Premio Cervantes: historia de un disparate.

Decía el escritor catalán Josep Pla que los premios son una chorrada. Yo estoy plenamente de acuerdo. No sirven para nada, más allá de dar una publicidad momentánea. No son importantes, ni siquiera el famosísimo Nobel. La prueba es que el dramaturgo José Echegaray fue el primer español en ganar un Premio Nobel y hoy en España no lo conoce ni la madre que lo parió. Sin embargo todo el mundo conoce al literato Jorge Luis Borges, que curiosamente no lo ganó nunca.

Posiblemente el más grotesco de todos los premios literarios sea el Premio Miguel de Cervantes. Este título, considerado el Nobel de las letras hispánicas, es absurdo porque insiste año tras año en conceder el trofeo atendiendo más a la nacionalidad del premiado que a su talento. Existe una ley no escrita que dice que en una edición debe recibir el laurel un autor español y en la siguiente un americano, cumpliendo un disparatado sistema de turnos que recuerda al de la Restauración.

Esto significa ni más ni menos que el 50% de los galardonados son españoles y la otra mitad americanos. Y yo podría estar de acuerdo si efectivamente éste fuera el peso literario real, es decir, si efectivamente España tuviese tantos escritores geniales como tota Hispanoamérica. Pero esto es radicalmente falso. Hoy el 90% de los hispanohablantes del mundo vive en América y desde la irrupción del boom latinoamericano, el centro orbital de la literatura hispánica se ha trasladado a América.

El castellano nació en Castilla pero renació en América. Y digo renació porque a principios del siglo XX, era prácticamente imposible encontrar autores españoles en librerías inglesas, holandesas o francesas. Tanto es así que el propio literato Eugeni d’Ors recomendaba a los escritores catalanes que escribieran en catalán, porque ya que ni siquiera escribiendo en español iban a ser traducidos, leídos y conocidos en el extranjero, al menos que escribieran en la lengua vernácula del país.

Pero si hoy el español vuelve a tener una cierta fuerza literaria en el mundo (digo literaria, porque en casi ninguna otra cosa destacable tiene fuerza) es gracias al realismo mágico de Hispanoamérica. Asumámoslo; por primera vez en la historia los mejores libros en lengua española no se escriben en Europa. ¿Qué clase de jurado es el que condecora a Francisco Umbral antes que a Gabriel García Márquez? Los premios literarios deben atender a los méritos del autor, no a su pasaporte.

7 comentarios (+¿añadir los tuyos?)

  1. MaruGomita
    Nov 25, 2010 @ 16:23:37

    La realidad del inverso! Si hay una persona que desde su tierra hace un trabajo admirable y destacado no se le reconoce porque es una especie de competencia! No se le aplaude, no se le premia.
    Pero si es de darle acilo, vivienda, y trabajo a un rumano, entonces ahí si salta la justicia! Que terror! El mundo se ha vuelto loco.
    Yo pensaba que eso solo pasaba en Venezuela con el apadrinamiento de los cubanos y de todos los suramericanos, pero veo que es una peste en Europa también.

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    • J.Ferrer
      Nov 25, 2010 @ 16:43:26

      No entiendo lo que dices Maru. ¿Puedes explicarte mejor?

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      • MaruGomita
        Nov 25, 2010 @ 20:38:53

        A ver si me explico mejor, me parece una realidad del inverso que se premie el trabajo de alguien debido su nacionalidad por sobre otros que sean mejores, pero cuya nacionalidad es diferente. ¿Una especie de preferencia nacionalista se puede decir?.
        Pero a la hora de tener nacionalismo del bueno, y defender a su propia patria de las personas que llegan a España a no trabajar, el nacionalismo se esfume cuando es ahí que se debe tener.
        Que en Venezuela pasa lo mismo, con la manutención que ha extendido el gobierno hacia Cuba y otros países de la América Latina.
        Espero haberme expresado mas claramente =D

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  2. José Ángel
    Nov 25, 2010 @ 16:30:08

    Interesante el debate que abres aquí. En fin, yo también pienso como tú, no tiene mucho sentido que exista un cupo de un 50% de premios para españoles por el solo hecho de ser españoles. Porque no nos engañemos, Juan Marsé o Paco Umbral no merecían ganar el Cervantes y se lo dieron porque «este año hay que dárselo a algún español por cojones». Si Marsé o Umbral fueran latinoamericanos ni de coña lo habrían podido ganar. Es absurdo este premio, el mejor escritor en español del siglo XX, García Márquez, aún no lo ha recibido.

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    • J.Ferrer
      Nov 25, 2010 @ 16:49:02

      Exacto. A mí personalmente Borges me gusta mucho más que García Márquez. Pero sí, ésa es la idea… No tiene sentido darle un premio a un autor por cumplir con una cuota. Si los mejores escritores son españoles entonces que ganen el 50% o incluso el 100% de los premios. Pero sinceramente, la realidad es que en Hispanoamérica hoy hay una cantidad mayor de autores geniales que en España (cosa que no debería extrañar ya que tiene 10 veces más población).

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  3. J.Ferrer
    Nov 29, 2010 @ 14:03:38

    MaruGomita:

    Ahora sí te entendí. España es fuerte con los débiles y débil con los fuertes, nacionalista con quien no tendría que serlo y cosmopolita con quien no debería serlo. España es así… un disparate… como el Premio Cervantes.

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  4. Alfredo
    Abr 22, 2011 @ 12:14:51

    No es que sea un defensor a muerte de los premios Cervantes , pero el Instituto que los entrega hace una labor de difusión del español increible en todo el mundo. Conozco su centro en Berlín y es un lugar de reunión increible de gente de todo mundo. Puede que la decisión de «turnarse» en la asignación de los premios sea discutible, pero al menos en el caso de García Márquez fué una decisión del propio autor. Aquí les dejo la carta que el mismo envió en 1997 al jurado del premio:
    «Cuando me concedieron el Premio Nobel de Literatura, en 1982, recibí incontables ofertas de otros premios, así como de condecoraciones oficiales y doctorados honoris causa. Abrumado por tantas distinciones, y ante la imposibilidad material de decirles que sí a todos, tomé la determinación desesperada de decirles a todos que no, para estar seguro de no desairar a ninguno. Le ruego de todo corazón tomar en cuenta este precedente, ante la postulación de mi nombre para el Premio Cervantes, tan amablemente acordada por la Academia Española de la Lengua».

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