Si no en tinguerem prou en els immigrants espanyols de tota la vida (eixos que han vingut morts de fam en la maleta baix del braç i que el seu agraïment a mosatros per acollir-los i donar-los treball ha consistit en bramar que el Valencià deuria estar prohibit) ara arriben a les nostres fronteres immigrants d’America Llatina, Africa, Europa, Asia, etc. que estan assentant les bases d’una bomba de rellongeria que ha d’esclatar en els proxims anys.
Si vaig a la farmacia, per determinats medicaments he de pagar el 40% del seu valor. Eixos mateixos farmacs els tenen gratis els nouvinguts. ¿És just aixo? ¿M’he de nacionalisar equatorià per a que m’atenguen en igualtat de condicions? No entenc tampoc com els immigrants sense papers –més de 200.000 en la nostra autonomia- poden tindre la targeta sanitaria i un acces gratuit a la sanitat si despres resulta que no cotisen per a sostindre-la.
Hi ha persones que apunten que els nacionals deuriem ser primer. És dir, que a l’hora de repartir ajudes, l’estat benefactor atenga primer als nacionals, i al final de tot, als estrangers. Yo no defenc aço sino que tots estigam en un pla d’igualtat a l’hora de beneficiar-mos de les ajudes. I aci, tal i com estan plantejades les lleis un Dumistrescu qualsevol té més drets que un Ferrer o un Pla. Una llei que permet aço és una llei mal feta.
L’immigracio és una anarquia. Aci lo mateix entra qui té antecedents penals que qui no en té, qui ve en SIDA que qui està sa, la romanesa que ve a viure de demanar almoina que el senegales que treballarà en l’obra, el mafios lituà que blanqueja diners que la cristiana veneçolana, qui és analfabet o qui és una eminencia, qui vol integrar-se que el qui espera que els demes s’adapten ad ell. Cal separar el gra de la palla. No podem seguir aixina.
FONT: Llengua Valenciana Blogspot. 13-10-2006.
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Josué Ferrer. 
Oct 14, 2015 @ 12:31:30
Leo con tristeza el principio del comentario de esta página. Desde el primer momento que entre en su blog quedé atrapada por la defensa justa, documentada y entregada de su cultura, lengua y señas de identidad que adopté sin reservas porque me parecieron más que justificadas. Hoy ud. me ha decepcionado y aunque probablemente no le importe de una (¿cómo lo llama ud.?) inmigrant espanyola de tota la vida le expondré mis razones. Tenemos todo lo necesario para ser un gran País, clima extraordinario y costas para la riqueza que nos aporta el turismo, gente emprendedora y en general trabajadora para crear industria, personas de gran corazón, generosas y hospitalarias, Historia, gastronomía, folklore y paisajes maravillosos. La nota discordante, nuestra clase política, la corrupción y ahora el separatismo que puede llevarse al traste mucho de lo conseguido con «sangre, sudor y lágrimas». Pero creo que hay algo peor que se está desarrollando como un cáncer maligno que puede acabar, sino matándolo todo, si haciendo un daño que aún no podemos calibrar. Y me estoy refiriendo al desafecto e incluso al odio entre regiones, unos porque son más ricos, otros porque son bilingües y no son capaces de convivir con esa riqueza lingüística con respeto y tolerancia, otros porque viendo ese rechazo lo hacen suyo y responden igual o peor, otros en nombre de auténticas o supuestas ofensas de historias pasadas o actuales en las que el pueblo llano no tiene absolutamente nada o muy poco que ver. Sr. Ferrer, aunque puedo entender su frustración por una situación actual muy difícil, por una inmigración descontrolada con mentalidades y religión preocupantemente diferentes, con un acoso a sus señas de identidad, con todo lo que ud. quiera añadir, la forma en que ud. escribe de sus compatriotas cuyo único pecado ha sido ser pobres y poco preparados, quizá demasiado cansados física y mentalmente para aprender una lengua cuando en la suya podían hacerse entender perfectamente me parece, como menos, poco digna. Incluso aunque algunos casos de mala educación y de falta de cortesía (lo de agradecimiento quizá no sea lo más acertado si no han robado nada y lo que han ganado lo han hecho con su propio esfuerzo) hayan dicho una estupidez como que se tendría que prohibir el valenciano, su forma de manifestarse, la suya, viniendo de una persona culta y formada es la que de verdad chirría.
Y permítame por último que discrepe en cuanto a que ser Cataluña del sur sea igual que depender de Madrid y ello por varios motivos:
1 – Nunca he oído a otro español de otra comunidad apropiarse de la Senyera o intentar anularla, nunca decir que el folklore valenciano es andaluz o extremeño, nunca decir que las fallas son conquenses o que la paella sea gallega…. El único punto que puede dar lugar a problemas es la lengua si no se aborda con generosidad y respeto pero por ambas partes.
2 – La lengua hay que seguir luchándola, pero no la pancatalanizada, sino la auténtica, y le aseguro que si llegaran a ser Cataluña del sur esa guerra estaría de antemano totalmente perdida.
Le saludo,
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