Católicos no practicantes y vegetarianos no practicantes.

Según las encuentas y sondeos oficiales el 75% de la sociedad valenciana es católica. Y yo digo que eso es mentira. Lo que hay es un 75% de bautizados, que no es lo mismo. Es decir, un 75% de bebés que en su día fueron bautizados sin que, lógicamente, nadie les pidiera su opinión y que en el mejor de los casos después tomaron la primera comunión porque ese día te hacen regalos y se casaron por la Iglesia porque hacerlo por el juzgado es muy frío. Hay que acabar ya de una vez con el mito de la Valencia católica porque católicos, lo que se dice católicos, en este país llamado Reino de Valencia se cuentan con los dedos de la mano y sobran dedos.

Valencia es un país de católicos no practicantes, que es no ser nada. Es como si yo me declaro vegetariano no practicante… Como hamburguesa y jamón y luego digo que soy vegetariano. Aquí un tío te dice que está a favor del aborto, del gaymonio y lesbimonio, que piensa que Satanás no existe pero la reencarnación sí… y luego te dice que es católico. Menuda empanada mental lleva esta gente. Su máxima expresión de catolicismo consiste en ir a rezar a una estatua de madera o ponerse histérico cuando sacan a pasear la imagen de la Virgen, como quinceañeras en un concierto de Alejandro Sanz. Y ahí se acaba la cosa, que ya de por sí es muy triste.

El filósofo danés Soren Kierkegaard ya alertaba de la irracionalidad que supone que una Iglesia sume creyentes que no creen. Aunque eso no es algo que le importe mucho a la Iglesia Católica, que tiene el dudoso honor de haber quemado más Biblias a lo largo de la historia que el comunismo. Aquí si los católicos creen o no en Jesús es lo de menos. Porque de lo que se trata es de dinero. De poder decirle al Estado: «Somos importantes, representamos a tanta gente, así que suelta subvenciones para nuestros colegios concertados, ONG, visitas papales y demás prebendas». Pasta, eso es todo. No son discípulos de Cristo sino los mercaderes del templo.

La Iglesia Católica es como Telefónica… es muy fácil darse de alta pero imposible darse de baja. No hay manera humana de que te borren de su club, por más que se lo pidas. Si te bautizaron de bebé ya te consideran católico para toda la vida, así te hayas convertido al ateísmo o al islam. Yo mismo soy protestante y la Iglesia me cuenta como católico a la hora de reclamar pasta a la Generalitat. Porque aquí católicos practicantes no lo son ni los obispos… No hay más que ver cómo arengan en contra del aborto y después pierden el culo para ir a votar a un partido abortista como el Partido Popular (PP). Por suerte, cada vez engañan a menos gente.