El otro día estaba instruyendo a mis alumnos acerca del consumo responsable. Les expliqué que algunas multinacionales se instalan en el Tercer Mundo y allí contratan en régimen de semiesclavitud a niños pequeños que en lugar de ir a la escuela se pasan maratonianas jornadas laborales en una lóbrega fábrica cosiendo zapatillas o balones por un sueldo miserable. Y les puse como ejemplo a la tantas veces denunciada en la prensa factoría Nike.
Cuando les pregunté si ellos están dispuestos a comprar productos que saben que están fabricados por esclavos, su respuesta me heló la sangre. Me dijeron que sí, que sin ningún problema. «¿Incluso a pesar de que así estáis contribuyendo a fomentar la esclavitud en el mundo?» -repliqué-. Y nuevamente me respondieron que sí, que mientras a ellos les guste una cosa se la comprarán sin problemas pues no les importa cómo la hayan hecho.
Me quedé de piedra al ver que ni uno solo de mis estudiantes sintió un mínimo de solidaridad con aquellos niños explotados de India y China. Más sobrecogedor todavía fue ver que aquella era la mejor clase en cuanto a resultados académicos, la de los más inteligentes. Pensé aterrorizado: «Si esto es representativo de los futuros líderes que vamos a tener en la nación, menuda pandilla de monstruos carentes de escrúpulos va a dirigir nuestros destinos».
Lo más paradójico es que en unos pocos años estos chicos saldrán al mercado laboral y comprobarán como, tras estudiar una dura carrera de cuatro años en la Universidad, lo único que les aguardará será un empleo basura con un sueldo inferior al de un barrendero. Y todo porque los empresarios dicen que toca abaratar costes para poder competir contra esos mismos niños indios y chinos por los que mis alumnos no sienten ninguna compasión.
May 25, 2010 @ 03:41:53
Que terrible es la realidad que viven muchas personas en el mundo, pero es mas terrible aun enterarse que existe gente tan inconsiente y apatica como para apoyar la explotacion laboral de unos niños que deberian de estar estudiando
Me gustaMe gusta
May 28, 2010 @ 12:14:51
Triste pero real. Así es la sociedad en la que vivimos. Individualista. Cada uno busca su propio interés y se olvida del prójimo.
Me gustaMe gusta
Nov 03, 2010 @ 20:51:45
Bueno, pues ahi tienes la respuesta, si no les importa contribuir a la esclavitud por tener un zapato, menos aun les importará matar a sus propios hijos antes de nacer, por eso lo consideran un derecho. Cuando la gente tiene el corazón helado, no tiene límites ni escrupulos..
Me gustaMe gusta
Nov 04, 2010 @ 10:45:04
Por desgracia, vivimos en una sociedad cada vez más individualista donde el sufrimiento ajeno no importa a casi nadie. Creo que en esto tiene mucho que ver la educación que los hijos reciben de los padres, pero bueno, eso ya es otro tema.
Me gustaMe gusta
Feb 26, 2012 @ 18:03:12
Bueno, no todos son iguales….
Me gustaMe gusta
Feb 28, 2012 @ 20:09:59
Hay gente que no es así, mi madre me concienció desde pequeñita y yo siempre haciendo campaña en clase sé lo difícil por no decir imposible que es hacer ver a los niños que una vida de caprichos es una vida de muerte y dolor para otros en otra parte del mundo. Parte de la culpa de esto la tiene el capitalismo que nos da una vida de país medio para que vivamos comodamente agenos al dolor por hambre… en fin… no hay más ciego que el que no quiere ver. Luchemos con información desde pequeñitos y para mí que fuí voluntaria de una asociación que hacía ludotecas a niños pobres me parece vital que cualquier chaval de entre 16 y 19 años trabaje voluntariamente en entornos desfavorecidos, de la realidad podrán nacer buenos valores.
Me gustaMe gusta
Feb 29, 2012 @ 12:15:01
De acuerdo contigo.
Me gustaMe gusta