Si en la Antigüedad Atenas se convirtió en el cerebro del mundo, en la actualidad tal honor corresponde, desgraciadamente, a los Países Bajos. Holanda es el país con más ateos de Europa (55% de la población) e impulsa políticas inmorales que después son copiadas por Occidente como si de un signo de modernidad se tratase.
Holanda es famosa por legalizar la prostitución, el cannabis, el gaymonio y lesbimonio, la eutanasia, el aborto libre o el cambio de sexo. Y ahora cada vez más voces reclaman legalizar tener sexo con niños de 12 años, con animales, la pornografía infantil, la prostitución a partir de los 16 o poder ir desnudo por la calle.
Pero frente a ese Amsterdam ateo de fumaderos y escaparates donde se exhiben rameras como mercancias, se encuentra el cinturón bíblico de Rotterdam (que por cierto tiene el mejor puerto de Europa) y que promueve políticas conservadoras y neutralizar el totalitarismo islamista que los inmigrantes trajeron consigo en la maleta.
Holanda es el laboratorio sociológico de Europa… Su degeneración provoca un efecto contagio que se extiende imparable como mancha de aceite. El presente holandés es el futuro europeo: cierre de iglesias por falta de fieles, auge del ateísmo, la inmoralidad y el relativismo; y el islam como amenaza a la democracia liberal.
Por otro lado, este poderoso y pacífico reino es conocido popularmente por sus molinos de viento, zapatos de madera, tulipanes y paseos en bicicleta. Su aporte a la cultura es sobresaliente con figuras como Erasmo de Rotterdam, Baruch Spinoza, Rembrandt, Vincent Van Gogh, Marco Van Basten o Johann Cruyff.
Los Países Bajos es una de las patrias más potentes y desarrolladas del globo, con una economía altamente productiva, gran nivel de bienestar y un compromiso inquebrantable con la democracia y los derechos humanos. Es una gran nación con una gran historia pero es también el cáncer que está descristianizando Europa.






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