¿Sabías que Nicolau Primitiu salvó de la quema más de 40.000 libros?

Uno de los mayores prohombres valencianos de todos los tiempos fue Nicolau Primitiu Gómez i Serrano (Sueca, 1877-Valéncia, 1971), hijo de un maestro molinero. En su casa vivía su primo, Josep Serrano, futuro compositor del Himno valenciano. De adulto fue un empresario modelo aunque si por algo ha pasado a la historia sin duda es por ser un auténtico héroe de la cultura que ha salvado de la destrucción decenas de miles de libros.

Le tocó vivir los tiempos de la Guerra Civil (1936-1939) en los que había muchos soldados que movidos por el anticlericalismo querían quemar templos, monasterios y monumentos (y con ellos las fabulosas bibliotecas que tenían dentro). Nicolau Primitiu salvó de la quema miles de libros que iba acumulando en su domicilio particular, a la espera de que pudieran sobrevivir a esos años de barbarie incivil que asolaron las Españas.

Una vez acabada la guerra, llegó la dictadura franquista, con una política centralista y completamente hostil a cualquier lengua española que no fuera el castellano. En estos tiempos fue visitando rastros, librerías de viejo, bibliotecas, etc. para adquirir libros incunables, raros, primeras ediciones de hace siglos… Especialmente le interesaron aquellos volúmenes que tuvieran alguna relación con la lengua, historia y cultura valencianas.

Se gastó una fortuna en adquirir más de 40.000 libros que a su muerte (1971) cedió de forma altruista al Estado franquista, con la condición de que si algún día los valencianos recuperábamos el autogobierno perdido en 1707, los libros deberían pasar al organismo rector de la autonomía. Estos 40.000 volúmenes constituyen hoy la base de la Biblioteca Valenciana Nicolau Primitiu, ubicada en el Monasterio de San Miguel de los Reyes en Valéncia.

Desde muy joven estuvo vinculado a grupos valencianistas como Acció Cultural Valenciana o Acció Nacionalista Valenciana. Fue presidente de Lo Rat Penat y director decano del Centre de Cultura Valenciana (hoy Real Acadèmia de Cultura Valenciana). Sabedor de que el valencianismo no despertaba simpatías entre el franquismo  trabajó como una hormiga, con discreción pero sin descanso. Su lema era «trabajar, persistir, esperar».

En los últimos años de su vida fundó la Editorial Sicània y una revista homónima a través de las cuales dio a conocer toda una nueva generación de escritores  en valenciano como Beatriz Civera, Maria Ibars, Joan Valls Jordà, Antoni Igual Úbeda, Josep Mascarell i Gosp, y también editó obras de autores consagrados como Francesc Almela i Vives, Carles Salvador, Xavier Casp, Mossén Frederic Moscardó, Teodor Llorente

Nicolau pensaba que balear, catalán y valenciano eran una sola lengua, que a principios de siglo XX muchos llamaban lemosín. Él incluso propuso un nombre: bacavés (iniciales de los tres idiomas) pero pronto se dio cuenta de que los catalanistas querían confundir la parte con el todo y reducirlo todo a «catalán». Nicolau estuvo en contra de ese barcelonés fabriano y apostó por buscar las raíces y formas propias del auténtico valenciano.

Fuentes consultadas:

Atienza, Antoni. Nicolau Primitiu i la Llengua Valenciana. Lletraferit nº 58. Año 2002. Págs. 24-34.

-V.V.A.A. Nicolau Primitiu. Treballar, persistir, esperar… L’Oronella. Valéncia, 2003.

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