¿Sabías que un valenciano descubrió que la forma de la Tierra es ovalada?

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Corría el año 1735 cuando el monarca francés Luis XV puso en marcha una expedición científica -la Misión Geodésica Francesa- con la misión de averiguar, describir y despejar dudas sobre la forma de la Tierra, pues en aquella época no se sabía con certeza si era esférica como la naranja o más bien ovalada como el melón.

El rey galo estableció dos comisiones: una en Laponia y otra cerca de Quito. En la expedición americana, en acuerdo con el rey español Felipe V, se decidió que participaran el valenciano de 21 años Jordi Juan (Monfort del Sit 1713-Madrid 1773), el andaluz Antonio de Ulloa, de 19, y el criollo Pedro Vicente Maldonado.

Tras 11 años de estudio no exentos de dificultades, Juan y Ulloa lograron publicar Observaciones astronómicas y phísicas hechas en los Reynos del Perú (1748). En esta obra revelaron que el grado del meridiano en el ecuador era más corto que en el Círculo Polar, así que la Tierra se encontraba achatada por los polos.

Se confirmaba, pues, la teoría del físico inglés Isaac Newton, pero Jordi Juan y Antonio de Ulloa fueron los primeros en publicarlo en una forma científica. En este sentido, la participación del militar, humanista, ingeniero naval y científico valenciano Jordi Juan resultó definitiva para determinar la forma del planeta Tierra.

¿Sabías que Joan Lluís Vives es el autor de Lazarillo de Tormes?

Luis Vives (Pere Carbonell) Madrid 01

Lazarillo de Tormes es la segunda obra en lengua castellana más importante de la historia, sólo por detrás del Quijote de Miguel de Cervantes. No obstante, el autor de la primera novela realista de Europa -con tintes anticlericales- no la firmó para evitarse problemas con la Inquisición. Pero la identidad del autor parece haber sido desvelada al fin.

Desde 2003 el profesor de la Universidad Española de Educación a Distancia (UNED) Francisco Calero ha defendido en varios libros y numerosos artículos que el pensador Joan Lluís Vives escribió en castellano varias de las obras más importantes de la literatura española, entre las que se encuentran Diálogo de la lengua y Lazarillo de Tormes.

Vives criticaba las injusticias sociales, así como la corrupción y la falta de caridad de la Iglesia Católica para con los pobres. Optó por publicar muchos de sus escritos de forma anónima, para evitar las represalias de la Inquisición. Y una de sus obras podría ser el Lazarillo.

Para dicha hipótesis, se ha tomado como punto de partida las cartas que el humanista más destacado de la Península Ibérica, Joan Lluís Vives, enviaba a su amigo Juan de Vergara, donde anunciaba que algunas de sus obras habían sido redactadas en lengua castellana.

A partir de ahí, Calero ha investigado para corroborar la autoría de Vives. Ha comparado las obras erasmistas anónimas de la época del humanista valenciano con los escritos latinos de este autor y ha comprobado «la inmensa concordancia entre el contenido, la expresión y el estilo».

El tema de la pobreza presente en Lazarillo coincide incluso en puntos secundarios con varias obras de Vives, como De subventione pauperum, Diálogo de Mercurio, Diálogo de Lactancio, Diálogo de la lengua, Diálogo de doctrina cristiana.

El tema del hambre -tan importante en Lazarillo de Tormes– también era bien conocido por Joan Lluís Vives, quien atravesó grandes apuros económicos. Su correspondencia personal revela que sobrevivió gracias a la solidaridad de algunos amigos, que le enviaban dinero periódicamente.

El fuerte anticlericalismo de Vives -perseguido por judío-, está presente en obras como De subventione pauperum o los Diálogos. Y precisamente, Lazarillo es ante una obra de denuncia, pues los personajes eclesiásticos aparecen retratados como hipócritas y faltos de caridad.

El estilo y contenidos de Lazarillo coinciden también con escritos de Vives como Introductio ad sapientam, De concordia, Preces et meditationes generales, De Europae dissidiis et bello turcico, Veritas fucata, Linguae latinae exercitatio, etc. así como con sus cartas personales.

«Algún argumento puede aplicarse a otro autor, pero es indudable que el conjunto de los mismos sólo se aplica a Vives. Es momento para que Valencia reconozca en Vives al mejor escritor en lengua castellana después de Cervantes. Es una gloria que nadie le podrá arrebatar», dice Calero.

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