¿Sabías que el GAV logró que la Real Senyera y el valenciano fueran incluidos en nuestro Estatuto?

A lo largo de nuestra geografía existen varias entidades culturales valencianistas, como por ejemplo la Cardona Vives de Castelló (La Plana Alta); Lo Rat Penat y la Real Acadèmia de Cultura Valenciana (RACV) -ambos en la Ciudad de Valéncia-; el Ateneu Cultural de Paterna (L’Horta Nort), El Piló de Burjassot (L’Horta Nort), la Associació Cultural Roc Chabàs en Dénia (La Marina Alta) o el Grup Cultural Ilicità en Elig (Baix Vinalopó), entre otras. Pero hoy hablaremos de una entidad que cambió nuestra historia: el Grup d’Acció Valencianista (GAV).

Con el fin del franquismo y el advenimiento de la democracia, llegó la famosa «Batalla de Valéncia», donde estaba en juego el futuro de nuestro pueblo. Los catalanistas cuestionaban los símbolos: querían lengua catalana, bandera cuatribarrada y denominación de País Valenciano para nuestra tierra. El peligro era muy real ya que el presidente preautonómico, el socialista Josep Lluís Albinyana (1978-1979), era un catalanista declarado y la bandera catalana llegó incluso a ondear en al Ayuntamiento de Valéncia.

Para defender nuestras señas de identidad y reivindicar nuestros derechos es que nació el GAV en 1976 aunque fue inscrito oficialmente como entidad un año después.  En este tiempo ha tenido los siguientes presidentes: Rafael Orellano (1976-1977); Pasqual Martin i Villalba (1977-1984); Joaquim Romero (1984-1989); Pere Aguilar (1989-1994); Joan García Sentandreu (1994-2001); Manuel Latorre (2001-2015), Vicent Beltran (2015-2016), Pep Alba (2016-2018) y Paquita Chilet desde 2018.

En 1978 se comenzaron a hacer reuniones espontáneas en el Parterre, en la Ciudad de Valéncia, donde la gente valencianista coincidía y se organizaba. Con el tiempo aquello pasó a llamarse «los domingos del Parterre». Ese mismo año el GAV fundó la revista SOM y se fundó la Coordinadora de Entidades Culturales del Reino de Valéncia (CECRV), con el objetivo de aglutinar la masa social valencianista, de la cual el GAV era sin duda el máximo exponente. El primer presidente de la Coordinadora fue Eduart Chulià.

En aquellos años de la transición el GAV fue el gran impulsor de las mayores manifestaciones que se hayan producido en el Reino de Valéncia en defensa de nuestra personalidad con cientos de miles de participantes que obligaron a una clase política podrida a rectificar y a aceptar la Real Senyera y la lengua valenciana en nuestro Estatuto de Autonomía y aunque no se consiguió la denominación histórica de Reino de Valéncia, al menos se evitó la de País Valenciano, que tiene unas connotaciones catalanistas evidentes.

En los años posteriores el GAV siempre ha salido a la calle, junto con la Coordinadora, para dar una respuesta social y cívica a las agresiones pancatalanistas contra la identidad valenciana. Quizás las más destacadas fueron la de 15 de mayo de 1980, con más de 300.000 valencianos en defensa de la Real Senyera, la de 13 de junio de 1997 con 500.000 personas en defensa del Estatuto y del idioma valenciano, o el 27 de noviembre de 2004 con 600.000 personas clamando por la identidad valenciana y en contra de los países catalanes.

Además, el GAV ha participado, como actor o como espectador, en todo tipo de actos de protesta contra Desde impedir conferencias de catalanistas reventando el acto a base de gritos de protesta o con plagas de ratones a lanzar huevos contra traidores a nuestra patria, pasando por concentraciones o la quema de la bandera catalana que ondeó en el Ayuntamiento de Valéncia el 9 de Octubre de 1979. También son famosos sus graffitis de denuncia política y es que cuando los medios de comunicación callan, las paredes hablan.

Pero el Grup es ante todo una asociación cultural.  En todos estos años ha organizado multitud de conferencias sobre temas valencianos, ha publicado libros en valenciano así como la revista SOM y ha impartido cursos de lengua y cultura valencianas.  Es también un centro social donde la gente aprovecha para socializar, comer paella o hacer actividades lúdicas. También organiza el Premi Llealtat (Premio Lealtad) que condecora cada año a un patriota valenciano de inquebrantable lealtad hacia nuestro pueblo.

Desde el catalanismo a menudo se ha acusado al GAV de ser una organización terrorista cuando en casi cincuenta años de impecable currículum no tiene ni una sola condena en contra. También de ser de extrema derecha, cuando tiene socios de todas las ideologías políticas a condición de que respeten el Reino, la bandera y la lengua. En realidad el GAV ha dado siempre la batalla en defensa de los valencianos, siempre al pie del cañón en la calle, y si no hubiera existido tal vez ahora mismo nosotros seríamos catalanes del sur.

Fuentes consultadas:

-V.V.A.A. Revista SOM. Especial 25 anys de lluita. Grup d’Acció Valencianista. Valéncia, octubre de 2002.

-V.V.A.A. Revista SOM nº239. Especial 30 anys en defensa de la personalitat valenciana. Valéncia, octubre de 2007.

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