Inauguramos una nueva sección en la web: Biografía. Allí podréis saber más de mí.
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Tengo 30 años y soy escritor. He publicado tres libros, traducido un cuarto y escrito cientos de artículos. Suelo decir las cosas con crudeza, sin preocuparme lo más mínimo de si ofenden o no a la gente. Todo arranca de cuando tenía 17 años. Entonces leí una cita que me impresionó. «Prefiero molestar con la verdad a adular con la mentira». La dijo Lucio Anneo Séneca, el pensador romano. Aquella filosofía iba a inspirar toda mi vida y obra desde entonces hasta nuestros días.
Hablar con tanta dureza me ha valido todo tipo de piropos. Racista, xenófobo, fascista, ultracatólico, judío, homófobo, homosexual, farsante… Hasta terrorista me han llegado a decir. A mí no me importa lo más mínimo. Como si quieren decir que desayuno niños en vez de madalenas. Por un oído me entra y por otro me sale. Tan sólo me sorprende que la gente me perciba de esta manera cuando la realidad es que mi ideología política se encuentra en las antípodas de lo que me acusan.
Mi novia es negra. Ahora ella vive aquí en Valencia. Antes lo hacía en Cataluña. Pasear por Barcelona de la mano de una africana es duro. Ven juntos a una mujer negra y a un hombre blanco e inmediatamente piensan que se trata de una prostituta y su cliente. O que si son pareja, ella está con él por los papeles. Casi nadie se para a pensar que quizás se trate de una pareja mixta que se ama y ya está. Esa posibilidad es inconcebible para la gente. Los prejuicios son demasiado fuertes.
Ser cristiano no te libra de ser pecador. Entre mis muchos defectos figura el de tener prejuicios. A menudo hago juicios de valor de las personas sin conocerlas. En general mis predicciones se aproximan bastante a la realidad aunque otras veces me he llevado sorpresas. Pero ahora escucho lo que la gente dice de mí. O de mi novia. Nos juzgan sin conocernos y lo peor es que se equivocan. Me toca beber de mi propia medicina. Me pregunto si esto será un castigo de Dios por mis prejuicios.
Nov 08, 2010 @ 16:05:26
Hoy me agrada tu post!! Prejuicios tenemos todos, es triste, nadie se salva. La Biblia nos pide mil veces no juzgar, pero algunos creemos ser dueños de toda verdad o de toda justicia. Debemos ser mansos y humildes de corazón.
Fíjate que a los primeros judios se les solicitaba evitar mezclarse con personas de otras razas, está expresamente escrito, prometo buscar el capitulo para que lo leas, sin embargo esta idea de la “exclusividad de Dios” cae con Cristo, quién nos ordena predicar a Jehová… en fin.
¿Sabes que? No te preocupes por lo que LA GENTE diga de tu relación, por el color de tu chica, o la ciudad donde ella nació, incomodar con la verdad significa simplemente ser honesto (así tu vecino deba voltear de vez en cuando, para no incomodarse demasiado), pero eso no significa que debemos ser unos descorazonados que anden por ahí lastimando a la gente con la boca o la mirada, porque la verdad es que, no somos dueños de toda verdad o justicia.
Con respecto a lo del castigo de Dios, bueno, él es nuestro padre celestial, y un buen padre ENSEÑA, para que no seamos como tus alumnos, indecentes sin conciencia de las consecuencias de sus actos.
Lee 2 CORINTIOS, capitulo 12, léelo completo, ahí te habla de una de las maneras en que Dios nos mantiene humildes y mansos.
Bendiciones!! (y bendice la unión con tu chica, recuerda que el reino de los cielos no será tampoco para los fornicarios!)
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Nov 08, 2010 @ 23:37:47
Siempre con palabras sabias y acertadas. Me alegro mucho de tenerte por aquí.
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