Constantemente dicen las personas mayores que no hay nada como la vida de estudiante de tan cómoda y fácil como es. Dicen que el trabajo sí que es duro, que estás esclavizado, que debes aguantar al jefe y que tienes muchos problemas. No creo yo que la vida de estudiante sea tan fácil. Cuando trabajas cumples con tu jornada laboral, cobras por hacerla y cuando sales del trabajo te olvidas; ya puedes descansar o preocuparte por tu vida social. Cuando estudias, por el contrario, pasas unas cuantas horas en el centro docente, pagas por estudiar (libros, materiales…) y cuando llegas a casa tienes que hacer los deberes o estudiar para los exámenes. Y todo eso sin cobrar ni un duro. O mejor dicho, ni un euro.
Es cierto que tenemos muchas vacaciones, pero la mayor parte de ellas sirven para organizarnos la faena y estudiar. Hablo, por supuesto, de los buenos estudiantes. Aquel alumno que no da ni golpe en todo el año para mí no es estudiante como supongo que tampoco es trabajador aquel que en horas de trabajo se dedica a jugar al truque. Los mayores hablan de aguantar al jefe que a menudo es un doberman, pero ¿qué sucede cuando discutes con un profesor que te ha suspendido el examen porque no le caes bien cuando sabes perfectamente que le ha puesto matrícula de honor a una compañera sólo porque ella se la chupa en su casa o en el despacho? Eso es la Universidad, amigo mío.
Dicen que en los Países Bajos los estudiantes cobran un salario por estudiar. Yo no lo sé, la verdad, pero todo lo que me digan de ese pequeño gran país centroeuropeo que es Holanda me lo creo. Son muchas horas y el dinero que emplea un estudiante en su formación. En otros países los libros son gratuitos. Aquí, la única ayuda dirigida a los alumnos consiste en reducir las becas. Es lastimoso desperdiciar cinco años de tu vida en unas aulas donde no aprendes nada para contar el día de mañana con una licenciatura que te sitúe bien y al final descubrir que lo que te espera es lo mismo que a la gente que nunca ha cursado una carrera: trabajo precario, inestable, mal pagado, indigno, etc.
Si transportáramos con una máquina del tiempo a un ciudadano del Imperio de Roma a la actualidad se sorprendería de todas las cosas nuevas que tenemos pero habría algo que le resultaría familiar: el sistema educativo basado en exámenes que continúa siendo el mismo que el de hace 2.000 años. Yo sustituiría (al menos en las Universidades) los tests y exámenes por trabajos al estilo de minitesis donde los alumnos pudieran razonar y aportar algo de sí mismos. Creo que uno siempre aprende más razonando que aprendiéndose de memoria un temario para repetirlo como un loro en la prueba. Eso no sirve para nada pues a los quince minutos de acabar el examen el pupilo no se acuerda de nada.
No hablemos ya de tener escolarizados hasta los 16 años por obligación a un montón de adolescentes a los cuales no les interesa la clase y que preferirían estar trabajando en un almacén. ¿Cómo puede un profesor convencer para que estudie inglés a un alumno que le dice a la cara que él ha de irse a trabajar con su padre? No hablemos ya de un sistema educativo que permite a los bachilleres suspender todas las asignaturas y pasar de curso. ¿Qué estímulo puede tener un alumno de Secundaria para esforzarse y aprender si sabe que no hay ninguna recompensa por hacerlo? Deberían hacer cursos de dos velocidades: en una clase quien tenga ganas de estudiar. En otra quien pretenda incordiar.
Y si al hecho de que a los estudiantes de Secundaria provengan de un sistema que en lugar de culturizarlos los convierte en analfabetos funcionales, le añadimos el hecho de que en la Universidad han de pasarse la mitad de tiempo haciendo cursillos y seminarios estúpidos que solamente son un insulto a la inteligencia y al bolsillo para obtener créditos en lugar de estudiar la carrera, podemos apostar a que las casas que construyan los arquitectos en el futuro serán tan estables como los castillos de naipes. La vida del estudiante es como la del ama de casa; trabajas muchísimo pero como no tienes nómina nadie lo valora. Y dicen que es fácil la vida del estudiante… Quien diga eso es que no ha estudiado nunca.
Comentarios recientes