San Cristóbal y Nieves: el país más pequeño de América.

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San Cristóbal y Nieves se llama así por pura casualidad. Nieves fue bautizada originalmente San Martín y San Cristóbal se llamaba San Yago. Tal fue la decisión del explorador Cristóbal Colón. Por una confusión, se intercambiaron estos nombres con los de otras islas cercanas y para no liar más la cosa, no se corrigió el error.

Estas islas fueron pobladas originariamente por los arawak y por los caribe pero durante siglos se las disputaron los colonos españoles, franceses y británicos. Finalmente el Reino Unido se quedó con esta colonia. En 1967 pasó a ser, junto con Anguila, un estado libre asociado y la independencia plena llegó en el año 1983.

La Federación de San Cristóbal y Nieves es la unión de dos islas en el Caribe. Se trata del estado soberano más pequeño de toda América, tanto en tamaño (261 km) como en población (40.000 habitantes). En 1998 hubo un referéndum en Nieves para separarse de San Cristóbal pero al final la cosa no fructificó y siguen juntos.

Por siglos San Cristóbal y Nieves vivió del azúcar que cultivaban los esclavos africanos. Hoy este país de Liliput es un paraíso turístico y especialmente, fiscal. Miles de empresas extranjeras están radicadas allí para no pagar impuestos. Pese a ello la riqueza no repercute en la población, la cual es, en su gran mayoría, pobre.

Este reino -cuyo trono ostenta Isabel II de Inglaterra- es una sociedad en la que destaca la población de raza negra, pero en la que también hay blancos y mulatos. Hay una mayoría de anglicanos, aunque también destaca la presencia católica. El inglés es la lengua oficial aunque en el día a día el pueblo llano prefiere usar el criollo.

San Cristóbal y Nieves es hermosa, si te gusta el turismo de sol y playa, aunque tampoco tiene nada especial que justifique visitarla. Su historia tampoco es interesante, ni le han nacido hijos ilustres que le den renombre, ni siquiera es el paraíso fiscal más destacado de la región. Este reino tiene, en realidad, poco que ofrecer.

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Dominica: mestizaje anglofrancés.

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Dominica se llama así debido a que el explorador Cristóbal Colón la descubrió un domingo. Esta isla caribeña fue poblada originalmente por los arawak hasta que los caribe los desplazaron de la región. Los feroces caribe se hicieron fuertes en la isla hasta el punto de lograr repeler a los colonos españoles y británicos por siglos.

No fue hasta el siglo XVII que los franceses colonizaron la isla. Aunque un siglo después pasó a manos de los británicos, la influencia cultural francesa perdura hasta la fecha. De hecho, además del inglés se habla también un criollo francés y el catolicismo es la religión predominante entre la población, la cual es de raza negra.

Los esclavos africanos heredaron el carácter indómito de los caribe y en 1838 Dominica fue la primera colonia británica en el Caribe en tener una legislatura dominada por negros. En 1978 se independizó del Reino Unido bajo un régimen republicano por lo que, a diferencia de otras patrias vecinas, Isabel II no reina allí.

Esta república independiente es un país con graves problemas de pobreza y desempleo que tradicionalmente ha vivido del cultivo del banano, aunque en los últimos años ha centrado sus esfuerzos en desarrollar el turismo y la ingeniería contable, por lo que hoy es uno de los paraísos fiscales que más crece en el mundo.

Los dominiqueses tienen una gran riqueza medioambiental. La mayor parte de su nación está cubierta por selva. Cuenta también con bosques tropicales, playas, volcanes… Además, el menudo país puede presumir de tener el desierto más puro del Caribe y las segundas aguas termales más grandes del mundo, las del lago Boiling.

Esta patria también destaca en su biodiversidad. Cuenta con una población muy importante de cetáceos, especialmente de cachalotes, que atraen la atención de biólogos marinos. Y el loro imperial es un ave endémica hasta el punto de ser considerada todo un símbolo nacional y aparecer como emblema en la bandera patria.

Montserrat: terror en el Caribe.

