Héroes.

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Julian Assange. El 28 de noviembre de 2010 la web Wikileaks destapó más de 250.000 cables diplomáticos del Gobierno de Estados Unidos. Sólo unos pocos días después, este informático australiano -editor de la web- era detenido por la policía londinense, acusado de cometer violación y abusos sexuales en Suecia. Assange dice que la acusación es falsa, una maniobra de la CIA por haber publicado tantos secretos turbios (hoy ya superan de largo el millón). Gracias a él sabemos por ejemplo que el mayor servicio de espionaje del mundo se llama Google. Desde 2012 está asilado en la Embajada de Ecuador en Londres. Dos años encerrado ya porque en el preciso instante en que salga a la calle será detenido. Un hombre inocente acusado injustamente. Assange es el Caso Dreyfus del siglo XXI.

Bradley Manning. En el año 2010 este soldado y analista de inteligencia estadounidense filtró a Wikileaks más de 250.000 cables diplomáticos, así como medio millón de documentos clasificados sobre la Guerra de Irak y la Guerra de Afganistán, en los cuales se daba fe del asesinato de numerosos civiles así como de otros crímenes de guerra. Assange los iría publicando poco a poco a través de su web y de la prensa internacional. Célebre es, por ejemplo, el vídeo titulado Asesinato Colateral en que se ve cómo un helicóptero estadounidense mata a un grupo de civiles en Irak, entre ellos dos periodistas de Reuters. En mayo de 2010 Manning fue detenido, pasó tres años en prisión provisional y finalmente en 2013 fue condenado a 35 años de cárcel y a la expulsión con deshonor del Ejército.

Edward Snowden. En junio de 2013 The Washington Post y The Guardian revelan dos programas de espionaje secretos: uno que registra datos de llamadas en Estados Unidos y otro que permite a la inteligencia estadounidense acceder a servidores de las principales compañías de internet. Poco después, un informático americano que había trabajado para la CIA y que estaba en Hong Kong, Edward Snowden, se declara responsable de las filtraciones. Snowden explicó que Washington realiza un espionaje masivo a sus ciudadanos, contraviniendo los principios de la Constitución, y a las naciones aliadas. Renunció a una vida cómoda, a un sueldo de 200.000 dólares anuales, a su familia y a su novia en Hawai por defender la libertad. Desde julio de 2013 es un refugiado político en Rusia.

Mientras tanto, el negro de la Casa Blanca -ese lobo con piel de cordero, ese demonio con máscara- hace todo lo posible por convertir el mundo entero en una dictadura. La Ley de Autorización de Defensa Nacional, las Leyes SOPA y PIPA, la Ley CISPA o el Tratado Transatlántico para el Comercio y la Inversión parecen sacados del programa electoral de Benito Mussolini. Yo no quiero que el Gran Hermano que imaginó George Orwell se acabe convirtiendo en realidad. Puede que Assange sea culpable de sacar a la luz muchos secretos oscuros, pero no lo es de violación. Puede que Manning y Snowden traicionaran al Gobierno americano, pero no al pueblo americano. Porque cualquiera capaz de sacrificar su vida por combatir la tiranía y defender la libertad es un héroe. Y estos tres hombres son héroes.

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