La Península Ibérica debe su nombre al pueblo íbero, una civilización extinta de la que, paradójicamente, no conocemos casi nada. A grandes rasgos, sabemos que los íberos habitaron la zona este y sur de la Península hace milenios, que tenían una lengua indescifrable -que algunos creen emparentada con el vasco-, que usaban un silabario, que tenían un arte rico que nos ha legado esculturas como La Dama de Elche o El Guerrero de Moixent y que fueron conquistados por los romanos. Poco más se sabe de una civilización que es un misterio. Así, cualquier descubrimiento que pueda hacerse puede aportar información muy valiosa.
En 2008 el arqueólogo Daniel Giner y su equipo comenzaron a excavar un yacimiento en La Celadilla, situado en el valenciano municipio de Ademuz. Con el paso del tiempo se encontraron los restos de un poblado íbero del siglo IV A.C. Casas de planta rectangular, zócalos de piedra, instrumentos domésticos, hornos para elaborar el pan… Sería suficiente para realizar un gran estudio, pero la sopresa llegó en 2011, cuando aparecieron dos esqueletos humanos que pertenecieron a habitantes de esta época. Con el paso de los años se encontraron más esqueletos -un total de siete- (datos de 2013), pero podrían hallarse más en el futuro.
De este modo, la Celadilla de Ademuz se convirtió, con apenas el 10% de su superficie excavada (datos de 2013), en el yacimiento de la Península Ibérica con mayor número de esqueletos de íberos, por delante de otros poblados como los que encontramos en la Almedinilla de Córdoba, en La Rioja alavesa y en Ciudad Real. ¿Por qué es tan importante un yacimiento con siete esqueletos? Dicho así, no parece nada del otro mundo. Pero en realidad es extremadamente inusual, puesto que los íberos no enterraban a sus muertos sino que procedían a la incineración de los cadáveres y guardaban las cenizas en urnas habilitadas para ello.
Pero entonces ¿por qué estos íberos, en contra de la costumbre, no fueron incinerados? Giner sostiene que un incendio destruyó este poblado en el año 350 A.C. aproximadamente y que esto habría causado la muerte de estas personas. La Celadilla era una aldea pequeña, de aproximadamente media hectárea, frente a poblaciones grandes, consideradas ciudades, de más de una hectárea, como Edeta, en Llíria o Tos Pelat, en Moncada. No obstante, su ubicación era estratégica. La excavación arqueológica prosigue a día de hoy (2015), está promovida por el Ayuntamiento de Ademuz y financiada por la Fundación Pere Compte.
Fuentes consultadas:
-Levante-EMV Valencia. Los arqueólogos documentan en Ademuz la mayor necrópolis íbera. Levante-EMV. 27-7-2013.
Jul 29, 2015 @ 13:51:09
Algunos enlaces que hacen referencia a esta noticia:
http://www.levante-emv.com/cultura/2013/07/27/arqueologos-documentan-ademuz-mayor-necropolis/1020056.html
http://www.abc.es/20110801/comunidad-valencia/abcp-yacimiento-ademuz-antepasados-iberos-20110801.html
http://elpais.com/diario/2011/07/30/cvalenciana/1312053491_850215.html
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Sep 13, 2015 @ 20:45:20
Esta semana he estado por el Rincón de Ademuz y quería acercarme a visitarlo, pero el tiempo no ha acompañado. A ver si vuelvo en otoño y me acerco.
Hay mucha historia en el Rincón aún por descubrir. La web del ayuntamiento de Ademuz tiene poca información :-((
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