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Poblada originalmente por los nativos arawak y caribe, esta isla fue descubierta por los españoles en el siglo XV. Entonces Cristóbal Colón la bautizó Santa María de Montserrat en honor a la Virgen de Montserrat. Este diminuto país quedó bajo dominio británico en 1632 y su historia se asemeja a una película de terror.

La ínsula fue poblada con esclavos africanos que trabajaban en las plantaciones de azúcar y algodón. No sólo negros, sino también los blancos eran esclavizados: concretamente muchos nacionalistas irlandeses fueron deportados allí por sus ideas. Esta isla tropical fue una especie de campo de concentración para presos políticos.

Para colmo de sus desgracias, los fenómenos metereológicos se han cebado con esta colonia británica. En 1989 el huracán Hugo la arrasó y acabó con el turismo, que era la principal actividad económica. En 1995 el volcán Soufriere Hills obligó a evacuar el país. De sus 13000 habitantes, 9000 se marcharon y casi ninguno regresó.

La economía no ha podido remontar. El volcán sigue arrojando lava y ceniza esporádicamente, el sur de la isla permanece deshabitado, y tampoco existe una ingeniería fiscal que atraiga grandes capitales. En consecuencia -y al contrario de lo que ocurre con otras colonias británicas en el Caribe-, la renta per cápita es baja.

De 1979 a 1989 los Estudios AIR del productor de los Beatles George Martin atraían músicos de fama mundial a la isla para grabar en un tranquilo, verde y exhuberante entorno tropical, pero los estudios cerraron por el huracán Hugo. Una calamidad tras otra. Parece casi como si la isla estuviese maldita. Todo sale mal.

Para finalizar, y a modo de anécdota, cabe destacar que a pesar de formar parte del Reino Unido, la divisa de curso legal no es la libra esterlina sino el dólar del Caribe Oriental. Esta moneda lo es también de Antigua y Barbuda, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, y Anguila.

Anguila: herencia inglesa, amerindia y africana.

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A orillas del Mar Caribe encontramos el liliputiense archipiélago de Anguila, que estuvo poblado por los arawaks antes de ser descubierto por los españoles en el siglo XV y colonizado por los británicos en el siglo XVII.  Este antiguo refugio de piratas es en la actualidad otra colonia ultramarina más perteneciente al Reino Unido.

Fue colonizado por los británicos y administrado por Antigua primero, San Cristóbal después y San Cristóbal y Nieves más tarde contra los deseos de los anguilenses. El político Ronald Webster lideró dos revoluciones (1967 y 1969) para ser una colonia separada de San Cristóbal y Nieves. Londres accedió en 1980.

En cuanto a la economía, Anguila vive basicamente del turismo. No obstante, en los últimos años se ha convertido en un paraíso fiscal muy popular y cada vez más bancos se asientan allí. Antes no cobraba ningún tipo de impuesto pero desde el año 2011 cobra un impuesto de estabilización del 3% para combatir el creciente déficit.

El archipiélago cuenta con apenas 15000 habitantes, de los cuales la mayoría es de raza negra, descendiente de esclavos, aunque también hay mulatos y blancos. Protestantes y anglicanos son mayoría y hablan inglés y criollo. La cultura es una herencia de las tradiciones de colonos ingleses, nativos amerindios y esclavos africanos.

Existe una gran tradición deportiva en la isla; un lugar ideal para practicar submarinismo, vela, cricket, rugby o fútbol. Gastronomía, artesanía y ritmos musicales son variados. En 1993 el Gobierno fundó la Anguilla National Trust, institución creada para preservar el legado histórico, arqueológico y cultural del país.

Como dato curioso, destacamos que los primeros pobladores indígenas de la isla la nombraron Malliouhana, que significa «serpiente marina con forma de arco». Con la llegada de los exploradores ingleses en el siglo XVI, el nombre de la ínsula pasó a llamarse Anguila debido a la forma alargada y estrecha que tiene la isla.

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Islas Turcas y Caicos: la colonia que rechazó ser independiente.

