¿Sabías que el primer y único museo de la Península Ibérica dedicado a la piratería está en Cullera?

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Cuenta la leyenda que un 25 de mayo de 1550 el pirata Dragut, lugarteniente del corsario Barbarroja, atacó por sorpresa la ciudad de Cullera, y se llevó un importante botín, tanto de bienes materiales como de prisioneros. Fueron setecientos piratas y veintisiete naves las que asaltaron la ciudad, por entonces centro de producción de tejidos. El suceso causó una gran conmoción y Cullera quedó casi despoblada durante décadas por miedo al regreso de los corsarios.

Para recordar este episodio histórico está el Museo Cueva del Dragut. Se trata de un museo -el único de la Península Ibérica dedicado a la temática de la piratería- que se halla ubicado dentro de una cueva natural donde se escondieron Dragut y los suyos para preparar su ataque. El museo está situado en la pedanía del Faro de Cullera, en la denominada Isla de los Pensamientos, Cabo de Cullera; un paraje de extraordinario encanto, al borde de los acantilados y a orillas del mar Mediterráneo.

El asalto del pirata Dragut es el centro argumental de un recorrido que se inicia con un diorama que ilustra la villa real de Cullera en 1550. El recorrido por la cueva-museo despierta la curiosidad tanto en niños como mayores, que pueden conocer la forma de vida de los piratas en aguas del Mediterráneo en el siglo XVI, así como contemplar antiguos instrumentos náuticos, piezas de artillería, mapas históricos, vestidos de época, viejas monedas, armas, instrumentos de tortura, etcétera.

Llama la atención que dentro de la cueva podemos encontrar una réplica a tamaño natural de la galera de asalto en la que Dragut llegó a la costa cullerense, con efectos especiales de luz y sonido que nos transportan a la época de los corsarios. También resultan especialmente estremecedores los instrumentos de tortura de la Inquisición. Este museo, fundado en la segunda mitad del siglo XX, es el primero y hasta la fecha único dedicado a la temática de la piratería en la Península.

Fuentes consultadas:

-Cullera Turismo.

-Cueva del Dragut.

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Puntlandia: el país independiente que no desea serlo.

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De las cenizas de la desintegrada Somalia surgieron varios estados. Uno de ellos es Puntlandia. Tras la secesión de Somalilandia en 1991, se declaró independiente bajo el nombre de República de Majerteen, aunque la cosa quedó en nada. Desde 1998 Puntlandia es estado autónomo autoproclamado dentro de la inexistente Somalia.

Dado que por entonces no existía nada ni siquiera remotamente parecido a un gobierno somalí, lo cierto es que esa autoproclamación era, en la práctica, una declaración de independencia en toda regla. Así, a pesar de que Puntlandia se considera a sí misma territorio somalí, es, contra su voluntad, independiente de facto.

El Estado de Puntlandia nunca ha pretendido reconocimiento internacional como nación soberana. De hecho sigue usando la moneda y bandera somalíes. Su futuro (independencia definitiva o reingreso en Somalia) puede ser ejemplo para otros reinos de taifas de la zona, como Maajir, Galmudug y Jubalandia, en situación similar.

Puntlandia se encuentra situada en la esquina noreste del territorio somalí. Al oeste hace frontera con Somalilandia, estado independiente de facto con quien se disputa militarmente el control del estado autónomo autoproclamado de Maajir y otras tierras. Al sur limita con Galmudug, otro reino de taifa dentro de la irreal Somalia.

Este estado de facto se ubica en la punta misma del Cuerno de África, en una posición estratégica, con acceso al Mar Rojo y el Oceáno Índico. En sus costas -como en las de Somalia- operan piratas somalíes que asaltan los barcos de la zona. Puntlandia, sin flota ni medios, se ve impotente para hacer nada al respecto.

El somalí y el árabe son las lenguas oficiales y el islam la religión dominante en un país de pastores nómadas que vive en una pobreza total. Puntlandia es independiente pero no quiere serlo. Prefiere formar parte de una nación que ya no existe. En verdad que pocas veces el surrealismo político ha alcanzado cotas tan altas.