la Unión de Birmania. Diez años después se les concedió a los shan el derecho a secesionarse del recién nacido país pero optaron por seguir en él.

Los shan mantienen desde hace décadas una intermintente guerra de guerrillas con el Ejército birmano, incapaz de controlar la región. Ciertos sectores shan en el exilio declararon la independencia nacional en 2005, pero ésta fue rechazada por la mayoría de etnias del Estado Shan. Pese a ello, Myanmar ha endurecido la presión.

El régimen birmano suele quemar aldeas shan y obligar a sus nativos a buscar refugio en Tailandia. Los hombres jóvenes son a veces reclutados indefinidamente por el Ejército birmano o esclavizados para realizar trabajos forzados.  La guerrilla resiste en la selva. El sentimiento independentista gana adeptos día a día.

Unos Estados Federados de Shan independientes dan miedo a sus vecinos ya que desestabilizarían la región, pero también a Occidente ya que sería un narcoestado ubicado en el mismísimo Triángulo Dorado del opio. Y allí sólo hay dos grupos de personas: las mafias que controlan la droga y los campesinos explotados por las mafias.

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