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Este archipiélago se compone de dos grupos distintos de islas. Por un lado, el nombre de «Islas Turcas» se debe a la abundancia natural, en el archipiélago, de cierta especie de cactus cuya forma recuerda un fez turco. Por otro lado, los «Caicos» son unos «bajos o arrecifes grandes que llegan a veces a formar islotes».

Este diminuto archipiélago fue poblado originalmente por caribes y arawaks. Con posterioridad llegaron los colonos españoles, franceses y finalmente británicos, que hicieron de las islas un refugio de piratas.  Desde el siglo XVIII forma parte del Imperio Británico y todavía hoy es una colonia feliz por depender de la corona.

La historia de Turcas y Caicos es muy curiosa. Siempre dentro del dominio británico, ha pasado por diferentes administraciones: primero fue anexionado a las Bahamas, luego fue colonia separada, luego parte de Jamaica, luego otra vez parte de las Bahamas. Actualmente es un territorio no autónomo dentro del Reino Unido.

En 1982 Londres le ofreció la independencia pero en el último minuto Turcas y Caicos la rechazó. Canadá les ha ofrecido en varias ocasiones formar parte de su país, cosa que también ha rechazado. De momento están satisfechos siendo británicos, aunque no se puede descartar una declaración de independencia en el futuro.

Desde el punto de vista económico, las islas viven del turismo de sol y playa, y, como suele ser habitual en estos casos, de ser un paraíso fiscal. No obstante, Turcas y Caicos es bastante más corrupta que otras dependencias británicas. De hecho Londres suspendió su autogobierno por un escándalo de corrupción en 2009.

El archipiélago tiene apenas 30.000 habitantes, de los cuales el 90% es de raza negra y el 85% de fe protestante. La lengua oficial es el inglés aunque también se habla el criollo. En cuanto a la cultura, destaca un género musical propio llamado ripsaw, que cuenta con instrumentos muy poco habituales, como una sierra de mano.

Islas Vírgenes: Inglaterra en el Caribe.

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Islas Vírgenes es, según la Organización de Naciones Unidas (ONU), uno de los diez territorios no autónomos de Reino Unido pendientes de descolonización. Los otros nueve son Anguila, Bermudas, Gibraltar, Caimán, Malvinas, Islas Turcas y Caicos, Montserrat, Pitcairn y Santa Elena. Islas Vírgenes es, oficialmente, una colonia.

Su nombre se presta a confusión. Oficialmente se llama Islas Vírgenes. A secas. Pero es conocida como Islas Vírgenes Británicas, para diferenciarlas de Islas Vírgenes de los Estados Unidos y de Islas Vírgenes de Puerto Rico. Cristóbal Colón las llamó así por Santa Úrsula y las once mil vírgenes: de ahí su curioso nombre.

Se trata de un achipiélago de cuarenta pequeñísimas ínsulas en medio del Caribe. Fueron pobladas inicialmente por los arawak. Luego los desplazaron los indios caribe. Más tarde llegaron los colonos españoles, holandeses, ingleses, daneses, franceses… Y al final fue el Reino Unido quien se llevó el gato al agua y se las quedó.

Con el tiempo ha pasado por diversas administraciones. Estuvo bajo la tutela de la Colonia de las Islas de Sotavento y también dentro de San Cristóbal y Nieves. El estatus de colonia separada lo alcanzó en 1960 y el de territorio autónomo en 1967. La soberana de estas ínsulas es la poderosísima reina de Inglaterra,  Isabel II.

La economía ha pasado del cultivo de la caña de azúcar y la agricultura básica al turismo de lujo y las finanzas. Su envidiable clima tropical y sus playas caribeñas hacen las delicias de los visitantes. También es un paraíso fiscal con numerosas empresas domiciliadas allí para evitar pagar impuestos. Su renta per cápita es alta.

De los casi 30.000 virgenenses, la gran mayoría es de raza negra (descendiente de esclavos africanos) aunque también hay una minoría blanca. Casi toda su población es cristiana; sobre todo metodistas y anglicanos. El idioma oficial es el inglés y destaca el quimbombó, un estilo musical muy festivo y con trazas de humor.

Caimán: más empresas que habitantes.

