De las cenizas de la Primera Guerra Mundial nació en 1918 el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que luego se denominaría Yugoslavia. Era un estado artificial creado de la noche a la mañana bajo el liderazgo de Belgrado; un puzzle de razas, etnias, lenguas, culturas y religiones forjado bajo el lema de que la unión hace la fuerza.
Pero las tensiones afloraron pronto. En la Segunda Guerra Mundial los croatas se aliaron con los nazis y asesinaron 700.000 serbios. Después, con la llegada del mariscal Josip Broz Tito y el advenimiento de la dictadura comunista, el país se mantuvo unido y las diferencias culturales y resentimientos aparcados por un tiempo.
Yugoslavia llegó a tener 25 millones de habitantes. Era la locomotora económica de la Europa Suroriental y lideraba a los países no alineados. Su selección de baloncesto fue campeona europea, mundial y olímpica. El país era mostrado como un ejemplo de convivencia. Pero todo eso era sólo un espejismo que duraría poco.
La Guerra Civil Yugoslava (1991-1995) desintegró esta patria tras un mar de genocidios. El centralismo promovido por el nacionalista serbio Slobodan Milosevic provocó la secesión de Eslovenia, Croacia, Macedonia (1991) y Bosnia-Herzegovina (1992). Sólo Montenegro se quedó junto a Serbia en una Yugoslavia menor.
En 1999 la OTAN declaró la guerra a Milosevic por sus crímenes contra los kosovares. Montenegro acabó abandonando a Serbia en 2006, poniendo fin a Yugoslavia. La independencia de Kosovo respecto de Serbia en 2009 fue el epílogo a una historia teñida de sangre e independentismos que acuñó un nuevo verbo: balcanizar.
Los estados multiculturales suelen fracasar. La convivencia pacífica de distintas religiones, lenguas y culturas es sólo posible bajo el puño de hierro de un dictador. No habría separatistas si no hubiese separadores. Los estados artificiales están condenados a desaparecer… Son las lecciones de la extinta Yugoslavia para la historia.
Sep 15, 2012 @ 11:39:13
Siempre recordaré con nostalgia este desaparecido país. En su día defensí su unidad nacional creyendo -ingenuamente- eso de «la unión hace la fuerza». Hoy me doy cuenta de que algunas diferencias son irreconciliables y que «cada uno en su casa y Dios en la de todos».
P.D. Aún hoy Yugoslavia sigue siendo el país que ha ganado más mundiales de baloncesto (cinco).
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Sep 15, 2012 @ 22:17:33
Ultimamemente se te va la pinza un poco con tus sentencias. ¿desde cuando los estados multiculturales fracasan? menuda chorrada. ¿que me dices de italia, unida tras una guerra a mediados del siglo XiX y que esta llena de lenguas y dialectos de esas lenguas? y Suiza? que hablan cuatro lenguas y EE.UU? Para un pais que no funciono, generalizas a todos……
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Sep 16, 2012 @ 12:11:04
Tienes razón. No todos fracasan. Aunque desde luego sí casi todos. EEUU y Suiza funcionan bien. La excepción que confirma la ragla. Italia no estoy de acuerdo (mira el separatismo de la Padania por ejemplo).
En cualquier caso corrijo la frase. Quito «Todos los estados multiculturales fracasan» y pongo «Los estados multiculturales suelen fracasar».
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Sep 14, 2013 @ 15:22:54
Edito:
Añadimos vídeo relacionado.
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