La actual República Unida de Tanzania es el matrimonio de dos naciones que libremente decidieron casarse pese a tener poco en común. La primera y mayor de ellas es Tanganica (antigua África Oriental Alemana), que fue colonia de los alemanes primero y de los británicos después. Se independizó pacíficamente en 1961.
Su esposa es la siempre bella Zanzíbar, que fue conquistada por los británicos en 1896 tras una guerra de 38 minutos -la más corta de la historia-. Zanzíbar se independizó en 1963 y le dio el «sí quiero» a Tanganica en 1964. Tanzania es la fusión de nombres de ambos países y proviene de Azania, que significa «Tierra de negros».
Zanzíbar es pequeña e insular, Tanganica grande y continental. Una es islámica y se gobierna por la sharia, la otra una mezcla de cristianos, musulmanes y animistas regidos por legislación colonial. La primera tiene influjos árabes, persas y comoerenses, la segunda es esencialmente bantú. Una comercia, la otra es agrícola.
Zanzíbar y Tanganica se parecen lo que un huevo a una castaña. Esto provoca que la federación diste mucho de ser perfecta. A menudo sus sistemas jurídicos chocan (a veces incluso se impiden extradiciones de un sitio a otro) y se procura un reparto equilibrado de poder de ambos pueblos en el Gobierno y el Parlamento nacional.
No obstante, Tanzania es uno de los estados más tranquilos de la región. No hay conflictos étnicos internos y sólo ha habido una guerra (que acabó en victoria) contra Uganda (1979) en respuesta a la invasión del caudillo de aquel país, Idi Amin Dada. El país es pobre y atrasado y ha pasado de dictadura a comicios farsa.
Tanzania es un estado multicultural. Hay más de un centenar de etnias – la mayoría de origen bantú-, cada una con su propia identidad, lengua y cultura. Pese a que el inglés es el idioma de la oficialidad y de la educación formal, poquito a poco es abandonado por la juventud en favor del suajili que habla el pueblo llano.
Comentarios recientes