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Las Caimán fueron descubiertas por los españoles, pero fue el pirata inglés Francis Drake quien les dio nombre en el siglo XVI. Luego las colonizaron los británicos. En su día formaron parte de la Jamaica británica, pero cuando ésta se independizó en el año 1962, pasaron a ser un territorio de ultramar del Reino Unido.

Jamás unas islas tan pequeñas dieron tanto que hablar. Se trata de un menudo archipiélago formado por tres ínsulas situado al sur de Miami. Es un oasis tropical en medio del Caribe de inconfundible arquitectura colonial inglesa. Su flora y fauna son ricas, y sus cristalinos fondos marinos hacen las delicias de los visitantes.

Pese a su diminuto tamaño, es uno de los más importantes centros financieros del mundo. En este paraíso fiscal no pagan impuestos directos ni sus ciudadanos ni sus empresas. De hecho, es el lugar del planeta Tierra con más empresas por habitante: nada menos que 85.000 negocios registrados por tan sólo 57.000 almas.

No obstante, esto de no pagar impuestos viene de lejos. Fue en 1788 cuando diez barcos británicos procedentes de Jamaica naufragaron junto a las Caimán. Entonces los nativos auxiliaron a los supervivientes. En agradecimiento, el rey Jorge III eximió a la colonia del pago de tributos, privilegio que dura hasta hoy.

También tiene una importante industria turística orientada a atraer a los ricos de Estados Unidos y Canadá: hoteles de lujo, mansiones, campos de golf, playas de ensueño…  Es un sitio ideal para practicar el buceo, la pesca submarina y la vela. Sobra decir que el país tiene una de las rentas per cápita más abultadas del mundo.

La población, casi en su totalidad cristiana, se compone básicamente de gente de ascendencia inglesa y africana, con una considerable mezcla interracial. Aquí se refugiaron piratas, perseguidos por la Inquisición española, náufragos, esclavos… Es gente muy amable y acogedora que parece haber descubierto el secreto de la felicidad.

Bermudas: el triángulo del misterio.

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Si pronunciamos la palabra «Bermudas» a bote pronto nos vienen a la mente tres cosas: unos pantalones cortos que los hombres visten en verano, un misterioso triángulo donde desaparecen barcos y un paraíso fiscal. Este pequeño país de 150 islas y sólo 53km2 de extensión es el territorio de ultramar más antiguo del Reino Unido.

El navegante español Juan Bermúdez descubrió en 1505 las Bermudas; de ahí su nombre. Tras tímidas incursiones de españoles y portugueses, las islas fueron colonizadas por los ingleses.  Este diminuto país subtropical pasó a ser fortificado por su importancia estratégica para los británicos en la navegación del Atlántico Norte.

Su situación política a día de hoy continúa siendo controvertida. Aún sigue siendo una colonia, pero en 1995 el 75% de la población local votó en referéndum en contra de la posibilidad de independizarse. Su elevada población (70.000 habitantes) obliga a la gente a una emigración forzada a América del Norte y del Sur.

Bermudas es un paraíso turístico y fiscal. Turistas adinerados de Estados Unidos, Canadá y Reino Unido se zambullen en sus cristalinas aguas para practicar buceo y submarinismo. Unos pocos afortunados juegan al golf mientras disfrutan del sol durante todo el año. Las Bermudas son, digámoslo abiertamente, unas islas para ricos.

Las empresas de ingeniería fiscal y las compañías de seguros proliferan por doquier. Bermudas tiene una de las rentas per cápita más altas de todo el planeta. Mientras el resto del mundo está sumido en una crisis económica las islas no paran de atraer capitales del exterior, lo que encarece y mucho el coste de la vida.

Estas islas son mundialmente famosas por un triángulo entre Bermudas, Florida y Puerto Rico donde misteriosamente desaparecen barcos y aviones sin dejar rastro. Lamentamos defraudar al lector, pero en realidad esto no es cierto. De hecho, tan sólo se trata de un mito popularizado por el escritor de ciencia ficción Charles Berlitz.

Bahamas: donde nació el Nuevo Mundo.

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Cuando el 12 de Octubre de 1492 el  navegante Cristóbal Colón arribó a estas tierras, creyó haber llegado a la India. En realidad acababa descubrir América. Fue el primer territorio americano al que llegó Colón. Tierra de taínos y arawaks, fue colonia española entre 1513 y 1648, cuando pasó a manos de ingleses.

Es un archipiélago de 700 islas entre Cuba y Florida. Debido a su estructura laberíntica fue refugio de muchos piratas ingleses, que se escondían en la zona para asaltar los galeones españoles. Los británicos prohibieron la piratería en 1718. Entonces, trajeron muchos esclavos negros para trabajar en los cultivos locales.

Bahamas se independizó de Londres en 1973. No obstante, pertenece a la Mancomunidad de Naciones y su reina es Isabel II de Inglaterra. Desde entonces ha tenido una vida apacible y tranquila. Su parlamento es el más antiguo del Nuevo Mundo (data de 1729), anterior incluso al de los Estados Unidos.

Es un sitio ideal para disfrutar de unas playas de ensueño y de un mar azul turquesa, aunque eso sí, infestado de tiburones. Llama la atención cómo los locales los tratan casi como a mascotas. En Bahamas se encuentra el acuario más grande del mundo, con más de 50.000 peces. El turismo da empleo al 60% de la gente.

Bahamas es un paraíso fiscal donde el rico vive inmejorablemente porque paga igual que un pobre por todo. La vida es carísima porque todo es importado. Allí hay instalaciones pobres y viejas para unos y cruceros, hoteles y mansiones de lujo para otros. Este  reino tiene una de las rentas per cápita más altas de toda América.

De sus poco más de 300.000 habitantes el 83% es negro y el 15% restante lo componen blancos y mulatos. Es una sociedad muy religiosa compuesta por protestantes, anglicanos y católicos. También los hay que practican rituales de vudú. Se habla el inglés y el criollo bahameño. En Bahamas nació el Nuevo Mundo.

Surinam: el patio trasero de Holanda.

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Surinam no tiene un cantante célebre, ni una estrella del cine, ni una Miss Mundo, ni un Premio Nobel, ni una playa para lucir en postales. Tampoco tiene el petróleo de Venezuela ni los Carnavales de Brasil. Ni si quiera el Papa viajero, Juan Pablo II, viajó jamás allí. Surinam es un país hermoso, pero no lo conoce nadie.

Fue colonia de españoles, británicos y holandeses. El país más joven y pequeño de Sudamérica, independizado  de Holanda en 1975, cuenta con sólo medio millón de almas. Hay más, pero están fuera. 350.000 surinameses viven en Holanda. Y no piensan en regresar en las vacaciones sino en ayudar a los suyos a escapar de allí.

Los niños juegan al fútbol con la idea de escapar de la pobreza. Futbolistas de la talla de Edgard Davids, Patrick Kluivert, Clarence Seedorf, Ruud Gullit, Frank Rijkaard, Royston Drenthe o Jimmy Floyd Hasselbaink tienen ascendencia surinamesa, pero todos ellos prefirieron vestir la camiseta de Holanda.

Esta tierra está poblada por descendientes de indios, africanos negros, javaneses, chinos, árabes, amerindios, blancos… La lengua oficial es el holandés, aunque también se habla sranang tongo, que es una mezcla de inglés, holandés y lenguas africanas. Eso por no mencionar los idiomas de cada una de las comunidades locales.

¿Por qué son tan diferentes del resto de sudamericanos? Cuando los europeos se repartían el mundo como si jugaran al Monopoly, los holandeses intercambiaron Nueva Ámsterdam (actual Manhattan) por Surinam. Fruto de tanto lío con las fronteras, esta república reclama territorios a sus vecinos Guyana y Guayana Francesa.

En este país caribeño hay hindúes, protestantes, católicos, musulmanes, judíos… Allí puedes ver una sinagoga justo al lado de una mezquita y no pasa nada. No hay problemas de racismo ni de intolerancia religiosa. Los surinameses se toman con buen humor eso de ser tan distintos en un continente donde todos son iguales.

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